Capitulo 2

8.8K 334 0
                                    

No podía lidiar con algo de aquel tamaño. Sabía que el era un completo Don Juan, tan atractivo que cualquier mujer querría tenerlo en su cama.
Aquella noticia fue cuando mi vaso se derramo, por así decirlo. Llegué a casa un poco aturdida, molesta, llorona, bueno en fin, muchos sentimientos y emociones que estaban dentro de mí. 
~

Serví la comida con cierto rencor, no estaba vestida elegante, perotampoco tan mal. En cambio, el vestía en traje con una corbata que yo le había comprado un tiempo atrás.

- Se ve exquisito. -Dijo el, bebiendo un poco de jugo. 

Solo asentí, y seguí comiendo. El ambiente tornaba algo incómodo para ambos o eso creo, porque para mi si. 
- ¿Te comió la lengua el ratón? -Dijo bromeando- Ya no hablas, lo cual me tiene extrañado.

- Solo no quiero hablar ahora. -Dije algo cortante.

- Tenemos que hablar ____. -Dijo serio.

Me tensé, tenía ganas de llorar ahí mismo, no era una mujer muy fuerte si no al contrario, débil, tan débil como un cristal.

- Claro, cuando quieras. -Hice una mueca.

- Es mejor que te lo diga ahora, querida. No quiero andar sin rodeos, me conoces y lo sabes.

- Aja. -Dije.

- Llevamos..¿cuánto? -Pensó- Si 3 años de casados. Y lo cual, solo asistí a uno de los aniversarios que tuvimos. 

- ¿A qué quieres llegar con esto, Justin? -Dije tocando levemente mis manos con aquel suave mantel.

- Quiero el divorcio _____. -Mis ojos se cristalizaron inmediatamente- No somos felices, no soy feliz ___, no lo soy.

- ¿Que hice mal? -Dije con mi voz quebrada.

- Nada ___, nada. Solo no estoy seguro. -Asentí.

- Llámame cuando tengas todo listo, yo te lo daré. -Me paré de la mesa con unas cuantas lágrimas apunto de brotar.

- E comprado un departamento para mi, te quedarás con la casa. -Dijo viendo su celular.

- No, no quiero vivir aquí, puedes quedarte con la casa, Justin. Regresaré a mi casa.

- ____, No vas a vivir así. No te dejaría.

- Claro que si, total, vamos estar divorciados.
~

Empaqué toda mi ropa, cada cosa, no dejé nada, absolutamente nada. Acomodé su ropa, sus zapatos, tenis, todo. Y me giré.
Salí de la casa con 4 maletas, y las coloqué en la camioneta que tenía guardada, que hace un tiempo la había comprado. Llegue hasta Filadelfia, que estaba a unas cuantas horas de Pittsburgh. 
Tenía una casa pequeña, pero acogedora. Llegué llorando, con unas galletas y un café en la mano, mientras llamaba a Caitlin.

Ella vendría en un par de horas, acomodé las cosas, ya era de noche, y tenía mucho frío, nevaba. Me acomodé para ver la televisión, y el tono de mensaje sonó en mi celular. 

- '' ¿Dónde estás? No te tendrías que ir hoy, ____, ¿dónde estás? Necesitamos hablar, no te puedes ir así como así, ___ no viviré solo este tiempo. Vuelve, hay algo que quiero decirte antes de que esto termine mal, necesito ser sincero contigo, Ven mañana en la mañana, no iré a trabajar. 

Infiel-AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora