Seguía en mi departamento, estábamos viendo televisión, CSI. Me encanta esa serie, es que es tan wow.
Estaba cruzada de piernas cómodamente, en la sala de televisión con el plato de palomitas en medio; casual eso no podía faltar.
- Sabía que ellos serían los asesinos. -Decía Justin apretando la mandíbula- ¿Pero como pudo matar a su propio padre con su novio?
- ¡Eran hermanos! -Decía viendo la tele aún.
- Nunca me había emocionado tanto viendo esta serie. -Sonrió, y voltee.
- Ya sabes, ¿y siempre comprarás el depa? -Sonreí.
- Pues, con una vecina como tu...si. -Sonrió.
- Oh vamos. -Dije riendo y sonó el teléfono- Oh permite-me tantito.
Conteste, y era Carter.
- ¡___ al fin contestas amor!
- Lo siento, estaba viendo televisión.
- Ah, pues no es pretexto para que no me contestes. -Dijo haciendo puchero por el teléfono.
- Perdón, ¿si? -Sonreí.
- Si no te preocupes, um, ¿puedo ir a tu departamento?
- Erm, esta aquí Justin. -Dije bajito.
- ¿Qué quien?
- Justin. -Dije un poco más fuerte.
- ¿Qué hace ese ahí? -Dijo más serio.
- Bueno, es que me lo encontré por aquí y..
- No me digas, que ya regresaron ___.
- ¿O sea? Carter, estoy contigo entiende.
- Nos vemos más tarde.
- Carter...
- Te quiero.
Colgó. Bueno, sabía que iba reaccionar así. Después de todo, pues el era mi ex marido. Sonó raro decir eso pero bueno.
- ¿Quién era? -Dijo Justin acomodándose sus zapatos.
- Ah, Carter. -Dije tomando jugo.
- Que padre, iré a decir que me quedaré con el departamento.
- Te acompaño. -Dije sonriendo.
- ¿Así? -Me miró y rió- Es broma, vamos.
- Ya no. -Me crucé de brazos.
- Vamos, estaba bromeando. -Sonrió, oh dios. Deja de hacer eso.
- No. -Me voltee dando la espalda.
Cuando siento unas manos en mi cintura, que ahora bueno mide como 5999999999907567 centímetros, y me giré sonriendo.
- Estaba bromeando. -Dijo en un susurro. Estaba cerca de mi.
- Yo igual. -Sonreí en un murmuro.
Miró mis labios durante un trayecto algo largo, para mi. Y pues, mire los suyos, tal y como los recuerdo..en forma de corazón rosa bonito. Relamió sus labios, y solo alcancé a sonreír mientras una boca estaba en la mía haciendo una mezcla, que hace mucho no hacia. Su sabor, era simplemente perfectos. Sus manos se posaron en mi cabeza, y me puse de puntitas, y barriga pegaba con la suya, sentí su sonrisa y bajo su mano hasta mi espalda acariciándola y besándome aún más profundo mientras yo acariciaba su cabello lentamente.
