La miré y tomé su mano delicadamente. Y le dí un beso, y la tomé en brazos.
- Vuelvo a pagar en horas, por favor no tengo tiempo. Justin Bieber. -Le dije al mesero.
- No se le olvide o lo demandamos.
- Ábreme la puerta, eso es lo que debes de hacer.
*
Apretaba mi mano en forma de dolor, la miré y mi teléfono sonó, conteste con el auricular para coches.
- ¿Doctor? -Dije mirando a ___ en semáforo.
- ¿Si, qué ah pasado señor Bieber?
- ____ se le rompió la fuente estoy a una esquina del hospital..-Dije avanzando ya que se había puesto en verde.
- Inmediato salgo para allá, que preparen el quirofano.
*
Vi como la llevaban al quirofano, y no me dejaron pasar hasta que llegara el doctor.
El doctor llegó al cabo de 7 minutos, y dijo que fuese preferible que no entrara, pues podía ser impactante o algo así.
Me senté en una de las sillas que estaban como una distancia bastante larga del quirofano, pero eran las más cerca. De vez en cuando me paraba a dar vueltas, pero no había señales ni de ella ni de los doctores. Me entró miedo, ¿qué tal y le había pasado algo? ¿Y si se había muerto? Esas preguntas me llenaron pero traté de pensar en lo más positivo del mundo. Escuché un '' Puja puja '' eso quería decir que estaban vivos ambos. Suspiré.
- ¿Abril? -Pregunté cuando se escuchó que contestaban del otro lado de la bocina.
- ¿Justin? ¿Qué pasa? ¿Todo bien? -Se escuchó su voz preocupada- te escucho tenso.
- ____ esta en el quirofano, esta teniendo su bebé..-Dije.
- ¿Qué? ¡Ahora salgo para allá!
- Te necesitamos, ven por favor..-Supliqué- En el hospital de siempre.
- Salgo ahorita mismo.
Compré unas galletas para calmar la ansiedad, y no vi ni como me las comí pero desaparecieron en minutos.
Abril no llegaba y sentía que mi estomago se arrugaba. Dios dios. En eso, se escuchó como salían del quirofano un doctor corriendo, el doctor.
Me paré en ese momento, y alcancé a ver un bebé en brazos llorando y con sangre. ¡Era el hijo de ____! El doctor lo metió a otra sala, mientras yo iba atrás de el. Miré por la pequeña ventana y vi que lo lavaban y limpiaban su ombligo. Una lágrima se había resbalado de mi ojo, estaba hermoso aquel bebé.
- Ella esta bien, no debes estar así. -Dijo el doctor yendo hacía la sala- no te preocupes.
- ¿Seguro?
- Si, calma..estas en buenas manos Justin.
