XIII

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Salió de la habitación en cuanto Naruto se durmió, camino envuelta en su bata de seda larga, posea una pequeña cola que se arrastraba en su caminar.

Había recorrido el mismo camino una y otra vez a lo largo de meses tortuosos, sin embargo la culpa esa noche era mayor.

Como cada noche, una vez más, Sin necesidad de encender una vela para iluminar su camino siguió hasta llegar a la puerta de sus aposentos privados, la vela estaba encendida y Sasuke aguardaba en una esquina de la cama, tenía una copa en la mano y se veía triste.

"Te ama" - Sakura no respondió. No podría, en cambio atacó sus labios en un acto desesperado, lo necesitaba. Lo ansiaba y debía tenerlo ya.

Hicieron el amor toda la noche, sus cuerpos estaban llenos del tacto de sus dedos, se habían reconocido en cada centímetro.

Ahora el sol se colaba por la ventana a través de la cortina fina. No se molestaron en correr las cortinas de satén, aquellas que no transparentaban con la salida del sol.

La sábana de seda cubría sus cuerpos desnudos, no habían dormido, su último encuentro había sido pocos minutos atrás, ahora apasiguaban sus respiraciones mirándose los ojos.

No necesitaban palabras, ambos sabían lo que venía y lo que significaba ese encuentro pasional.
No, su pasión no era sólo carnal, era del alma, del corazón, de su amor mutuo.

"Voy a extrañarte" - El respondió con un beso en su coronilla. - "Te amo Sasuke" - La puerta se abrió abruptamente. Kushina entró seguida de Morgan, su Guardia.

"No le he dado mi permiso para entrar a mis aposentos privados" -Respondió tranquila Sakura, ajustó la sabana a pecho y se mantuvo sentada en la cama.

"Fugaku está herido, baja de inmediato" - Ignoro el hecho de haberla encontrado en la cama con Sasuke. Salió de los aposentos con su Guardia.

Escogió un vestido sencillo en verde limón, se colocó una tiara pequeña y bajo en un tiempo prudente después de Sasuke.

Se posicionó detrás de Naruto, tanto el cómo Sasuke permanecían de pie uno en cada lado de la cama, Fugaku había sido atravesado por una Ballesta mientras cazaban, aquella Ballesta llevaba grabado su nombre. Fugaku Uchiha.

Los guardias habían apresado al hombre pero este se suicidó en su celda.

"Los amo a ambos, son hermanos, nunca lo olviden, estoy orgulloso de ambos" -Con esas últimas palabras el Rey Fugaku dejo la tierra de los vivos.
Como era costumbre, los presentes en la habitación se reverenciaron ante su nuevo Rey, Naruto.

Nadie en la habitación se permitió llorar la muerte del hombre que fue Rey minutos antes, pero en los grandes linajes las cosas suelen ser así, especialmente en el nido de serpientes.

"Todo estará listo para la coronacion de mañana, después de ello veremos los arreglos finales para cerrar la cripta del Rey Fugaku,Majestad" -Sakura asintió solemne.

Entró a la habitación marital y encontró a Naruto sentado en la cama. -"Yo no me permití llorar por mi padre" - Naruto giro para mirarla - "Las personas hicieron lo mismo, incluso mi madre" - Ella comprendio lo que quería decir enseguida, todos ellos lo miraron como su rey cuando el corazón de Fugaku paro.

" Desearía poder guardar tu corazón en una caja fuerte para que nadie pueda herirte, ni yo" - Ya están frente a frente, Naruto tomó su mano y retiro el guante de encaje.

"¿Puedes hacerme el amor?"- Ella sonrió triste ante la petición de su Esposo.

"Desde ahora sólo a ti" - le Respondió.

Como nunca antes le permitió que la desnudara lento, sin prisa. Naruto desató el corsé y la fina tela que la cubría apenas y guardaba sus pezones.

Ella retiró cada prenda y se permitió conocer al tacto al hombre que tenía frente a ella, no se habían tocado desde la noche de bodas, pues el día anterior ella se había preferido arrullarlo como un niño pequeño, no podía dejar que la tomará sin despedirse de Sasuke. No era justo para nadie.

Naruto le tomo la mejilla y su beso comenzó lento, conociéndose mutuo, como debió ser la primera vez, la llama que ninguno de los sabía existía, comenzó a arder de a poco.
Rego besos por su cuello y su clavícula, sus manos viajaron por sus curvas una y otra vez, ambos estaban ya como habían llegado al mundo.

El deseo había aflorado y la erección de Naruto palpitante se restregaba en el vientre de Sakura, ella gimio al sentir el contacto de los dedos de Naruto en aquel botón del paraíso. El éxtasis de ambos subía de tono.
Con besos Naruto llegó a los senos de Sakura y comenzó a brindarles atención, succiono sus perlas duras tal y como un bebé mamando. Sakura llevo su mano al pene de su Esposo y con el dedo índice rozó la punta sintiendo el líquido pre-seminal. Lo tomó y comenzó su labor de masturbarlo, ambos gemian.

En un movimiento rápido el la montó encima penetrando al acto.
Con los líquidos calientes y correantes ella sintió el pene de Naruto entrar sin importar lo rápido en que todo sucedió.

"Maldición"- Mascullo él , Sakura juraba que Sasuke tenía el tamaño similar al de Naruto, sin embargo el pene de Sasuke solía crecer un poco más que el que ahora la embargaba.

Adentro, a fuera, adentro, a fuera.

Naruto la embestia cada vez más rápido y profundo, era como si saciara una sed de mil años, Sakura se sentía cada vez más llena, más excitada, con cada embestida la bolsa escrotal de el parecía querer entrar de igual forma con el pene, la sensación enviaba una corriente eléctrica a través de ambos.

Dentro, fuera, Dentro, fuera, Dentro y profundo.

Ambos se tensaron, Naruto la lleno de su encencia -"Joder" - apretó las caderas de ella para hundirse todavía más mientras se derramada.

Sakura se contrajo en su interior apricionando el pene y se vino, Gloria. Sólo esa palabra vino a su mente, La maldita gloria de un buen orgasmo.
Entonces un par de pupilas negras se instalaron en su mente - "Perdóname Sasuke" - Murmuro inaudible.




(...)

"Sakura, mi Reina.
Las noches pasan y mi dolor no disminuye. No soy un experto en cartas, mucho menos en amor.
Eres mi pecado, mi castigo, mi imposible, eres ese sueño que quisiera fuera permanente, mis recuerdos dejan de ser suficientes.
Eres mi alma y corazón y lo serás incluso el día que muera.
- Sasuke".



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