Claro mi Bestia

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La joven princesa de cabellos azules estaba en su habitación revisando los avances del reino para la próxima junta del consejo real, mientras tomaba una mezcla de vodka puro con jugo de manzana verde para relajarse.

El sonido de su celular la distrajo, era su jefe de nuevo ella tomó un sorbo largo de su mezcla y lo revisó.

"¿Puedo pasar?" —se leía.

"¿Ahora no harás sólo lo que quieres?" —contestó ella, para luego notar su estable inconsciencia.

"Si tu me dejas" —llegó otro, la princesa escucho como la puerta de su habitación se abría y luego al joven mencionar —Aunque igual lo haría.

Alquel rey de caracter temperamental trabó dos veces la puerta de aquella habitación con una simple aplicación que sólo el tenía en su celular, instintivamente la princesa se tapó con sus sábanas al traer sólo un pequeño cámison de ceda azul, el se acercó a ella con un maletín y lo puso en la cama.

Te recuerdo que hoy es mi día libre —dijo ella con una falsa sonrisa.

Te recuerdo que haz cometido faltas
—comentó Ben mientras abría el maletín y la mirada de reojo —Hoy las pagarás.

Si supieras que es por tu culpa idiota —pensó para luego decir —¿No deberías estar en el cumpleaños de tu mejor amigo?.

¿Y tu en el de tu novio? —dijo agarrando la jarra donde se encontraba la mezcla de Evie y virtiendola en un vaso —Además no diría "mejor amigo".

Tampoco diría "novio" —dijo ella tomando un basó entero en su primer trago —Soy libre.

Eras —dijo Ben comenzando a besar el cuello a la descendiente de Grimhilde —Ahora no.

Subió hasta el lóbulo de su orejita mientras se acomodaba mejor sobre ella, la joven miro al techo con la boca entre abierta tratando de perderse en aquella fantasía que cobraba vida pero no, la realidad la había hecho entrar en razón.

AAAAH —el grito del primogénito de Bestia se escucho más fuerte que el baso que había sido roto en su hombro —QUE RAYOS.

¡Ben alejate! —ordenó Evie con un pedazo de vidrio en su mano —Alejate Ben...

Sabes muy bien —tiró el vidrio al suelo para luego agarrados por la cintura bruscamente —Que me gustan las chicas malas.

Y tu novia, mi mejor amiga en una —dijo ella tratando de safarse de aquel agarre lo que fue en vano —¡Sueltame ya!.

Yo no diría novia —dijo el mordiendo su mentón —¿O porque crees que Mal estaba de buen humor hoy?.

Era verdad, Mal estaba de maravilla aquella mañana, saltaba y bailaba de felicidad al no tener más responsabilidades como antes, especialmente haber dicho lo que en realidad sentía sin ser apresada por sus sentimientos y el, el lo tomará bien además de que Harry vendría a Auradon sin Uma claro está.

Evie se paralizó al oírlo, porque fue testigo de la espontánea felicidad de su amiga y su raro cover del clásico cantado por Elsa, que no noto cuando Ben comenzó a besarla con fiereza, unos rayos que indicaban la próxima tormenta sonaron fuertes y la luz se había ido.

Ben la tiró en la cama y antes de que ella hiciera algún movimiento ya había quitado unas esposas del maletín, esposo sus muñecas a la cabecera, ella no podía ver nada, solo cuando los rayos sonaban y su luz alumbraba, lo único a visualizar era Ben quitándose sus prendas una por una, otro rayo sono, ella no lo visualizado cosa que le asustaba aun más, pero luego de este vino otro, miro a su derecha y ahí estaba el.

Parecía una escena de terror y sueños humedos al mismo tiempo, aquel rey ahora se puso ensima de ella, levantó sus piernas y comenzo a llevar el vestido hacia atrás, lo detuvo justo frente a sus ojos, aquella tela la partió en dos y con una parte vendo sus ojos  y con la otra la amordaso.

Sus senos estaban descubiertos y sus braguitas azules se veían tentadoras de morder, romper, mojar, pero esperaría, hasta lograr su objetivo.

Comenzó a besar su abdomen lentamente dejando algunas mordidas en el camino, Evie permanecía quieta, no sabía que hacer en aquella situación, si fuera distinto la pasión ganaría, se entregaría a el sin dudarlo, pero ahora ella estaba débil, algo hebría y con un gran miedo hacia su crush.

Son perfectas —susurro con voz gruesa metiendo la cara entre sus pequeños senos, escucho como Evie jadeaba al sentir su lengua recorrer esa parte tan sensible para ella —¿dices algo preciosa?.

Sin conseguir respuesta agarró uno de los senos en su mano y lo apreto mientras mordia el otro levemente, Evie comenzaba a sudar por el calor que invadía su cuerpo, ese miedo había desaparecido hasta que una fuerte nalgada hizo que volviera.

Esto es por el baso —volvió a golpearla —Y esto por distraerte tanto en el trabajo.

Acarició la nalga de su víctima y beso su cuello para luego con la boca quitar la primera tela la cual cubría su boca.

Ben.... —murmuró ella con la voz agitada —Quiero verte.

Si cooperas —dijo besando sus labios, ella sintió, las manos de Ben bajaron hasta sus pequeñas braguitas —Si logró entender cuando dices "claro mi bestia" te quitaré la venda.

Si —otra nalgada fue dada —Claro mi Bestia.

Ben resoplo para luego tomar con sus dientes el borde de las bragas sintiendo aquel calor que provenía de la intimidad de su empleada favorita.

Puedo quitartela y hacer..... —bajo un poco y luego la volvió a subir rosando aquella perlita —Lo que quiera, provando todo lo que me des....

Claro mi Bestia —dijo ella sin dudarlo mientras trataba de controlar su respiración.

Y gritaras mi nombre sin importar nada —dijo el poniendo sus labios muy cerca de la intimidad de la chica.

Claro mi Bestia —volvió a decir Evie con la esperanza de que le quite aquella venda —Mi best.... AAAAAH

Apretando su pequeño círculo de placer su ahora amo hizo que la joven princesa gritaba sintiendo como saboreaba con su lengua su ya himedecida entrada, cada vez más rápido y los gemidos cada vez más fuerte, con miles de estrategias desconocidas para ella el la provo, metió uno de sus dedos mientras mordia el cliptoris encontrando su punto G y ella simplemente se corrio.

Bien echo —volvió hacia ella besando su mejilla —Ahora pídele algo a tu bestia.

Libereme —mostró sus manos esposadas y una leve sonrisa con una mirada de inocencia combinada con deseo —No se arrepentira mi bestia.

El alzo sus piernas penetrandola fuertemente, una lágrima recorrió la mejilla de la princesa, se quedo quietó esperando que ella se acostumbrara, puso una de sus manos en la espalda de la chica y la libero tirando las esposas en algún lado de la habitación.

La empujó hacia el, ella lo abrazó fuertemente mientras el miembro del Rey palpitaba en su ser, subió la venda que tenía para verlo, sonrió besando sus labios mientras que el aumentaba sus movimientos, dura y fuertemente, ella nunca sintió tanto dolor en esa sona y placer a la vez.

Su virginidad había sido arebatada de una brutal y placentera forma, el sonido de sus jedeos y sus jugos se cominaban a la perfección, al terminar Evie calló rendida en la cama, Ben sobre ella, la agarró volteandola de forma que ella quedará sobre el.

Ahh —chillo la princesa —Ben me duele.

Tranquila mañana pasará —beso su frente —Te amo mi princesa.

Yo más —beso sus labios —Mi bestia.

The Witch And The Beast ||BEVIE||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora