Calma mi Bestia 1/2

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Lunes por la mañana, el joven rey estaba en su escritorio revisando las sugerencias de los pueblerinos cuando de pronto un toquido desde afuera lo distrajo.

Pase —dijo sabiendo quien era por la suavidad del tacto, ella volvió a tocar y una pícara risa salió del joven —Evie sólo debes abrir la puerta.

Muy gracioso —dijo ella, Ben se sentía orgulloso como un maldito maniático por lo que había echo.

Y tengo otros atributos —dijo con una voz exitante, la puerta se abrió al instante fuertemente haciendo y golpeando su frente.

AAAH —se escucho cuando una de las muletas de la chica pudo fuertemente su pie luego susurro —Estas demente Queen.

Mira quien habla —dijo ells tratando de voltear sus muletas con la poca fuerza que tenía —La bestia de dolores.

Sabes que puedo hablar de otras cosas —dijo acercándose a ella y lienzo sus labios —Cosas que te podrían gustar.

Tal vez —dijo ella bajando la mirada —Gracias por pagar los gastos del hospital.

No debes agradecerlo —beso su mejilla —Además de que fui el culpable.

Noooo... —dijo ella sacarsticamente —Tu ego estaría por las nubes si fuera así —Y así era —Sabes que fue porque me moví mal luego de eso.

Si lo se —dijo acarisiando sus labios —Te hubiera advertido si no fuera porque....

Ella lo besó con dulzura posando una mano en su hombro para poder atajarse, el la rodeó por la cintura intensificando el beso.

Creíque no importaba tanto —dijo ella chasqueando su lengua —Además ya no lo soy.

Ben la alzó en sus brazos un pequeño sonido de dolor se formó en la boca de su amada, la recisti en un sofa lejos de sus muletas, ella no tenía escapatoria, aquella princesa solo llevaba un vestido azul y un chaleco negro, el habrio los botones e su chaleco y comenzo a acariciar su abdomen.

Ben.... —comió ella —Espera.

Tranquila no dolerá —dijo besando su cuello —Entiende te necesito tanto.

Y yo a ti Ben —dijo jugando con su cabello —Pero no puedo tener relaciones sexuales además de hacer actividades físicas por dos mes.

¡¿Un mes?! —pregunto el joven con impresión —Evie crees que soportare dos meses verte, escucharte, pero sin poder tocarte ahora que.... —comenzó a respirar cerca de su cuello mientras rozaba con sus labios este —Te vi, te escuche y te probé de una forma que nadie lo hizo.

Pasara rápido —dijo ella besando sus labios —Lo prometo.

Esta Bien —dijo besando sus labios —Un mes.

Sólo uno —sonrió tratando de levantarse —Tengo que volver a la silla de ruedas —el sonrió con picardía.

Mejor guarda la silla de ruedas —dijo para luego darle sus muletas, ayudarla a levantarse y darle una suave nalgada —Te veo en dos meses comiendo en mis brazos.

Ahí estaré —dijo ella para luego retirarse a descansar.

Pasaron no dos si no 3 meses, era una noche fría, llena de truenos y poca luz como la última en donde la vio, cada vez que un trueno soñaba recordaba aquella imagen, esposada, con sus cachetitos rojos, y su carita de inocencia sumisa ante el para hacerle lo que quisiera.

Aquel recuerdo hizo que algo en el despertará y estuviera apunto de explotar, por lo tanto bajo su boxer y comenzo a tocar su amigo mirando el techo, imaginandose a su pequeña de piel perfecta sobre el jadeando fuertemente, apretandolo interiormente, y pidiendo más, más y más.

Un rayo de nuevo aterrizó a las distancia pero esta vez dejó ver una silueta frente al rey, el sin poder creerlo sólo cerró los ojos y a apretó más fuerte el mienbro pensando que aquello era una ilusión, pero no no lo era.

La joven consejera se puso ensima de su chico bajando del todo sus pantalones para luego acariciar su torso por debajo de la camiseta, se la puso tapando su cuerpo semi desnudo cosa que a su amo no le gustó.

¡Que demonios Queen! —grito el chico apegandola mas a ella —Quitatela.

Nop —dijo ella como niña chiquita, el arqueo una ceja, trató de agarrarla de los brazos pero esta tomó sus muñecas y las ezposo —Calma, Calma.... —lo golpeo contra la cabecera y en sus manos apareció otras esposas —Mi Bestia.

The Witch And The Beast ||BEVIE||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora