The Witch And The Beast ||BEVIE||

Calma mi Bestia 2/2

Evie sueltame no es divertido —dijo Ben mientras una pequeña risita salía de su amada —Sabes que no lo podrás con controlar.

Estas tan seguro de eso —pregunto ella acercándose a sus labios notando como el ocultaba su excitación y desaparecía de apoco con su ego —En estas vacaciones de un mes.... —acarició su torso mientras apretaba la llema de su pulgar —Eh conseguido experiencias.

Que tipo de experiencias —dijo Ben siguiendo le el juego hasta darse cuenta de una marca que tenía en su cuello —Hija de tu....

¿Que? —lo amordazo —¿Dijiste algo Pat...digo Ben?.

Las manos del Rey se empezaban a mover fuertemente tratando de zafarse, Evie comenzo a subir despacio la camiseta de Ben mostrando otros moratones, mordiscos y arañazos que el rey no le había echo, cosa que enfureció aun más a su bestia, ella sólo tenía que ser de el, sólo para el.

Le causaba decepción y furia que alguien hubiera ingresado en su territorio y que ella dejará, no podía creerlo la rabia de apoderó de el, un valor intenso recorría todo su ser aciendo que las espesas se rompieran luego de su transformación, el corazón de Evie latía rápidamente arrepintiendose de su pequeño jueguito era obvio que los consejos de su hermana mayor no servirían para editar a Ben.

Los celos sólo quitaban lo peor de el y ahora lo sabía, el la agarró y sus brazos esta lo miro con impresión paralizada del miedo, comenzó a olfatearla notando cierta cosa extraña en ella, se levantó con ella en sus brazos dirigiéndose a el bañó.

Bañate —ordenó Evie diría que eso era lo más extraño que había pasado en su vida y no estaría mintiendo —¡¿Acaso no oyes?!.

Abrió la ducha quitándose la remera haciendo que Ben vea todas sus "marcas" y gruñera sabia que aquel jueguito debia acabar o solo provocaria mas daño.

Con la mirada de Ben en su cuerpo comenzó a enjabonarse haciendo que todo el maquillaje que había tenido se valla junto al agua, el rey sonrió y le paso una toalla cuando había terminado, ella luego de cecarse se envolvió en la toalla, el la alzó de nuevo en sus brazos y la depósito en la cama.

Perdóname  —dijo ella con la cabeza baja —Sólo quería....

Duérmete —la interrumpió pasandole una de sus camisas azules —Mañana será un largo día.

Evie se puso la camisa, quería irse de ahí pero tampoco quería dejar a Ben en ese estado, sabia muy bien que cuando estaba transformado no la pasaba tan bien que digamos.

Evie se recosto en la cama deseando que Ben la acompañará pero sabía que no lo haría, suspiro tristemente cuando lo vio en el sofá de la habitación mirandola con enojó, sólo calló para no hechas las cosas a perder y se undio en un sueño que vino gracias a la compañía de la teiztesa.

La tomenta había llegado por la madrugada, Evie temblaba de frío, de miedo, no había alguna colcha calentita cerca, y no se la pediria aquel afortunado que tenía un gran pelaje que lo cubría en aquellas ocaciones y dormía como un cachorrito gigante que al parecer tenia pesadillas.

Ben grupos en sueños y golpeaba fuertemente el sofá con un puño mientras rasgaba el pudo con sus garras, sin darse cuenta calló del sofá. Evie se levantó de la cama al ver a sus bestia de aquella forma acarició su pecho y este simplemente la abrazo.

Estoy aquí  —dijo escuchando el latido del corazon —Así que calma mi Bestia.

Ben alzó a Evie en sus brazos la dejo en la cama y se recosto alado de ella, ella se puso en posición fetal el con sus grandes brazos cubrió una gran mayoría de su cuerpo quitando aquel frío que antes no la dejaba dormir, y ella dándole el cariño necesario para aullentar las presiones transformadas en pesadillas qué cargaba el Rey.

Te amo mi Bestia —susurro Evie antes de quedarse dormida.

Y yo a ti mi traviesa brujita —contestó Ben con voz ronca acercándose más a su bestial cuerpo.