A Su Servicio My Lord

Warm and cold

DISCLAIMER: Yuri On Ice no me pertenece

ADVERTENCIAS: OCC, Errores Ortográficos y lagrimas(?)

Disfrutad.

-¿Mamá? –

-Yuuri Cariño...- Trago saliva a través del teléfono y enredo los dedos en el cable que le permitía comunicarse con su madre.

-E-Entonces...- No quería creérselo, por lo tanto no podía salir de sus labios pero era cierto.

Viktor había ido por él

-Es muy guapo Yuuri –

-¡Mamá! – Yuko se rio al verlo. Estaba enrojecido hasta las orejas y temblaba como si estuviera realmente ansioso de algo

-¿Quieres...que te lo pase? – Suspiro. Después de todo el recorrido que tomo, al final parecía que solo había sido un desperdicio. Cuando las chicas le dijeron la noticia, pensó que se derrumbaría en cualquier momento, sin embargo el teléfono sonó y al otro lado Hiroko le informo la nueva visita que tenía en estos momentos.

Habían sido tan idiotas

No le gustaba ese sentimiento, era como una lenta tortura, había venido con la esperanza de encontrarlo y decirle todo lo que sentía. Las ansias, y los nervios, la hambruna de algo más que solo un apretón de manos...lo estaba carcomiendo, muy, muy en el fondo.

-No...- Sin embargo no quería escuchar su voz, si lo hacía se estremecería por completo. Sentia que habían pasado años desde que lo hacía visto ¿Era esto lo que llamaban desespero? Prefería verlo en persona que escucharlo por teléfono. Sabía que eso solo aumentaría sus enormes ganas de verlo, parecía una necesidad en estos momentos, no quería tomar tal riesgo

-P-Pero – Viktor estaba sentado en el sofá de la casa Katsuki, al igual que Yuuri, él también estaba sorprendido. ¿Habían tenido la misma idea el mismo día? ¿Era obra del destino acaso? Estaba febril y perturbado. La piel muy fría y algo despeinado más de lo usual.

Makkachin a su lado movía la cola rapidamente, sentia que Viktor estaba tan inquieto que su actitud se le estaba contagiando. Bullicioso y alborotado por querer tirársele encima a ese humano, ese chico que huele a vainilla y a flores.

Hiroko no sabía manejar los nervios, estando bajo presión volteo a ver un momento al albino y justo en ese momento Viktor descubrió lo que estaba haciendo. Nada de traer un poco de té, estaba al teléfono.

-Por favor – Se acercó hasta ella y le pidió el aparato, Yuuri al otro lado seguía tratándola de convencer. Quería acabar rápido la conversación para devolverse a su hogar. Tendría suerte si las chicas le ayudaban con el dinero para el tiquete del tren.

Mientras que la madre de Yuuri decidía de si darle el teléfono al ruso o no, Yuuri noto como el silencio al otro lado del aparado se hacía presente.

-¿Alo? ¿Madre? – Viktor lo escucho bien y sonrió suavemente. Hiroko no tuvo de otra que entregárselo mientras que retrocedía apenada - ¿Ma-

-Yuuri – La boca se le seco rápidamente. Un espasmo recorrió su cuerpo y jadeo de la sorpresa. Su voz seguía siendo la misma a pesar del tiempo...solo habían pasado unos meses y ya se sentía realmente extraño. Oler el aroma de la mansión y escuchar su voz lo hacía retroceder muy atrás, cuando apenas aprendía y lo seguía a todas partes. –Yuuri...-

No emitió ningún sonido. Las chicas al fondo lo miraban enternecidas, Yuko se cubria la boca para apaciguar sus llantos con un pañuelo, mientras que Mila consolaba a la pelinegra Sara que lloriqueaba sin pudor alguno como una niña.