A Su Servicio My Lord

Flourish

DISCLAIMER: Yuri On Ice no me pertenece.

ADVERTENCIAS: OCC(?), Errores ortográficos, diabetes, final :C, Lemon y un profundo amor.

Notas al final.

En la mañana seguía nevando como era costumbre, sin embargo dentro de la habitación se podía sentir una calidez que provenía de los dos cuerpos que descasaban en la cama y también de la chimenea. La madera se quemaba poco a poco y el chasquido del fuego traía paz en el lugar.

Yuuri se removió en su sitio y despertó con un agradable sentimiento en el pecho. Las sabanas inmaculadas le cubrían su cuerpo y el de Viktor como dos par de prendas ceñidas a su cuerpo. El abrazador sentimiento de despertar viendo el rostro durmiente de su amado fue sin duda, uno de los pasamientos que más disfrutaba y descubrió que le gustaban.

Tomaba horas dedicándose a delinear sus ojos y sus labios con amor y ternura, era lo mínimo que podía hacer ahora que lo tenía todo. Era tan feliz como para morir en esos instantes con una sonrisa plasmada en sus labios. Claramente no es algo que deseara en esos momentos pero si sucediera, estaría satisfecho de admitir que fue unas de sus mejores vidas.

Se enderezo recordando todo lo que tenía que hacer el día de hoy y contemplo las camelias rojas que se encontraban encima de un tocador cercano. Desde el día de ayer en su pequeño baile los dos juraron que se esforzarían en plantar las flores en el jardín cuando la primavera llegara, aunque para eso antes tenían que hacer que aquellas flores, no se marchitaran en esa época del año, lo cual parecía un reto difícil de lograr.

Cuando sus pies tocaron el suelo y la madera trono con sus ligeros pasos, se estiro recordando el tan aclamado día.

25 de diciembre. Prospera navidad y cumpleaños de Viktor Nikiforov. Su amado.

La navidad no se celebraría en la mansión, más por que preferían celebrar el cumpleaños de Viktor que por eso. Después de todo habían muchas religiones regadas en cada habitante de las habitaciones de la mansión, si decidían celebrar las dos cosas...bueno, Yuuri no quería ni pensarlo.

Se escabullo despacio hasta el tocador y toco los pétalos de las flores recordando las palabras de Yuko

"Tenemos planeado hacer un cena, Mila y Sara se encargaran de distraer al señor Nikiforov yendo a comprar ropa y regalos con el dinero reunido de todos, mientras que te alistas para el evento después de la cena."

El dichoso evento no se lo habían contado, la única pista que tenía era que debía de ir vestido elegante y galante. Volvería a usar esos trajes de etiqueta, aunque esta vez no sería para mayordomo si no para celebrar el cumpleaños de Viktor. Lo peor, no tenía ni idea de que usar, no tenía dinero para comprar un traje y mucho menos tiempo para arreglarse.

Tenía planeado ayudar en la cena aunque parecía obvio que no lo dejarían, pero a pesar de sentirse algo ofuscado se sentía realmente feliz y nervioso al mismo tiempo. Su regalo estaba listo y no tenía ni idea de cómo se lo tomaría Viktor, era bochornoso y sentía que se desmayaría de la vergüenza pero tal vez solo eran los breves síntomas secundarios de una persona enamorada.

—Yuuri~ La cama esta fria~ — Suspiro enternecido y regreso en puntas hasta la cama. Le regalaron la bienvenida con un par de brazos. La bienvenida olía a menta, pino y a flores silvestre, aun no sabía que tanto se aplicaba Viktor en el cuerpo pero olía tan bien que sentía su garganta ronronear cuando lo tenía cerca.

Alzo la mirada y delineo de nuevo sus labios. Su regalo iba a ser perfecto.

A Viktor no le gustaba esto.