Capitulo 10

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 ¡DEMONIOS! Que estúpida soy, como pude haberlo confundido

-Disculpe, lo confundí- dije apenada por lo ocurrido

-Oh no hay cuidado- respondió amable el apuesto joven

-¿Tobías?¿Eres tu?-  pregunte curiosa

-¿Selene?¿Eres tu?- respondió con una pregunta

Reímos juntos

-¿Cómo has estado? Ya no supe nada de ti desde aquel día- como si hubiera pasado mucho tiempo- quería pedir tu número para poder mantener contacto contigo pero se me olvido- dijo sonriente

- Bien gracias, ya estoy mejor de lo que estaba ese día- dije colocando mis manos dentro los bolsillos de la sudadera que usaba- ¿Tu? ¿Como seguiste?- dije observándolo de cuerpo completo, llevaba unas muletas .

-Pues me fracture dos dedos del pie derecho y los moretones nada más-respondió sin borrar la sonrisa tan marcada que tenia en su rostro-Pero dime ¿Como le has hecho para recuperarte tan pronto de lo dañada que estabas?- dijo indignado

-Hay Tobías, hay muchas cosas que ni yo misma se porque pasan- dije bajando la mirada.

Seguimos platicando y platicando, nos sentamos en la banqueta y seguimos charlando

-Oye, ya es tarde y tengo hambre- dijo Tobías sobándose el estomago- ¿ te parece si te invito a comer a mi casa y vemos unas películas? Mi casa esta cerca de aquí- propuso tomándome de la mano

-Un momento- respondí rascándome la cabeza- Si tu casa esta cerca de aquí ¿cómo es que pudiste llegar desde mi casa hasta la tuya?

- Bueno; todo fue muy extraño, después de que te deje en tu casa seguí caminando algo aturdido, como 15 minutos después mi hermano llego por atrás corriendo, me vio y pues caminamos juntos hasta casa donde después mi madre me llevo a la clínica- dijo mientras se levantaba- ¿Entonces? ¿Gustas ir conmigo?- dijo extendiendo una mano hacia mi

-Bueno , esta bien, solo porque me agradas- dije tomando su mano para poder levantarme

Comenzamos a caminar por aquellas ruidosas calles llenas de trafico y gente atareada como las de cualquier ciudad, luego recordé que salí sin avisar así que les llame a mis padres para avisarles que estaría en casa de Tobías un amigo de la escuela, ya que no podía decirles que el era quien me había llevado hasta casa por las sospechas tan infames que tenían de el; primero me regañaron por salir de casa tan bruscamente pero después accedieron.

Entramos a un vecindario muy bonito, carros lujosos, las casas muy bien decoradas, muy limpio y se veía que la gente que vivía ahí era gente “bien” o gente de dinero, no me molestaba caminar, al contrario lo disfrutaba pero al parecer Tobías no lo hacía mucho como yo

-¿Te duele tu pie?- pregunte solo para saber si era el pie lo que le incomodaba

-Mucho- respondió haciendo una mueca de dolor

-Déjame ayudarte- contesté estirando mi brazo para que el pudiera apoyarse de el mío.

-Gracias, pero ya llegamos, esa es mi casa- señalo una casa con fachada de piedra, similar a la mia , pero esta mezclando estilos coloniales y modernos, con unos arboles que tenían unas flores blancas; bonita para mi gusto

Caminamos y abrió la puerta de madera que había en la entrada como todo un caballero, me pidió que pasara y me mostro su casa; al pasar la puerta se podía observar un espacio abierto, una escalera que daba a la planta alta, tres pasos después a la derecha podía ver su sala de estar, con un espacio grande, sofás de piel una alfombra muy peculiar y una jardinera que  dividía la sala del corredor, al lado derecho estaba su comedor y su cocina, ambos rústicos y con una barra que los dividía del corredor, en la planta alta había un barandal que tenía vista hacia la sala de estar, había 5 cuartos; el de Tobías,  el de sus padres,  el de su hermano desde el cual solo se podía oír música , el baño y uno que ocupaban para guardar las cosas que ya no cabían en el sótano .

Luego del recorrido me senté en un sillón y vi que igual se podía ver hacia arriba, prendió Tobías el televisor y fue a la cocina a calentar unas hamburguesas para comer, estábamos viendo “Los juegos del hambre”, todo estaba muy bien, pero de pronto de fue la luz…

-¡¿QUE DIABLOS?- se oyó desde la obscuridad

-Se fue la luz- respondió Tobías- Abrázame me da miedo la obscuridad – dijo mientras me abrazaba

Reí un poco -¿Quién es?- pregunte

-Es solo mi hermano-respondió

-¿Quien esta ahí contigo?- dijo otra vez el hermano de Tobías- Huele muy bien ¿Qué comen?

-Es una amiga- contestó Tobías - Hamburguesas.

-¿Podrías darme una  hamburguesa?- pregunto

-Ven por ella- dijo Tobías

El hermano de Tobías venía en camino, solo lo podía ver por la luz de su celular que utilizaba para poder caminar sin tropezar, bajo las escaleras y camino hacia la sala, y justo cuando estaba tomando su hamburguesa frente a mi se prendió la Luz.

¡Dios mio! Esta vez no me podía equivocar, esta vez si era Liam 

Amores miserables..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora