Primer día del fin de semana, lo cual significaba que algunos de mis compañeros se prepararían para asistir a alguna fiesta a la que, como siempre, no estaba invitada. En esta ocasión seria en casa de Bellatrix Smith, la más chica popular y “bonita” de mi generación. Muchos chicos la pretendían, aunque sinceramente a mi parecer es más maquillaje y plástico que persona. Algunos chicos decían que sería la fiesta del año, pero en fin, realmente no me importaba puesto que yo estaría en casa esperando con ansias a que llegaran mis papás del trabajo. Les prepararía una linda cena puesto que hoy era su aniversario número veinte de matrimonio y sería una bonita sorpresa (además sería un apoyo después de una larga jornada de trabajo).
Eran las seis en punto pm y mis padres aun no llegaban (su hora de llegada era a las cinco pm con un pequeño margen de error de diez minutos). Comenzaba a preocuparme, así que impaciente llame a ambos celulares sin recibir contestación, cosa que me preocupo más y comencé a imaginar cosas horribles que podrían haberles pasado (estúpida imaginación mía).
Camine y camine como loca por toda la casa hasta que un sonido proveniente del comedor llamo mi atención. Corrí rápidamente al percatarme que era el teléfono y conteste:
-Bu-bueno?- dije nerviosa
-¿Sele? Hija ¿Cómo estás?- dijo aquella dulce y fina voz que lograría reconocer en cualquier parte; se trataba de mi madre.
-Bien mamá ¿ya vienen?- conteste feliz.
-Para eso hablaba, tu padre y yo saldremos a cenar y llegaremos tarde, no te preocupes, te queremos, adiós.
-Yo también los quiero, besos.Sentí mi mente calmarse al escuchar la voz de mi madre (menos mal que no pasó nada de lo que imagine).
Subí a mi habitación y me tire en mi cama, no sin antes haber encendido el televisor y aventado el móvil en sofá de mi cuarto. Después de un rato me dio hambre, así que decidí salir por un café y bocadillos. Me levante, apague la TV, me puse una sudadera cualquiera, tome mi celular y mis llaves para salir en búsqueda de mi objetivo.
En mi camino me tope a varios chicos que asistirían a la fiesta de Bellatrix, iban muy emocionados, sin embargo decidí no tomarle interés y seguí mí camino.
Era una bonita noche, no hacia frio ni calor y sin darme cuenta, por ir apreciando el paisaje, ya había pasado la cafetería con una cuadra, tonta. Entré a la cafetería y pedí un Capuchino, mi favorito, y una pequeña bolsa de bocadillos. Pague y camine a un parque que quedaba cerca de mi casa donde pude sentarme a disfrutar de mi cena. Cuando termine busque un basurero donde, obviamente, deposite mi basura y emprendí el camino de regreso a mi morada.
Al llegar a casa revise mi celular y tenía diez llamadas perdidas de un número desconocido. No me importo puesto que las únicas personas que tenían mi numero eran mis familiares, y ese número no correspondía a ninguno de ellos. Además, si era importante volverían a llamar, cierto?
Eran casi las ocho treinta así que decidí tomar una ducha para después, finalmente, ir a dormir. Abrí la llave de la regadera y mientras esperaba que el agua se calentara puse un poco de música (por lo general me tardaba entre tres o cuatro canciones máximo en la ducha, pero era sábado y mis padres no estaban así que podría disfrutar de un largo y relajante baño). Cuando acabe me puse mi pijama, me recosté en mi cama y comencé a jugar Flapply Bird en mi celular. Gritaba como loca, me daba nervios cuando me acercaba a los obstáculos. Gracias al cielo que nadie estaba viéndome.
De repente una llamada entro en mi celular, otra vez aquel número misterioso, así que sin más, tome la llamada:
-¿Hola?- dije algo dudosa al no saber de quien se trataba.
-¡Te stamos sperando! ¡Ya vente!- dijo aquel extraño
-¿Disculpe? ¿Con quién quiere hablar?- Conteste molesta. De seguro aquel tipo estaba borracho, pues se notaba como arrastraba las palabras.
-¡Con-tigo Slene! Ya vente pa’ca. ¡Testamos sperando en la fiestap de la Bela-trix!- respondió arrastrando desesperadamente la equis
Apenas alcance a comprender lo que dijo, pero no me fue difícil adivinar lo que quiso dar a entender: que fuera a la fiesta de Belatrix. Cuando quise preguntar quién era ya era demasiado tarde pues había colgado.
La curiosidad me gano y decidí ir para saber quién era. Pensé en llamar a mis padres para avisarle que iría a una fiesta, pero no quise interrumpirlos, además no creía tardarme mucho así que sólo deje una nota en la mesa de la recepción:“Papas:
Fui a una fiesta, llámenme al celular.
Los quiero. Sele :)”Me arregle un poco y salí a mi destino: La casa de Bellatrix Smith.
Estaba ahí, en esa fiesta, wow eso sí que era raro. Iba de vestido aqua un poco holgado y una chaqueta de mezclilla, zapatos sin tacón que hacían juego con el vestido.
Pude notar que todos me veían, eso me incomodaba, pero aun así seguí caminando. Yo solo era una simple chica que confiaba en todo el mundo, grave error.
Bellatix estaba sentada con un chico. Me acerque y pude notar se estaban burlando de algo, mire a todos lados pero no veía de que se reían o que había pasado.
-Hola! –dije parándome frente la mesa de Bellatrix. –Es un gusto estar en tu fiesta, hola… mi nombre es Selene, es un gusto conocerte.- me dirigí ahora al chico castaño.
-Mucho gusto… jajaja.
-Es un placer tenerte en mi fiesta Sel –la anfitriona se subió a la mesa para llamar la atención, no entendía que era lo que estaba pasando. –ESCUCHEN TODOS! Selene, la niña nerd esta en esta fiesta! Alguien aquí la invito? Creí que sólo se le había mandado invitación a la gente POPULAR.-enfatizo con desprecio- Pero bueno, ya que ella está aquí, vamos a jugar un poco con ella…Definitivamente no entendía nada, pero su tono no me daba buena espina.
ESTÁS LEYENDO
Amores miserables..
Ficção AdolescenteUna guerra mágica no es muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver o simplemente oír. Muertes. Traiciones. Secretos. Héroes. Factores que dependen de otros factores para solucionar la situación, esta vez fueron mis ancestros; una gitana y un...