Con la vista borrosa por las lágrimas que inundaban mis ojos, Liam y yo salimos corriendo de casa tomados de la mano, la clínica se encontraba a veinte minutos en automóvil pero no me causaba flojera tener que llegar ahí a pie.
Corrimos como desesperados la primera cuadrada desde mi casa y el alumbrado prendía y apagaba como sí de algún modo expresara lo que sentía en ese momento. Liam se detuvo.
-¡Sele espera!,un taxi- anuncio
Regrese hasta dónde Liam se encontraba posado y que pidió la parada al taxista que se detuvo.
-Buenas noches muchachos ¿A dónde los llevó?- dijo amable el señor que parecía de unos 40 años y de descendencia caribeña
-A la clínica- respondió Liam
El taxista puso música y conducía con rapidez hacia el destino pedido.
No hubo un intercambio de palabras extenso entre nadie de las personas que nos encontrabamostrarlas en aquel no tan viejo taxi.
-Todo estará bien chaparra- Liam me abrazaba
No contesté sólo me acerqué más a el.
-Hemos llegado- dijo el señor
-¿Cuánt..- dije rápidamente pero Liam me interrumpió
-Pagaremos de aquí- entregando un billete de doscientos dólares, era mucho dinero y no era el billete con más valor que tenía en su billetera- corre - me empujaba hacia afuera.
-Permítame, le doy su cambio-el señor se oía presionado
-Oh conserve el cambio- dijo cerrando la puerta del taxi apresurado, me volvió a tomar de la mano y corrió por delante para entrar a la clínica.
Entramos corriendo y enseguida un policía nos llamó la atención.
Fuimos a la sala de espera ;rápidamente identifique a mis padres y a la abuela; todos abrazados .
Nos acercamos, veía a mi padre preocupado y creo que sintió la mirada tan penetrante que mis ojos grises provocaba porque volteó a vernos. ¡Mierda! se nos olvido soltarnos y mi padre nos vio, espero no tener una platica sobre eso.
-¿Cómo está el abuelo?- pregunté en general
-Buenas noches- saludo Liam
-Que bien que ya llegaste, hija- me respondió papá - Buenas noches joven- saludo a Liam, mi madre estaba sentada junto a la abuela, parecía estar tranquila. así que me acerqué a ellas y deje a Liam con mi papá.
-¿Como está el abuelo?-volví a preguntar
-Ay mija, probablemente no amanezca con vida- contesto la abuela tomandome de la mano - pueden pasar a verlo tú y tú amigo sí así lo desean, puede que solo te este esperando para despedirse de ti- respondió
-Entraremos a verlo- dije - Liam ven conmigo- le estire la mano.
-¿Liam?, me parece haber escuchado ese nombre antes- dijo papá
-Seguramente fue en la televisión- dije - babosa, ellos pensaban que Liam me había agredido, como pude decir su nombre- pensé
-Por cierto en la habitación diecisiete del tercer piso- hablo por primera vez mamá desde que llegamos.
Liam y yo comenzamos a caminar por los pasillos del hospital alejándonos de los demás.
-¿Porque me dejaste a solas con tú papá?, fue muy incómodo- replicó Liam
-AJAJA, ¿De que tanto hablaban?- dije
El tiempo con Liam siempre se me va volando, cuando vi ya habíamos llegado a su habitación del abuelo.
Abrí la puerta con la mano temblorosa y ahí estaba el, no lo podría reconocer estaba muy diferente a lo normal e incluso volví a revisar que fuera la habitación correcta; tenía su cabeza llena de vendas, las partes de su cuerpo que estaban visibles tenían moretones y obviamente su estado de ánimo no era el mismo. Rompí en llanto y Liam seguido de mi, me acerqué y tomé su mano.
-Ya estoy aquí- abrió sus ojos; aún no perdían el brillo que tenían..
-Tengo tantas cosas que decir...- dijo con esfuerzo
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Amores miserables..
Teen FictionUna guerra mágica no es muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver o simplemente oír. Muertes. Traiciones. Secretos. Héroes. Factores que dependen de otros factores para solucionar la situación, esta vez fueron mis ancestros; una gitana y un...