Planeando un robo legendario

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En la enorme mesa de la cocina, los bandoleros de Mattis y los de Borka se encontraban reunidos, todos con los oídos bien concentrados en la charla susurrante de sus dos jefes, quienes supuestamente hablaban en tono bajo para evitar que sus esposas escucharan su secreta conversación.

Sin embargo en cuanto Undis escuchó las palabras "asalto en casa de los Norrgarden" la mujer dejó a un lado la cuchara con la que revolvía el arroz con leche y le tomó de la oreja a su marido dejando al instante en silencio al resto de hombres.

-¡Ni se te ocurra asaltar esa casa mientras tu hijo se encuentra ahí!

Los bandoleros se miraron asustados de saber que su plan estaba más que al descubierto, pero intentaron fingir demencia, Borka con una gota de sudor en la cien y una sonrisa titubeante respondió a su esposa.

-¿De qué hablas Undis? yo no...

Al instante la mujer jaló con más fuerza haciendo que el hombre se levantara de su asiento y le miró con esos severos ojos azules y el hombre se encogió de hombros.

-Más te vale.

Agregó la mujer entendiendo que con ese gesto, su marido estaba cediendo.

-No son más que un grupo de bestias.

Expresó la mujer sirviendo el arroz con leche en los tazones.

-Bien jefe... Entonces será mejor que valla a ver a Birk para saber de su estado de salud y podamos planear cuando se llevará a cabo el robo.

Susurró Peljie a Mattis, el cual afirmó y le hizo señas con la mano para que se acercara más y echando una mirada previa para comprobar que alguna de las mujeres no lo observaba, le dijo al oído a su joven bandolero.

-Y asegúrate de que Ronja no le diga nada extraño.

-¿Extraño?

Preguntó el bandolero del gorro alzando la voz y mirando a su jefe extrañado, Mattis le tomó del cuello de la camisa y lo acercó de nuevo.

-¡Si!, Si Ronja le habla de... - Hizo una ligera pausa tomando un respiro para calmarse y aclaró su garganta. -... sus sentimientos.

-No le entiendo bien jefe...

-¡Solo has lo que te digo y ni una palabra del robo ni del resto, no quiero que esa pequeña salamandra preocupe a mi palomilla!

Amenazó el jefe de los bandoleros alzando la voz, se sintió observado y volteó temeroso viendo como Undis le dejaba su plato mirándole seria.

Peljie resopló y metió la cucharilla a su plato, al sacar el arroz caliente sopló un par de veces, Mattis volteó a verlo furioso y justo cuando estaba por probarlo el jefe le interrumpió tomándolo de nuevo de la camisa.

-¡¿Qué esperas, Ronja ya se va, si no te apresuras no vas a alcanzarla!

-¡Si jefe!

Respondió el bandolero apresurándose a la puerta, la hija del bandolero ya estaba saliendo del castillo.

Mientras tanto, Birk aún en cama, comía sopa de calabaza escuchando a Britta, quien desde la mañana se acercó al pelirrojo para charlar de nuevo, solo que ésta vez fue Birk quien preguntó sobre su familia.

-Desde hace generaciones los Norrgarden se dedican a la venta de joyería de plata.

Explicó orgullosa la rubia.

-Tenemos tiendas en la gran capital y muchas ciudades cercanas.

-Ya veo....

Agregó el pelirrojo dando una mordida a un pan.

Te amo, Hermana mía (Ronja Rovardotter y Birk Borkason)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora