EL BAŃO DE PREFECTOS.
P
arvaty la creyó y Hermione comenzó a leer la carta:
Querida Hermione:
Antes cuando te fuiste, no me dio tiempo a decirte que te espero en la sala común a las 00:00 puedes llevar bañador (eso es opcional).
Te quiere:
Harry
Al leer la última frase, Hermione no pudo evitar que un ligero rubor acudiese a su rostro.A las 00:00 cuando ya sus compañeras dormían, Hermione bajó a la sala común, donde ya estaba Harry esperándola:
-Bueno ¿Vamos? –preguntó Harry
- ¿A dónde? – quiso saber Hermine
- ¡Es una sorpresa!- dijo Harry en tono de misterio
Harry condujo a Hermione hasta una puerta, de pronto se paró y dijo en voz alta:
- ¡Rosas esculpidas!
La puerta se abrió y quedó a la vista el baño de los prefectos con su pequeña piscina, los cien grifos de oro, el cuadro de la sirena, las toallas... Hermione se sorprendió mucho.
- Me habían dicho que el baño de los prefectos era magnífico, pero esto... se sale de las tablas... Ahora lamentó no ser prefecta –dijo sin salir de sus asombro y preguntó- ¿Cómo te sabes la contraseña?
Entraron y harry cerró con pestillo.
-Myrtle me la dice cada vez que la cambian –respondió con total tranquilidad.
-¿Myrtle? –preguntó Hermione - ¿Myrtle la llorona? Creo que sebo empezar a ponerme celosa- añadió con una risita
Todavía riendo se quitó la ropa dejando al descubierto un precioso bañador de triangulo y colores. Harry por su parte llevaba un bañador gris con dos rayas naranjas en sendos lados. Miró a Hermione con un justo de disgusto más bien cómico y dijo:
-¡Vaya! Finalmente trajiste bikini- meneo la cabeza de lado a lado en señal de desilusión y añadió – yo que creía que no lo harías.
-Tonto - dijo Hermione- Tú también lo trajiste así que se supone que estamos empatados- dicho estó le sacó la lengua y se tiró al agua con espuma de cabeza.
Harry se tiró tras de ella y estuvieron jugando largo rato, hasta que Hermione se apoyó en una de las paderes y de forma muy sensual le hizo un gesto a Harry con el dedo para que se acercará. Él lo hizo sin pensárselo dos veces, en cuanto estuvieron cerca, ella le pasó los brazos por el cuello y él la abrazó por la cintura.
-¡Harry!- dijo Hermione- Mañana tienes que ganar. Hazlo por mí...
-¡Ganaré!- le respondió él - te lo prometo, que tú estés ahí es lo único que necesito.
Hermione besó a Harry, y las manos de este se deslizaron lentamente hasta el broche del bañador ella al tiempo que sus besos bajaban al cuello.
-Harry... ¿trajiste por casualidad tu varita?- preguntó Hermione. Agachó la cabeza y añadió con un gesto de disgusto- es que se me olvidó la mía.
-No creí que me hiciera falta- dijo Harry- No te preocupes. Dejémoslo para otro día, tu mera compañía ya me hace feliz.
-Bueno... de acuerdo. Pero te prometo una BUENA compensación por el descuido.
-Bueno... si te empeñas... – dijo Harry. La abrazó y le sonrío- ¡Te quiero Hermione! Me haces la persona más feliz del mundo.
-Tú a mi también Harry –Hermione miró la hora y dijo - ¡Por Dios, son las 2:30 de la mañana, tienes que dormir o mañana no te levantarás para el partido.
Hermione salió del agua seguida por Harry, él la rodeó con una toalla para secarla. Se vistieron y junto con la capa invisible y el mapa del merodeador se fueron a sus respectivas habitaciones. Filch estaba persiguiendo a Peeves en una habitación, Snape en su despacho y el resto del colegio estaba durmiendo. Así que consiguieron llegar a su habitación sin ningún inconveniente.