Capitulo 6

566 15 0
                                    

Cap 6: Ese primer beso...
Llegué al árbol junto a la cancha de fútbol a las 5 exactamente. Y ahí estaba, parado al lado del árbol. Cuando me vio, sonrió pícaramente, como siempre suele hacer. Mi corazón comenzó a latir rápidamente, una parte de mí quiso alejarse corriendo de ahí, pero seguí caminando.

-¿Qué querés, Diego?-le pregunté.

-Hablar contigo.-me dijo aún sonriendo.

-No tenemos nada de que hablar. Te dejé muy en claro lo que pasa, así que adiós.-dije, quise alejarme, pero me detuvo.

-Espera, ¿por qué tanta prisa?-se intrigó. Me tomó del brazo y sentí un cosquilleo que me incomodaba, pero a la vez no quería dejarlo ir.

-Tengo que llegar a tiempo a casa para cenar.-respondí-Mis padres se enfadarán si no llego.

Rió.

-¿De qué te reís?-le dije cortante.

-Que no te queda ese papel de "niña buena".-dijo Diego con su tono bastante masculino. Ese que te hace pensar que hablás con un hombre mayor.

Ya había logrado que me soltara, así que iba salir de ahí corriendo, pero al escuchar eso me detuve. No permitiría que me ofendiera de nuevo.

-¿Qué dijiste?-exclamé.

-Que dejes de actuar como la niña educada.-me tomó de la cintura y me acercó a él, dejando nuestros labios a unos cuantos centímetros-Sé que en realidad te gusto...

Estábamos tan cerca que podía escuchar su respiración agitada y sus latidos acelerados. Quise alejarme, pero no reaccioné, ¿qué me estaba pasando?

-Estás loco...-fue lo único que alcancé a decir-N-no me gustás.

-¿Ah no?-me dijo, aún sin soltarme.

-No, así que déjame en paz...-traté de luchar para que me soltara, pero mi cuerpo no respondía.

-¿Y qué pasa si no quiero hacerlo?-me retó. Puso mis manos en sus hombros, era inevitable besarnos, pero me resistí.

-En serio no te entiendo.-contesté-Tenés a un montón de chicas que están enamoradas de vos, ¿por qué me hacés esto a mí, si a mi no me gustás?

-Porque eres especial...-susurró en mi oído-No eres como las otras chicas, eres diferente. Es imposible suprimir la atracción que hay entre nosotros.

-Por favor, Diego,-le rogué, mientras intentaba quitar sus manos de mis caderas-soltáme. Te lo pido por favor.

-¿Y por qué quieres que te suelte?

Respiré hondo y exclamé:
-¡Porque me gustás tanto que si me tomás así será inevitable besarte!

Salió. Así es. Al fin había salido. Ni yo me di cuenta cuando lo dije, tan sólo salió de mí. Era extraño, pues jamás había confesado mis sentimientos verdaderamente, pero supongo que esta vez me sentí con demasiada presión.

Diego se quedó mirándome, con sus ojos verdes llenos de misterio y suspenso. Era casi imposible saber lo que pasaba por su cabeza.
Nos quedamos en silencio por un tiempo, hasta que sin decir nada, me fui. Pero de nuevo, Diego me detuvo.

-Espera, Martina, antes de que te vayas debo decirte algo...-me dijo aceleradamente mientras me sostenía con sus musculosos brazos.

-¿Qué?-dije desesperada.

Antes de que pudiera hacer algo, Diego me besó. Esta vez, de verdad.
Pude sentir sus suaves labios junto a los míos. Fue increíble, era como si por fin liberáramos todos nuestros sentimientos con ese beso. Diego me tomaba de la cintura, yo lo sostenía de la camisa.

Como pude, me alejé un poco. Separé mis labios, pero él no me dejaba ir. Ambos sabíamos que deseábamos más, pero no le iba a dar el gusto de que me hechizara justo como lo hace con las otras chicas.

-Adiós.-jadeé.

Me soltó y yo salí de ahí corriendo. Quise olvidar todo, pero en el camino a casa fue en lo único que pude pensar. Era horrible lo que pasaba.

"¿Será..." pensé "que me estoy enamorando?"

Novela Dietini: Un romance prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora