I D I O T A | Jamion [Gorillaz]

Capítulo 3

~Que maravilla~

Damon

–Eres un acosador –Se me rompió la punta del lápiz y dejó un bonito rayón en mis apuntes de la tarea de Química–. La pregunta aquí es ¿Le gusta que lo acoses?

–No seas imbécil, niña ¡Yo no soy ningún acosador! Creo que es la quinta vez que lo digo esta semana y estamos en Martes –Las risas tan particulares de esa mujer salían del teléfono sin parar. Tenía el teléfono sobre el escritorio para poder hablar con ella mientras hacía tarea. El llegar a casa para muchos significaba Dormir, pero para mí significaba correr escaleras arribas y marcar el mismo número todos los días en el teléfono de tono azul apagado y hablar un par de horas antes de meterse a la cama o hacer algún pendiente–. Solo me gusta verlo de vez en vez.

–Acoso, búscalo en el diccionario y vas a ver tu foto –Mire el teléfono y revire los ojos, hice un gesto burlón diciendo lo mismo aunque no me pudiera ver– Oye, Damon.

–Dime –Agarré un libro del pequeño estante que tenía arriba del escritorio y aparte saqué uno de mi mochila que había aprovechado a tomar mientras estaba en la biblioteca. Me faltaban unos cuantos apuntes más y terminaba.

– ¿Por qué te gusta? –Paré de escribir al igual que paré de existir por unos momentos. ¿Por qué me gustaba? ¿Al menos me gustaba? ¿Y cómo sabía ella que me gustaba? Creo que era un poco obvio y no era mentira que me solía emocionar con el más mínimo detalle referente a Jamie y contárselo por teléfono. Tome el teléfono y lo pegué a ni frente, pensando en una respuesta concreta, pero... En realidad no sabía por qué me gustaba, ni siquiera recuerdo desde cuando lo acepté– ¿Piojoso?

–No sé –Murmuré mientras en mi mente recopilaba cada cosa y momento en el que había pensado el típico "Eso me gusta de él" pero ninguna era la razón concreta del por qué me gusta. Si ella estuviera aquí, en un segundo me diría el por qué, casi sin pensarlo–. No, no sé, pero supongo que tiene que ver con la vez de la práctica de química en Preparatoria.

Tiempo atrás

–Con cuidado –Me advirtió Graham mientras juntaba sus manos como si fuera hacer una oración y las pegaba a su frente, cerró los ojos y murmuró– No vayas a hacer un desastre, Damon, te lo suplico

–Solo un po–qui–to más –Tenía el pequeño y delgado frasquito en mi temblorosa mano e intentaba ponerle una pequeña fracción de contenido de color amarillo dentro de la sustancia que había antes preparado Graham en el frasco grande con boca un tanto pequeña. Mi compañero de laboratorio, a sabiendas que era un poco torpe para este tipo de cosas, sólo me dejó como tarea el paso final– Un poquitito más

–Demonios, Damon, por favor apúrate –Hablaba un poco raro y como si estuviera presionando un poco su nariz; como si estuviera enfermo. Mi mirada estaba posada en la delgada línea que caía del frasquito a la sustancia.

–Hey, Graham –Oí la voz de Oliver y miré de reojo solo para ver cómo le tocaba se estiraba ligeramente sobre la mesa que estaba detrás de nosotros y le tocaba el hombro a Graham con delicadeza por atrás– ¿Me puedes ayudar?

– ¿Ah? ¿Qué? ¿Jane? –Graham inhaló una buena dosis de aire para después tomar un pedazo de papel, ponerlo en su nariz y soltar un gran estornudo. Mi mano tembló tan fuerte con el estornudo que terminé echando todo el líquido en la sustancia. Tarde en reaccionar que había metido la pata. Miré a Graham aterrado y él a mi confundido ya que estaba tan concentrado en sus mocos que no se dio cuenta de lo que había pasado– ¿Qué pasa? –Alcé el frasquito vacío sin decir nada y sonreí con miedo y consiente de lo que había hecho.