I D I O T A | Jamion [Gorillaz]

Capitulo 33

Bad Ending
Damon

Años después

–¿Sigues enojado? –Me mordía las uñas mientras Graham tomaba de su café–. Ah pasado un tiempo.

Era complicado estar con lo que podría llamarse ex-amigo de la escuela, quién estuvo conmigo mucho tiempo y creo que no había sentido ese grado de amistad con alguien más. Lo había invitado a un desayuno para hablar de nosotros, no quería que siguiera enojado. Estábamos envejeciendo y más allá de reunir la banda una vez más, la intención era reanudar está pausa tan estúpidamente idiota que habíamos puesto por amoríos que ni siquiera empezaron... Por lo que nunca terminaron.

Yo sabía que a Graham le importaba que fuéramos amigos, su forma alcohólica y despistada de decirlo era reunirnos en una cafetería dentro de la zona de mala muerte en la ciudad, dónde le pudieran poner la dosis correcta de ron a su taza cafeína sin que le alterase los rastros de la edad.

–Suficiente para seguir enojados –Hizo una sonrisa pequeña y lateral–. No tengo problemas contigo, ni con el resto, lo tengo con Blur en general. No ustedes sino Blur.

Pues esto no era una junta de negocios, pero para cerrar pronto el tema también que había que abrirlo rápido. Sabíamos a qué punto quería llegar y estaba bien, esto es por lo que fue.

–¿Qué hay de malo con ello? –Se me habían acabado las uñas de la mano izquierda así que empecé con la derecha.

–¿Para que reunirla? –Estiró las manos hacia los costados, en una seña relajada de las acciones que ni siquiera estaba tomando.

–No es reunirla, es reunirnos –Entrelacé mis manos y las puse sutilmente sobre la mesa–. Nosotros, los cuatro. De eso se trataba esto.

Suspiré y pasé una mano por mi cabello, para después volver a explicarle.

–Esto no empezó en una discográfica sino en una cochera ¿Recuerdas eso? Al amigo de tu padre rompiendo una botella en los pies de Alex porque estábamos haciendo mucho ruido –Me daba ilusión recordar aquellos tiempos–. Teníamos partituras entre las tareas.

–Y unos diez o doce kilos menos, tal vez más –Extendió su taza en forma de un "salud" burlesco–. Menos Alex.

–Eso da igual.

–No sólo es eso –Dejónla taza en la mesa–. Estábamos centrados en una idiotez como una banda, sin una familia que mantener. Teníamos edad para descuidarnos, para hacer tonterías como botar todo por un artista callejero.

–Callejero –Repetí en voz baja mientras prendía un cigarro para relajar mi falta de dopamina.

Se quedó callado y me miraba como director de escuela privada, esperando que le confesará el por qué maldita sea estaba sentado en esa silla de la dirección. Sería un buen detective, se le daba interrogar con los ojos cuando no estaba drogado.

–¿Sigues con eso? –Decía, sabiendo que no llegaría a nada sólo mirando.

Desde que cambio el tono de su voz y el nivel al que lo ponía, se venia evidencia más clara de la molestia de años que nos llevó a la pausa dentro de una amistad cultivada más tiempo que cualquiera de los libros de mi hermana. Si a este punto de la conversación quería llegar, se lo admiraba en grande de hacerlo sutilmente y a la vez de una forma tan directa. Coxon siendo Coxon.

–No –Me llevé el cigarro a los labios.

Fue la respuesta que quería y la verdad, nada más. Fuera máscaras.