I D I O T A | Jamion [Gorillaz]

Capitulo 32

No quiero ser quien soy
Damon

La ansiedad contenida durante las tres horas que había durado la presencia de la banda en el evento, fue algo que decayó después de 20 minutos esperándolo. Cuando fui al sitio y vi que no estaba, no me causó gran revuelo, sólo el pequeño pellizco de decirme a mí mismo "Tal fue por algo y vuelve" con la tranquilidad en declive conforme fue pasando el tiempo.

Había tenido muchas emociones rondando durante el día y noche que no sabía qué sentir en este momento en particular. Ya había estado un poco triste por él en el día, ya había pasado un parte de mi vida sintiéndome triste por las cosas que hacía. Había pasado una gran parte de mi juventud preocupándome por él.

–Hey, Damon –Me volteé para encontrarme con la sonrisa de Alex–. Queremos ir a celebrar ¿Por qué no vienes?

–Claro –Le devolví la sonrisa y relajé la aparente tensión que no había notado hasta ahora en los hombre– Que mierda, vamos.

Era una invitación amable, no era una al estilo Graham: disfrazando un vaso de agua con el alcohol más revuelto que pudo hacer. No podía dejar que mi rivalidad con mis propios sentimientos fuera un impedimento para salir con amigos.

Pero entre más pensaba las razones que tendría Jamie para mentirme, más le ganaba el enojo a la idea de sentirme mal.

–Tiempo sin verte así –Me tomó por detrás del cuello con uno de sus brazos y me despeinó–. ¡Venga! Así me gusta verte y no como... pues cómo tú, realmente eres tonto.

–Tal vez, pero no te pases –Fruncí un poco el ceño, pero él se echó a reír.

Esta era la parte de la noche y de mi vida donde aportaba más a sentirme bien, tragarme los sentimientos malos como si fuera una aspirina, pero siempre sintiéndolos ahí, como si no te hubieras pasado la pastilla con una mínima gota de agua.

– ¿Hace cuánto tiempo que no te veo un fin de semana? –Preguntó Alex mientras se acomoda el cabello sin tener que tocarlo.

–Bueno, la última vez que no me viste un fin de semana se queda en eso –Contesté con toda la seguridad que encontré–. En la última vez.

Por el gesto tan confundido de Alex me indicaba que tal vez todavía no era hora de entablar conversaciones confusas, pero a las cuatro de la mañana o dos botellas estaríamos listos para empezar desde charlas como la que intenté hasta un debate de quién creíamos que era Jack el Destripador; sabía que James pensaba que era Joseph Barnett, pero yo sostenía que el perfil le quedaba como guante a la reina y nadie podría hacerme cambiar de opinión.

Sobrio lo digo y ebrio lo reafirmó.

Al caminar, hubo un pequeño silencio, no uno incomodo sino como el que hay cuando a mitad del partido hacen una pausa publicitaria, que bajas el volumen y sólo te enfocas en otras cosas como el marcador o tu enojo propio por la mala jugada. Pero Alex decidió que esa pequeña paz dentro de la pausa publicitaria se volvería en realmente un silencio incomodo totalmente injustificado. Si fuera otra persona diría que quizá lo hizo con un propósito, pero siendo él sólo era una duda.

– ¿Qué pasará con la banda? –La alegría que me había demostrado en las anteriores preguntas había bajado en un porcentaje considerable, era más seriedad incomoda que otra cosa–. Quiero decir...

–Va seguir, eso es lo que va pasar –Aclaré como si fuera algo totalmente lógico. No había necesidad de parar Blur en estos momentos– ¿Qué más pasaría?