I D I O T A | Jamion [Gorillaz]

Capitulo 28

~Albarn Rules~

Alex

No se desvive en el ensayo, ni siquiera se esta desviviendo la mitad de como lo hace en el escenario. Parece muy pacifico para ser Damon. Parece muy estresado para ser Damon. Parecía que de la noche a la mañana se volvió el chico rebelde que siempre quiso y no había podido desenvolver.

Dave dice que parece que se está convirtiendo en el lobo en piel de oveja.

¿Ya se le subió la fama?

La noche anterior lo vi aplastando una lata de cerveza contra su cabeza (y quedando más idiota en el intento) después se la lanzó a alguien y se fue corriendo antes de que lo hicieran correr contra su voluntad, el tipo afectado por la lata aplastada se dio cuenta cuando Albarn ya estaba muy lejos.

Me alegraba su cambio, pero no todo era bueno porque todo cambio se deriva de algo y no lo encuentro. Graham tampoco, fue mi primer interrogativo hacía él y básicamente fue mi primer interrogativo hacía la banda y Justine después de la noche que se perdió con Gallagher: ¿Qué le pasa a Damon?; sólo celebran el logro de que después de más 20 años dejó de ser un bebote llorón.

–Voy a orinar –dijo Albarn a media canción, puso las manos en los bolsillos y tenía los ojos en lo alto, esperando a que cada instrumento quedara mudo y entonces fue que se dirigió, no hacía al baño, a una planta que había en el estudio.

–Hay un baño perfectamente funcional a 6 pasos de ti, Damon –lo regañó Dave, parece que Dave siempre lo estaba regañando al tratarse el tema tan delicado de cuidar los lugares donde ensayamos. Algunos no os pertenencia directamente y esa planta era una de las cosas que no nos pertenecía directamente– sólo 6 pasos, Damon, no 50 metros o 3 kilómetros, sino 6 malditos e insignificantes pasos.

–Ya acabé –Miró a Dave de una manera que no se hubiera atrevido antes: haciéndolo menos, aburrido, como si le hubiera dado el sermón más aburrido del mundo– ¿Graham, quieres venir a acomodarle los pantalones al tío Damon? Puedes tocar.

–Quiero que tu sucio y grotesco trasero este parado delante del maldito micrófono de este apestoso lugar –Damon hizo caso y fue casi corriendo a donde le indicó Graham– y quiero dejar en claro que si este lugar apesta es por ti.

Damon le lanzó un beso y me miró para darme indicación de que empezara a tocar.

A pesar de todo el desorden emocional que había demostrado en menos de 3 minutos, seguía siendo apagado al momento de cantar. Movía los pies, de lado a lado la cadera (ligeramente, muy ligeramente) y nada más. Se puede pensar que eso sólo lo hace en el ensayo y que guarda lo mejor para los escenarios, pero ya iban 3 presentaciones que hacía lo mismo y nadie lo notaba, ni siquiera las revistas, nadie, sólo la banda.

Leslie aprendió que, si le hablaba golpeado, tal como los perros, obedecían sin reprochar. Pero si Dave le explicaba con palabras más comunes y como amigos (tal como se supone que lo éramos) no obedecía.

Llegaba a cansarme, pero rezo que sea temporal.

–Pídele perdón a la planta –Dijo Dave, interrumpiendo el ensayo y sacando a todos de canal– no tolero que seas tal como lo eres ahora.

–Soy el mismo de siempre, Dave –Miró sobre su hombro, con una mano en el micrófono y la otra en el bolsillo, en otros tiempos, se hubiera visto tierno, pero ahora solo parecía un prepotente. Hasta su sonrisa había cambiado. Mi madre decía que lo ultimo que cambiaba de las personas era su sonrisa y aquí había de dos sopas: Número uno, nos sonríe con falsedad; número dos, hemos perdido a Damon Albarn y ni siquiera vimos la razón.