CAPITULO II

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Mi cabeza daba vueltas, y yo iba de un lado para otro, Vera estaba en la cocina haciendo algo para calmarme aunque eso creo que iba a ser imposible. No me había movido de la sala aun, tenía mucho miedo de subir. Mi amiga se acercó a mí con un té, estaba despeinada y en pijamas, apenas me había colgado ya estaba aquí.

-¿Estas segura de lo que dices Ken?-preguntó Vera palpando mi espalda, yo asentí.- está bien, entonces subamos a ver, ¿vale?

-Yo pienso que sería mejor quedarnos abajo Vera... Aún tengo mucho miedo- respondí

-¿Miedo de qué? ¿Qué tal si fue solo un sueño?- dijo tomándome del brazo

-Vera, estoy demasiado segura de que fue real

-Entonces subamos a corroborar

Subimos las escaleras lentamente, yo iba detrás de Vera, mis manos sudaban y estaba demasiado nerviosa. Cuando cruzamos el umbral del pasillo mi corazón comenzó a latir, Vera abrió la puerta de la habitación y me asomé. Todo estaba en orden, la fotografía estaba en la mesa de noche.

-Bien Ken-suspiró Vera- creo que deberías tomarte un descanso de todo esto ¿Por qué no te vienes a mi casa unos días?- quizás tenía razón, probablemente estaba tan triste que estaba comenzando a alucinar, no había dormido bien estos últimos días.

-Está bien Vera, gracias por ayudarme en todo esto y por ser tan buena amiga.

Tomé algunos cambios de ropa y los metí en un pequeño bolso, coloqué la fotografía en el armario y salí con Vera. La noche estaba oscura, no había luna, ya mis nervios habían cesado pero yo sabía que algo raro estaba sucediendo o como solía decir mi madre "cosas malas pasan sin la luna". En casa de Vera, me llevó a la habitación de huéspedes, era amplia, con poca iluminación y se podía sentir un ligero olor a humedad; aun así prefería estar allí que en mi casa.

Cuando me recosté para intentar dormir un poco empecé a pensar en todo lo ocurrido ¿qué estaba pasando?, absorta en mis pensamientos comencé a quedarme dormida, pero entonces escuché unos pasos en el pasillo, pensé que era Vera pero escuché una voz ronca llamándome. Me giré para encender la lámpara de la mesa de noche, pero como no veía bien tumbé algo, entonces intente encender la lámpara de nuevo y cuando lo hice, miré hacia abajo y estaba la fotografía...

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