6. ¿Es un club de idols o de la radio?

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Umi.

Pasaron como unos veinte minutos y lamentablemente teníamos que dejar el hermoso ambiente rodeado de luciérnagas. Se hacía tarde y en cualquier momento los padres de Kotori se darían cuenta de su ausencia. Al igual que los míos...

La ayude a levantarse y le di mi chaqueta, para que la llevara de momento, ella me lo agradeció y nos dirigimos a su casa, después de todo, yo la saque de ahí y es mi deber llevarla de vuelta.

Íbamos agarradas de la mano mientras dejábamos el parque. Su suave y caliente mano hace contacto con la mía. Siempre que hacemos eso, mi corazón se acelera, me es difícil concentrarme y las piernas me tiemblan un poco. Es una tontería que me pase esto... Sonoda Umi ya tienes 16 años... Eres una desvergonzada...

Estábamos a unas casas de llegar a la de Kotori, cuando de pronto, una voz llama a mi nombre.

—Umi-san.

Una mujer que aparentaba alrededor de los treinta años, me llamaba. Tenía un traje negro, que hacían juego con sus zapatos y su corbata. Sobre todo, destacaba la cicatriz en forma de corte que tenía en su mejilla derecha. Al parecer nos estaba siguiendo desde hace varios minutos. No puedo culparla, al final de cuentas es su trabajo...

—Kazumi-san...

—Tus padres ya saben que te has escapado —después de decir eso, se quedó viendo un momento a Kotori, luego de eso continuo—. Sera mejor que volvamos antes de que se enojen.

Trague saliva por sus palabras.

—¿Umi-chan, quién es?

—Ella es Kazumi Hikari-san —hiso una reverencia y Kotori la imito—, es ahh... como decirlo...

Ella soltó un suspiro.

—Soy su guardaespaldas, sus padres me pidieron que la vigilara —dijo con una expresión y voz neutral, rígida como el acero.

—Si... eso.

—Mucho gusto... —se veía que la simple presencia Kazumi-san, asustaba a Kotori. Su agarre se hiso más fuerte.

—Sera mejor que nos vayamos, ya sabes cómo son tus padres cuando se enojan —dijo Kazumi-san.

—Primero, debo dejar a Kotori a su casa.

—Como guste —respondió con la misma neutralidad de siempre.

En el camino Kotori y yo no hablamos mucho. Teniendo Kazumi-san a nuestras espaldas, se sentía cierta "presión" viniendo por parte de ella. Siempre ha sido así, me lleva "vigilando" desde hace siete años, aunque hay veces en que no podía. No hablo mucho con ella, diría que es apenas una conocida para mí. También es una de las razones por las cuales no hago muchos amigos...

Cuando llegamos a la casa de Kotori, nos posicionamos debajo de las tejas y antes de que la ayudara a subir me dio un beso en la mejilla, a lo cual me puse tan roja como un tomate, no me lo esperaba y todo a mí alrededor estaba dándome vueltas.

Kazumi-san no dijo nada, ni mostro expresión alguna mientras nos observaba a la distancia. Ni por el beso, ni porque ayude a Kotori a subirse a las tejas de su casa.

Entro a su ventana y se despidió moviendo la mano, su mirada era alegre y su sonrisa era radiante, mi corazón se aceleraba y el rubor no dejaba mis mejillas. Me hubiera gustado estar con ella un poco más. Me despedí moviendo la mano y fui con Kazumi-san en dirección a mi casa.

...

Mientras caminábamos, ninguna hablaba y el momento era muy incómodo. Ella caminaba en frente mío, sin mirar atrás. Decidí romper el hielo.

11 Años DespuésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora