Milena

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El fin de semana en los Hamptons no fue nada de lo que temía. Tenía miedo de no encajar. De no sentirme cómoda ante gente de la alta sociedad que solo hablaba de dinero.

Al contrario. Fue un fin de semana divertido, relajado, conociendo personas que al contrario de hacerme sentir menos estaban maravilladas de que Kreso tuviera una relación verdadera.

Diana y su marido fueron encantadores y terminaron contratándome para decorar el apartamento que tenían en la ciudad que había tenido un toque demasiado lúgubre con la ultima decoradora.

Además, pude ver a Kreso en su ambiente y pude ver cuán respetado era. El domingo en la noche cuando regresamos a la ciudad me llevo a casa de papá. Y algo dolía dentro de mi, no dormir en sus brazos me hacía sentir sola. Así que entre hable con papá y Alicia. Los salude y prometí comer con ellos al otro día, pero tome mi bolso de nuevo y volví al auto con Kreso.

En la cama después de cenar nos abrazábamos sintiéndonos Kreso me susurro

_ gracias a Dios decidiste venir conmigo agápi mou, me dolió el cuerpo de solo pensar en dormir sin ti_ levante mis ojos a él y lo bese

_ no creo poder volver a dormir sin ti thisavrós..._ él sonrió

_ así que lo descubriste_ dice travieso

_ tenía curiosidad por todos esos apodos en griego y me di cuenta que desde nuestro primer fin de semana juntos me habías llamado mi amo y tesoro..._

_ porque te amo desde mucho antes que eso..._ susurra en mi boca antes de llevarme al paraíso.

Al otro día decidimos que no había razones para esperar a casarnos.

Yo quería algo sencillo, pero Kreso fue contundente. Seria nuestra única boda e iba a ser a lo grande.

Se sorprendió un poco cuando me dijo que podía elegir el diseñador que quisiera para mi vestido y le dije que en realidad que ya lo tenía. Que lo había encontrado en una pequeña tienda vintage de Italia. Me miro con orgullo y ternura

_ sabes cualquier otra mujer hubiera pedido el mejor diseñador y el más caro de todos los vestidos y tu... tu siempre me sorprendes..._

_ y por eso me amas_ digo traviesa

_ si, exactamente por eso te amo..._ susurro en mi boca.

Mientras yo me ocupaba de los detalles de la boda fue Kreso quien eligió el lugar para celebrar la ceremonia. Un hermoso Palacete en la costa de Grecia, más precisamente en Atenas. Una de sus propiedades más queridas, ya habíamos hablado de ir de vacaciones allí en navidad. Cuando me lo dijo quede algo descolocada, pensé que nos casaríamos aquí con nuestros pocos amigos y personas queridas. Pero Kreso fue firme, quería casarse en Grecia porque allí vivían las pocas personas de su familia a las que amaba, sus tíos paternos y querían conocerme y estar presentes, pero su tío estaba en silla de ruedas y era complicado para el viajar sin tener muchas incomodidades. Además, me prometió que habría una semana entera festejos por nuestro casamiento y que toda la gente que amábamos estaría allí y que nadie, de ninguna manera debía preocuparse por los gastos .

Susan fue la primera en dar el grito de alegría. Estaba extasiada pensando en una semana de vacaciones que incluida mi casamiento. Papá y Alicia se sorprendieron cuando Kreso les dijo la noticia, pero estuvieron felices y se comprometieron a estar presentes incluso Kreso invito de manera formal a los hijos de Alicia a acompañarnos ya que eran chicos muy agradables y educados.

Así que para la primera semana de septiembre ya habíamos hecho todos los planes y enviado las invitaciones a las pocas personas que queríamos en nuestra boda y por supuesto estaban invitados Diana y su marido.

Unas semanas antes de partir Kreso y yo nos reunimos con sus padres en una cena tensa. Yo le había pedido que haga el intento de acercarnos y de invitarlos a la boda. Ninguno de los dos tuvo buena cara ni actitud durante la cena y al final no había nada de que hablar. Antes de irnos me levanté y le dije

_ Kreso es su único hijo y puede que yo no sea la mujer que ustedes soñaban para el pero les aseguro que lo amo como nadie más lo amara jamás. Me gustaría que estén en nuestra boda porque son sus padres, la invitación está hecha y la decisión de participar ahora es de ustedes. Quizás deberían replantearse si de verdad vale perder la relación con su hijo por orgullo y apariencias. Porque Kreso me tendrá para que lo ame toda su vida, pero ustedes están perdiendo un hijo ..._ dije tranquila dejándoles la invitación y los pasajes en el sobre y yéndonos.

En el automóvil Kreso me abrazo con fuerza

_ eres sin duda lo mejor que me ha pasado en la vida..._ 

Hard loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora