VIII

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Harry .

La luz que entra por la ventana del costado empieza a molestarme. Refrego mis ojos y cuando los abro veo la hermosa imagen de mi pequeño acostado encima de mi pecho. Llevo mi brazo derecho hasta su cadera y comienzo a llevarlo hacia arriba nuevamente, acariciando cada centrimetro de su piel. Le doy un beso en su cien y cuidadosamente, sin querer despertarlo, lo saco de encima mio.Una vez que lo logre me puse mis boxers y me fui abajo para hacer el desayuno. 

 Mientras preparaba todo recordé que tenia que haber llamado ayer a la noche a Edward. Agarre mi celular que estaba arriba de la mesada cargándose. Lo desconecte y llame a la niñera que lo estaba cuidando.

-Hola. 

 -Hola ¿Señor Styles? 

 -Si Tara soy yo, ¿como esta Edward? 

 -Bien, ayer el espero su llamado- dijo con reproche- Pero luego vino Jake su compañero, que por cierto se quedo a dormir, y se olvido de la llamada.

-Lo lamento, llegue y se me olvido completamente de llamarlo. 

-Las disculpas y explicaciones no me las tiene que dar a mi, se las tiene que dar a su hijo. 

-Tienes razón, ¿Ya se despertó? 

 -No lo se iré a ver, espere un minuto.

Tara era  la niñera de Edward desde que el tiene 1 año. Ella tiene como 50 años así que es como una madre para mi y una abuela para Edward. 

 -¿Hola?- dijo la voz soñolienta de Edward. 

 -Hola pequeño, ¿como estas?

-Bien, ¿Porque no llamaste?  

Suspire, apoye el celular en la mesada y lo puse en alta voz para poder terminar el desayuno.

-Tenia mucho trabajo hijo ya lo sabes. 

 -Siempre tienes mucho trabajo- dijo decepcionado. 

 -Mira Ed, mañana por la noche seguramente estaré volviendo. Al otro día si quieres podemos ir al parque acuático que tanto te gusta. 

 -¡Siiii!- lo escuche gritar emocionado. 

 -Bien me tengo que ir, nos vemos mañana por la noche te amo Ed.

-Yo mas papá, adios- dijo y corto. 

 No era fácil tener un hijo de 5 años, un trabajo muy importante y un chico de la cual me gusta muchisimo, que es mucho menor que tu y que encima estas tratando de ganártelo. 

 Todo esto era culpa de Kendall. Si ella no nos hubiera abandonado desde un principio y hubiera aceptado el divorcio como correspondía nada de esto hubiera pasado.

Kendall es la madre de Edward, nos abandono cuando Edward apenas tenia unos pocos meses de vida. Las cosas entre nosotros dos no iban muy bien y yo le pedí el divorcio. Ella no quería aceptarlo y simplemente se fue. Eramos Edward  y yo, me las apañe como pude, noches enteras en las que Edward no dormía y yo iba al trabajo con ojeras hasta por las mejillas.

Mis padres son otro tema. El problema con ellos empezó desde que yo era adolescente, o mejor dicho desde que estaba con Kendall. Ellos no la aceptaban y el día que les dije que me iba a casar y me iba a vivir a Estados Unidos con ella, simplemente me dejaron de hablar.Y tenían razón,ella no era para mi.  Termine de hacer el desayuno y lo puse en la bandeja y subí las escaleras hasta llegar a la habitación.

Termine de hacer el desayuno y lo puse en la bandeja y subí las escaleras hasta llegar a la habitación. Puse la bandeja en la mesita que estaba al costado de la cama y me acosté a su lado para despertarlo. El estaba acostado boca abajo, dejando gran parte de su espalda y cintura al descubierto. Me senté encima suyo y comence a besar su cintura mientras masajeaba su espalda. Empezé a subir mis besos hasta llegar a su nuca. Luego escuche su risa y pare.

-¿Estabas despierta pequeño traicionero?- reí con el. Y me acosté encima abrazándolo.

-Si, me gusta lo que estabas haciendo.

-Te traje el desayuno.

-Mejor, tengo hambre- dijo intentando levantarse, pero no lo logro con mi peso muerto encima de el.

-Quedemosnos así- dije enterrando mi nariz en su pelo.

-No, pesas mucho y tengo hambre.

-Oh ¿así que ahora peso mucho?, anoche no te importaba mientras gritabas "oh papi sigue, sigue"- dije imitando su voz de niño.

-Callate- dijo tapando su rostro rojo con las sabanas. 

-Ven aquí- dije saliendo de encima de ella y atrallendola a mi regazo. 

-Eres malo- dijo escondiendo su rostro en mi cuello.

-Me encanta cuando te sonrojas- dije besando sus mejillas.

 Y así estuvimos gran parte de la mañana. El sentado entre mis piernas desayunando y saltando como si tuviera cinco años y yo mirándolo, enamorándome mas de el, pensado en que nunca lo podría dejar ir.

Bad Daddy // L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora