Bad Daddy // L.S

XXIII

Harry.

 Por dios. Estaba muy nervioso, hace 10 minutos estaba parado frente a Louis sin decir nada.

-Harry, si tienes algo que decir dilo, no puedo estar mucho tiempo fuera.

-Esta bien- agarre una silla sentándome frente a el. 

- Se que después de esto me vas a odiar, pero en verdad necesito tu ayuda. Agarre sus manos y el asintió confusa.

-Bueno- suspire- Esto empezó hace mucho, cuando tenia unos 20 años me case con una mujer. Mis padres no estaban muy de acuerdo y se alejaron de mi. Estuve un tiempo con ella, hasta que decidimos tener hijos. Ella quedo embarazada y a las semanas de tenerlo nos abandono a el y a mi ya que le pedí el divorcio y ella no lo quizo aceptar.

Mire a Lou y ella tenia la mirada fija en el suelo con algunas lágrimas en los ojos. Intente acariciar su mejilla pero aparto mi mano.

-Lou...

-¿Quien diablos es tu hijo y tu esposa?

-Edward es mi hijo y Kendall es mi Ex esposa.

-Dios- se levanto limpiando sus mejillas- todo este tiempo me mentiste diciendo que Edward era tu hermano cuando en realidad era tu hijo- grito- sin contar que miles de veces te vi con esa mujer y tu simplemente dijiste que era tu compañera de trabajo.

-Eso no es todo- dije con mis manos en mi cara.

-¡Mejor!, mas metiras- río sin ganas.

-Kendall me quiere la tenencia de Edward y necesito un testigo mas y solamente tu me puedes ayudar.

-Cuando te conocí creí que iba a ser una aventura de unos días y luego me ibas a dejar como la mayoría lo hace. Pero cada día iba pasando y nosotros nos íbamos conociendo cada vez mas. Ahora lo único que pienso de todo esto es que fue una gran mentira.

-Louis en verdad no quise... 

-Como diablos le voy a decir a mi padre que me enamore de un hombre de 26 años, divorciado y con un hijo.

-Esto no lo planee, juro que en algún momento te lo iba a decir, pero... 

-Mandame un mensaje con el día la hora en el que tengo que estar allí, te ayudare- se acerco a la puerta- pero luego de eso olvidate que existo.

                                                                                   The End