"No Te VAYAS"

Capítulo 12: "Fiesta" (parte 1)

POV ANABELLE

Gire una vez más en mi cama quedando boca arriba, no había podido pegar un ojo en todo la noche y Emily no ayudó mucho que digamos. Luego de haber golpeado al idiota de Bradley ella simplemente comenzó a pedirme disculpa, encima cuando ese imbécil comenzó a golpear la puerta y pedir una explicación quiso que yo le abriera y le dijera la razón por la que le pegue a lo que me negué rotundamente.
Cuando el caos había cedido y el idiota ya se había ido comenzó a suplicar que la perdonará que ella no lo había hecho con una mala intención y la verdad es que yo no podía estar enojada con ella mucho tiempo ya que después de todo era mi hermana y mejor amiga además de que estaba el hecho de que estaba cansada de hablar de ese tema y de escucharla pedir perdón, así que la perdone con la condición que debía comprarme oreos.

Mi celular comenzó a sonar lo que hizo que dejará de mirar el techo con atención y me girará para alcanzar el celular y contestar la llamada. Lo tome sin siquiera fijarme quien era.

-¿Hola? – conteste con la voz ronca.

-Hola Anna ¿te desperté? – pregunto algo dudoso.

-No, no, no te preocupes hace un buen rato que estoy despierta – le respondí. Pude escuchar como suspiraba de alivió y sonreí.

-Que bueno – comentó – emm… bueno yo… hoy hay una fiesta en la casa de un amigo y quería saber ¿si tu y Emily quisieran ir? – pregunto Jeremy.

¿Una fiesta? Justo lo que necesito para olvidar lo sucedido hace unas horas y bueno Emily ella jamás a dejado de asistir a una fiesta.

-Claro que nos gustaría ir.

-Genial, entonces paso a buscarlas a las siete y treinta ¿les parece?

-Sip, estaremos esperando.

-Bueno, nos vemos esta noche. Adiós Anna.

-Adiós Jeremy – me despedí y colgué.

Tome las cosas de baño y me di una larga y relajante ducha, cuando salí mi amiga seguí durmiendo así que me comencé a cambiar me coloque un jean rasgado con una musculosa blanca que decía “Wild Girl” en negro, junto con unas vans negras; peine mi cabello me coloque perfume y decidí que ya era hora de que Emily despertara. Fui hasta el baño llene un vaso con agua y me dirigí hacia donde mi amiga dormía plácidamente.

Venganza, dulce venganza.

Cuando estuve parada junto a ella vacié todo el contenido del caso en su cara, el grito que pegó casi me dejó sorda.

-¡ANABELLE ELIZABETH JOHNSON! – chillo enojada.

-¿Qué? – pregunté con el tono más inocente que pude usar.

-¿Pero por qué mierda me despiertas así? – pregunto a lo que yo me encogí de hombros – esta es tu venganza, ¿no es cierto?

-Tal vez.

-Eres una perra.

-Lo se, lo se – le dije mientras me sentaba en la cama – ahora vístete que iremos al centro comercial.

-¿Al centro comercial? – pregunto a lo que yo asentí – y ¿a que iremos?

-A comprar ropa para una fiesta – le respondí, ella abrió la boca para volver a preguntar algo pero me apresure a decir – y antes de que preguntes ¿fiesta? Si una fiesta a la cual Jeremy nos invitó así que apresúrate que a las siete y treinta tenemos que estar listas. 

Con una gran sonrisa mi amiga se levantó de la cama y fue a buscar ropa para cambiarse bailando y cantando “fiesta, fiesta, fiesta” haciendo que ruede los ojos.

***/***

-Vamos Lia me estoy muriendo de hambre – le digo a mi amiga que está parada frente a la vitrina de un local.

Esta al oírme se gira y me mira elevando una ceja.

-¿Lia? – pregunta – hace mucho que no me llamabas de esa forma – yo simplemente me encogí de hombros – bueno no importa, vamos a comer.

Sonreí de oreja a oreja y comenzamos a caminar hacia los puestos de comida, llevábamos casi tres horas recorriendo y comprando en el centro comercial es pasado el medio día y el hambre se está haciendo presente ya que no desayuné nada de nada.
Nos dirigimos al puesto de hamburguesas necesitaba ya una de esas con doble queso y una malteada, nos entregaron nuestro pedido y nos ubicamos en una de las mesas, hablamos acerca de que nos pondríamos -de todo lo que compramos- para la fiesta, nos tomamos unas cuantas fotos para enviárselas a nuestros padres.

-Anabelle – me llamo alguien a mi derecha y se perfectamente quien es ese alguien.

Levanté mi vista del celular y me giré para enfrentarlo, si ahí estaba Bradley parado junto a mi con unos vaqueros negro, una remera azul marino, su chaqueta de cuero y unas vans negras y por supuesto sus ojos verde-azulados clavados en mi, vaya no me había dado cuenta que sus ojos eran herm… pero que mierda estoy diciendo debo concentrarme, el es un idiota.

Un idiota con hermosos ojos.

Ay, ya cállate conciencia.

-¿Qué es lo que quieres? – le pregunté cortante.

-¿Por qué fuiste anoche a golpearme?

-Acaso tiene que haber una razón para golpearte – a que venía este planteo ahora, argh idiota.

-Pues, claro que sí.

-Era una pregunta retórica idiota – me levanté tome mis cosas y comencé a alejarme junto con Emily.

POV BRADLEY

Apreté los puños y me dispuse a seguirla para poder conseguir una explicación pero Zack se interpuso en mi camino y tuve que dejar que se fuera. Estoy empezando a creer que será mejor dejar las cosas así y seguir con mi vida. Mi celular comenzó a vibrar en mi bolsillo lo saque y tenía un mensaje.

Desconocido

Habla con ella hoy en la fiesta.

Emily.

Bueno al parecer tengo otra oportunidad de saber el porque de su agregación.

***/***

La música retumbaba en toda la casa llevaba una hora recorriendo el lugar en busca de Anabelle o Emily pero por la cantidad de gente se me estaba haciendo imposible encontrarlas. Fui hasta la barra improvisada y pedí una cerveza estaba disfrutando de mi bebida y la música cuando la vi.

Llevaba puesto un vestido negro ajustado que se le pegaba al cuerpo, su cabello suelto y unos zapatos no muy altos se ve muy linda, pero lo que me sorprendió es que está  con el ceño fruncido y su vista clavada en la pista de baile, seguí su mirada y me encontré a Jeremy bailando con una chica morocha muy pegados. Ese chico nunca iba a cambiar, me decidí a acercarme pero Kara se opuso en mi camino.

-Hola lindo – dijo besando mi mejilla.

-Hola, te ves hermosa Kara – salude.

-Que te parece si vamos a un lugar más privado – susurró en mi oído acariciando mi brazo.

-Ahora no puedo, disculpa – le dije esquivándola para llegar a Anna que ya no se encontraba en el lugar que la había visto, sino que…

Ay, mierda.