Capítulo 16: "Fue un placer secuestrarte"

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-¿Por qué me trajiste aquí? ¿por qué haces todo esto por mi?

Tenía que preguntárselo no podía quedarme con esa duda, ya que es extraño que se comporte así conmigo puesto que es un completo idiota pero eso si, si piensa que con esto voy a caer en su estúpido jueguito de coqueteo está muy equivocado.

-Yo… - comenzó diciendo, se aclaró la garganta y giró su rostro para mirar el amanecer; algo me dice que quiere evitar mi mirada – pensé que tal vez te gustaría ver algo agradable luego de la pesadilla que tuviste.

Vaya, esto si que me sorprendió por segunda vez en las horas que llevo con él. Ahora que lo pienso mejor puedo sacar provecho de esta situación y vengarme un poco.

-Así que… lo que en verdad me quieres decir es que te preocupas por mi – ja, yo también puedo molestarlo.

-Yo no dije en ningún momento eso – se giró rápidamente para quedar de nuevo frente a mi.

-No hace falta que me lo digas, con esto me ha quedado más que claro – dije mientras recargaba mi peso en mis codos en el borde de la azotea y me disponía a disfrutar del paisaje.

Él tomo la misma posición sin decir nada por un par de minutos, sonreí sabiendo que había conseguido lo que quería; luego comenzó a mirarme de reojo y de vez en cuando abría la boca para decir algo pero la volvía a cerrar. Parecía un pescado, pasados unos segundos y viendo que repetía la acción no pude aguantar más y comencé a reír.

-Anda admítelo te preocupas por mi – dije cuando pude contener un poco la risa pero no del todo porque volví a soltar una carcajada.

-¿Qué fue lo que soñaste? – pregunto de repente con su semblante serio.

Deje de reír de inmediato y me tense al oír su pregunta las imágenes del sueño comenzaron a volver, mi padre recostado en el suelo con una mancha de sangre a su costado, mi madre en la misma posición con moretones y cortes en su rostro y brazos y sobre todo su pecho bañado en sangre la cual estaba en mis manos y vestido, la manera en la que lloraba y me pedía que fuera fuerte...
Mis ojos se llenaron de lágrimas al recordar todo aquello, pero sin embargo él seguía mirándome esperando una respuesta y yo sólo no podía responder eso, como podía contarle algo tan personal a una persona que recién conozco y que considero un completo idiota, aún cuando haya hecho esto por mi.

Mi garganta se seco y me era imposible pronunciar palabra alguna, no se que era lo que mi rostro expresaba en ese momento pero Bradley suavizo su semblante serio.

-Lo siento, yo… no tienes que responder sino quieres – dijo apenado.

-No… - aclare mi garganta e inhale para luego soltar el aire y poder hablar – No quiero hablar de eso – dije bajando mi vista al suelo para evitar su mirada.

-Si te comprendo – levanté de golpe la cabeza para fijar mi atención a lo que estaba por decir – entiendo que no quieras hablar al respecto conmigo puesto que acabas de conocerme y por la expresión que tomo tu rostro hace un instante cuando te pregunté supuse que es algo muy importante y tal vez personal por que habrías de hablarlo con una persona que recientemente conoces y que es…

Wow, dentro de esa cabeza hay cerebro y por lo que veo posee un par de neuronas que aún funcionan.

-… el idiota más grande del mundo – completo su frase por él, suelta una risita y comienza a negar con la cabeza.

-No iba a decir eso.

-¿A no? Y entonces ¿qué ibas a decir?

-Iba a decir que es el chico más guapo y sexy que hayas visto hasta ahora – dijo con una sonrisa coqueta y yo simplemente me limito a rodar los ojos.

***/***

Luego de escuchar al egocéntrico de Bradley por unos minutos más no decidimos a volver cada uno a su respectivo departamento, mientras ingresábamos al ascensor y el presionaba el botón indicando así nuestro piso yo me mantenía en completo silencio por dos razones: en primer lugar el momento era un poco incómodo y en segundo lugar porque no sabía que decir realmente. Ósea tengo en mente que debo agradecerle pero no se como hacerlo no estoy acostumbrada a tratarlo bien desde que llegué siempre lo he detestado pero él realmente me ayudó anoche y en cierto modo esta madrugada  así qué… que es lo que debo decir un simple ¿gracias? O tal vez eso y estrecharle la mano, pero que demonios digo.

Dile gracias, lo abrazas y le das un beso en la mejilla.

¿Qué? Ni de broma.

Anda te mueres de ganas de sentir sus músculos y sus enormes brazos rodearte mientras escondes tu cabeza en el hueco de su cuello y él en el tuyo, sentir su respiración golpear contra tu cuello…

-Anna ¿vas a bajar o que? – la pregunta de Bradley me trajo a la realidad, sacudí mi cabeza tratando de alejar los pensamientos no deseados de mi conciencia.

-Si – respondí firme y salí del ascensor.

Caminamos por el pasillo los dos en silencio hasta llegar a la puerta de mi departamento me paré en seco cuando estuvimos al frente de esta él caminó dos paso delante de mi y se detuvo para girar y mirarme con esos ojazos verde-azulados.

-Bueno aquí estamos – dijo dando un paso hacia adelante y así quedando a sólo uno de distancia de mi.

-Si – dije conteniendo el aliento por su repentina cercanía porque efectivamente dio otro paso hacia mi quedando justo frente a mi, lo mire fijamente a los ojos y solté de una vez lo que tenía para decirle antes de si quiera pensarlo dos veces y poder arrepentirme – gracias Bradley por ayudarme anoche cuando bueno… me desmaye, por consolarme cuando me angustie y por llevarme a ver el amanecer – sonrió satisfecho por ver como me degradaba así que no me contuve y agregue – aunque  considerando que todo lo hiciste sin mi consentimiento aún podría denunciarte por secuestro ¿sabes?

Y así de fácil borre su sonrisa.

Estaba apunto de responder cuando la puerta del departamento de abrió y mi ceño se frunció de inmediato al ver a un Jeremy con unas ojeras de muerte, todo el pelo alborotado y un vaso de café en la mano.
¿Qué hace Jeremy en mi departamento? ¿Acaso paso la noche aquí? ¿Dónde está Emily? Millones de preguntas pasaban por mi cabeza y creo que no era la única porque Bradley y Jeremy tenían la misma expresión en el rostro.

Después de un par de segundos de miradas cruzadas de parte de los tres oigo a Bradley aclarase la garganta para hablar, se gira hacia a mi de nuevo para así poder decirme.

-De nada – se acerca a mi aún más y deposita un beso suave en mi mejilla ese simple acto genera que una corriente eléctrica recorra todo mi cuerpo desde la punta de los dedos del pie hasta los de las manos, pero no es sólo eso lo que lo genera sino también el hecho de que se acerca hasta mi oído y dice en un susurró con un tono un poco elevado como queriendo que Jeremy escuché – fue un placer secuestrarte y no veo las horas de volverlo a hacer.

Luego de eso se aleja de mi y se va hacia su departamento, abre la puerta e ingresa al interior del mismo. Cuando por fin recobró la compostura giró sobre mis talones para quedar justo enfrente de Jeremy que me observa con el ceño fruncido.

¿Y a este que demonios le pasa?

"No Te VAYAS"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora