Oro

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Al llegar a las alcantarillas, las cuatro tortugas ayudaron a bajar tanto a Eryx, quien seguía herida; como a Deneb.

       -Creo que sería conveniente que revise su herida Eryx.- dijo Doni a la mujer.

       -Oh tesoro, no creo que sea necesario.- dijo ella dulcemente tomando con una mano la mejilla derecha de Doni.

       -Oh vamos tía.- dijo Evadne.- No te haría mal que te checasen.- 

       -Eva tiene razón madre.- se unió Dorotea.- ¿Qué mal te haría? ¿cierto Iona?-. la mencionada simplemente asintió.

       -De a cuerdo.- cedió finalmente la mujer.- Pero ¿sería mucho pedir que revisaran a Deneb también?

       -En lo absoluto.- contestó la tortuga de máscara morada.

       -¿¡Qué significa esto!?-. dijo una voz estricta.

Las cuatro tortugas tragaron pesado.

       -¡Mestro Splinter!-. dijeron al mismo tiempo los cuatro. Este solo se les quedó observando.

       -¿Y bien?.- cuestionó él. 

Raphael, Donatello y Miguel Ángel se le quedaron observando a Leonardo, ellos se lo habían advertido. Leo solo suspiró.

      -Pues verá sensei.- comenzó a explicar Leo.- Estábamos haciendo la última ronda cuando escuchamos unos gritos aterradores.

       -¡Escalofriantes!-. interrumpió Mikey con tono tenebroso y dramático.

       -Si, como iba diciendo.- continuó Leo.- Y al buscar el origen de estos gritos nos encontramos con estas señoritas, pero como tres de ellas se encontraban intentando inmovilizar a la chica que esta dormida.

       -Inconsciente Leo.- corrigió Raph.

       -A decir verdad solo está dormida.- dijo Iona.

       -¡Como sea!-. grito Leo.- En fin, pensamos que estaban atacándola, a ella y la señora Eryx.- dijo volteando a ver a la mujer.- Y pues mis hermanos empezaron a pelear con las otras tres chicas, mientras se suponía que yo ayudaba a salir de ahí a las que supuestamente eran atacadas; pero al parecer la chica dormida, inconsciente, o lo que sea; estaba herida y me enterró sus uñas.- dijo enseñando su brazo vendado.- Al final las ayudamos a inyectarla con antídoto, pues resultó que esta chica estaba herida con un metal al que es alérgica y pues yo me sentí mal al escuchar que no tenían a donde ir, y pues técnicamente nosotros las atacamos y bueno.- dijo rascando la nuca.- Yo decidí invitarlas a estar aquí en lo que se recuperan.- terminó diciendo muy rápido.

Splinter se quedó callado y observó a las invitadas, no sentía ninguna mala intención, sin embargo su presencia era bastante enigmática, podía saber con solo verlas que poseían un gran poder, y eso era algo que lo inquietaba; pero tampoco podía dejar desamparadas a un grupo de mujeres y menos si dos estaban heridas.

       -Donatello.- comenzó a decir.- Hazme el favor de revisar a las heridas hijo.- este solo asintió.- Raphael, Miguel Ángel; ayuden a mover a las heridas y después preparen la sala para nuestras invitadas.- estos al igual que su hermanos asintieron comenzando a cargar entre los dos a Deneb y llevarla junto con las chicas y Eryx al laboratorio de Doni.- Leonardo, ven conmigo al dojo.

Maestro y tortuga se dirigieron al dojo y cerraron la puerta tras de sí. Splinter comenzó a prepararle una taza de té a Leo, este solo estaba sentado sobre sus piernas frente a la mesita de té de Splinter, aguardando un regaño o algo por parte de su padre.

Atrapado en los ojos de la muerteWhere stories live. Discover now