Epílogo: Un nuevo Sendero por Recorrer

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CASTILLO HOŪZUKI- ALDEA OCULTA DE LA NIEBLA.

Pabellón 3- Asesinos con trastornos psiquiátricos.

Las ruedas del carro que transportaba la medicina hacían un chillido horrible, que harían erizar hasta la piel del más temerario. A que sonido era aterrador para todos, menos para las personas que se encontraban recluidas en ese pabellón.

El color blanco, con el que se encontraba pintado el lugar, en conjunto con las viejas lámparas en mal estado que lo iluminaban, le daba al lugar un aspecto lúgubre y aterrador, sin sumarle a esto el fuerte olor a fármacos que se mezclaba con el aire, haciéndolo pesado y enfermizo.

El guardia que llevaba la medicina, se detuvo frente a la puerta de la habitación 302 y con cuidado, retiro el sello que mantenía cerrada la puerta y abrió los múltiples candados que aseguraban está.

Al ingresar, observó a la chica que se encontraba en la habitación. Tenía el cabello rosado, bastante desaliñado, los ojos verdes estaban cubiertos por la demencia. Vestía una bata larga, hasta las rodillas, la cual se encontraba manchada con marcador rojo.

La chica se encontraba sentada en una mecedora en la habitación, sosteniendo un muñeco con cabello negro ente sus manos. El guardia pudo detallar, de que en un rincón, se encontraba hecho añicos lo que parecía ser un muñeco de cabello rubio.

–Sasuke-kun, Sasuke-kun...– llamo con felicidad –mira, mira el demonio ese ya no se va a interponer entre nosotros, seremos felices tu y yo– susurro con ilusión.

–¡Haruno!– llamo el guardia – hora de la medicación– informó el guardia.

–mira Sasuke-kun...– dijo caminando hacia el guardia y tomando de golpe su medicina –¡tu y yo seremos felices para siempre!– exclamó con ilusión mientras llevaba sus manos a su pecho.

El guardia la miro con terror y pena, para después retirar la medicina, salir de la habitación y volver a instaurar las medidas de seguridad de la habitación.

Haruno Sakura, trece años, trastorno mental, esquizofrenia, trastorno de personalidad, delirio de persecución y ataque repentinos de ira.

Definitivamente... Otra manzana que se hecho a perder.

*****S&N*****

SIETE MESES DESPUÉS

El tiempo había pasado y había traído consigo el perdón, el alivio y el olvido.

Al enterarse de lo sucedido, luego de regresar de una larga misión que lo tuvo varios meses fuera de la aldea, Iruka puso el grito en el cielo y la reprimenda que se llevaron los aldeanos por parte del moreno fue monumental. Y los aldeanos, tuvieron que bajar la cabeza. Eran conscientes de que nada podría reparar el sufrimiento que sus decisiones intransigentes habían causado en el muchacho y vivirían con el remordimiento de lo que desencadenaron sus acciones.

Los primeros meses no fueron nada fáciles y el que más los sufrió fue Sasuke.

Naruto despertaba en medio de la noche llorando o gritando, y Sasuke siempre lo arrullaba entre sus brazos, hasta que volvía a conciliar el sueño, esto podía suceder una o hasta tres veces en una misma noche, pero Sasuke callaba y resistía todo aquel peso sobre sus hombros. En muchas otras ocasiones, el rubio sufría de depresiones post-traumáticas, ataques de ansiedad o inestabilidad emocional, pero ahí siempre estaban sus amigos, compañeros, maestros y Sasuke para ayudarle.

No habían sido meses fáciles, había que reconocerlo. Pero poco a poco y con la ayuda de todos, habían sido capaces de salir adelante, reponerse de sus heridas y reconciliarse con su pasado.

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