Banshee ♦ Teddy Lupin [PAUSADA]

15; intervención

15; intervención 

Teddy saltó del sofá e inhaló fuertemente. Recuperándose del susto de su vida, con el corazón en la garganta y el aliento atrapado en alguna parte del camino. Ni siquiera se molestó con hacer contacto visual con el extraño en la puerta del departamento de Zara, podría ser un vecino o el maldito repartidor de comida por todo lo que el sabía. Pero había dicho su nombre y sería maldito por el resto de sus días si decía que no era capaz de reconocer el tono de voz, la expresión en su rostro y el aire a tener una trágica historia detrás de él. Todo apuntaba a ser exactamente como Zara lo era.

-Eres un familiar de ella, ¿no es así?

El extraño sonrío y eso le recordó a Teddy una agradable e improbable fogata en el medio de una tormenta de nieve, tal vez era su cabello; tan blanco como el de los Malfoys, si no fuera por la exacta replica de los ojos de Zara que el chico tenía en su rostro, habría adivinado que estaba relacionado a la infame familia. 

-Bravo, Zara, no es solo una cara bonita- su voz resultó ser un tanto más grave de lo que se esperaba. El chico extendió su mano izquierda para saludarlo y Teddy finalmente pudo ver por que. Mientras devolvía el saludo apunto a su brazo derecho, el cual estaba firmemente sostenido por una complicada red, Teddy dijo-¿Qué le sucedió a tu brazo?

-Tuve un accidente, esto es un yeso, probablemente nunca has visto uno. Nosotros no tenemos magia para reparar huesos rotos-dijo el chico rubio, riendo-¿Sabes? Antes de que Zara te conociera, solíamos escuchar sobre ti por parte de Sammy, él te adora. Eres su único amigo y lo reemplazaste por nuestra prima. No quiero ofenderte pero ya que tu vida privada ahora es parte de la vida privada de Zara, lo haré de todas maneras. Eres un idiota. Deja de ignorarlo y haz tiempo para él.

-No sabía que le importaba- susurró el chico del cabello azul.

-Vale, ya que has preguntado tan amablemente te ayudare a recuperar a Sammy, incluso si siquiera habías notado que lo habías perdido porque estas tan profundo en la cama de Zara que ni notarias que has estado sosteniendo mi mano por los últimos dos minutos.   

Algo perplejo y sin habla, Teddy soltó la mano del chico, que después de todo ya no parecía un extraño.

-Me llamo Elliot Marshall, ahora, ¿dónde está la comida? Nunca sabrías esto pero la que sirven en los hospitales es terrible.

Teddy permaneció callado y muy quieto mientras el primo de Zara se dirigía a la cocina y lo dejaba frente al televisor, muy confundido y rogándole silenciosamente a Zara que volviera.

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Pasaron mas de cuarenta minutos de preguntas incomodas, las cuales Teddy ni siquiera tenía tiempo para responder antes de que a Elliot se le ocurriera una peor. Si tan solo las hubiera respondido, el chico sabría cuando dio su primer beso, con quien vive, si había pensado hacer algo con los trapos que estaba usando y seguramente si se había acostado con Zara.

Alguien llamó a la puerta de una manera que Teddy solo podría describir como desesperada e inmediatamente descartó a Zara de la lista de posibles personas. Si Zara no tenía llaves con ella, simplemente entraría por la ventana, algo que había asustado a Teddy más de una vez en las semanas pasadas.

Elliot se puso de pie con algo de dificultad y en ese momento Teddy pudo apreciar al primo menor de Zara, cansado y adolorido. Completamente vulnerable, algo que no parecía posible. Se preguntó un tanto triste si Elliot, como Zara, había tenido una infancia difícil, marcada por padres ausentes y negligentes. Acompañado por la peor multitud, metiéndose en problemas y nunca aceptando que estaba asustado. Ambos parecían tener la misma falta de un brillo en sus ojos.

El rubio abrió la puerta sin revisar la mirilla y sin preguntar a Teddy si estaría bien si lo hacia. 

Ambos presentes estuvieron sorprendidos al ver a Sammy parado en la entrada, viéndose como si hubiera salido el primer lugar en una carrera. Se invitó a si mismo dentro del departamento de Zara y fue directo hacia lavabo de la cocina, prácticamente poniendo su cabeza bajo el grifo. Nadie estaba diciendo algo y Teddy parecía ser el único incomodo por eso, Elliot solo siguió a su primo y se quedó en la puerta de la cocina, apoyando su espalda con una expresión cómica y confundida.

-¿Alguien te persiguió o..?- Elliot no fue capaz de mantener su voz seria, dejando que unas pequeñas risas se hicieran el paso a su comentario.

Sammy se enderezó y busco con la mirada a Zara, pausando un poco en Teddy. 

-Creí que Teddy se estaba acostando con nuestra prima y vine aquí lo mas rápido que pude.

Elliot enarco amabas cejas y puso una máscara de disgusto falso- ¿Y qué? ¿Esperabas encontrarlos en el acto? Eso es enfermo, Sam. 

Este no se molesto en tomar a Elliot en serio y lo dejo por si mismo en la pequeña cocina, que al parecer ahora tenía todo lo que se necesitaría para vivir ahí, frunció el ceño pero no dijo nada.

-No tengo auto, absoluto imbécil, corrí.

Incluso su primo se vio impresionado, por lo que Teddy sabía, Sammy vivía más lejos de que lo el consideraría distancia para caminar. 

Ninguno de los tres chicos realmente culpó a Zara por exclamar con sorpresa al entrar a su propio apartamento, en el cual se encontraban su pasado, su presente y el rubio platinado que de alguna manera quedo atrapado en el medio de ambos hombres.

-Bienvenida, Zara, esta es la intervención.  

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[no editado]

[publicado: 06/12/17]

han pasado 84 años si sé perdón

dedicada a @IAmJustFreak porque te dije que iba a actualizar en la semana hace ocho semanas. oops(?)