-¿Ganamos?- dijo Ladybug con su puño extendido, siendo sorprendida por un fuerte abrazo de su compañero.
-Eso fue muy valiente...- susurró él, antes de ajustar un poco más su agarre.- pero, por favor, no vuelvas a hacerlo...- La chica sonrió y correspondió al gesto.
-Lo prometo.- El anillo de Cat Noir comenzó a indicar su falta de energía, lo que los obligó a ambos a separarse.
-¡Nos vemos luego!- exclamó él antes de huir del lugar temiendo ser descubierto, mientras Lady se quedaba a orientar al recién liberado guardia del zoológico.
Una vez que la transformación de Adrien se deshizo tras apenas aterrizar cerca de la pastelería, este respiró aliviado. Habían sido demasiadas emociones en un sólo día. Celos por el hecho de que Nino estuviera interesado en su lady, la duda de si intentando "ser un buen amigo" se arriesgaba a ponerle en bandeja de plata a Marinette y el pánico de casi perderla.
-Creo que tienes razón, Plagg.- murmuró al kwami en su camiseta.- Debería dejar de complicar tanto las cosas.
-¿Y qué harás ahora?- preguntó este.
-Yo...- El joven fue interrumpido por su teléfono. Sus verdes ojos se abrieron con sorpresa al darse cuenta de que se trataba de su mejor amigo.- ¿Hola?
-¡Hey, viejo! ¿Dónde te metiste? Entre tanta locura en zoológico hace un rato te perdí la pista.- dijo el chico.
-Bueno, no iba a quedarme en los arbustos esperando ser atacado por los elefantes o los gorilas.- rió el rubio.- Dime, ¿qué pasó?
-Amigo, de verdad gracias.
-¿Gracias?
-Sí. De no ser por ti, jamás hubiera ido al zoo en primer lugar... y no estaría ahora a punto de salir con la chica de mis sueños.- respondió con una gran sonrisa. Oh, si tan sólo alguien hubiera estado allí para capturar el horror en la cara del rubio.
-¿Salir?- preguntó intentando sonar tranquilo.- Es decir que tú y Marinette...
-¿Marinette? ¡No! Hablo de Alya, viejo.- aseguró Nino como si fuera obvio.
-¿Alya?- La confusión se sumaba a la lista de emociones de aquel día.
-Oh, es verdad. Olvidé decirte.- rió el joven de piel morena.- Ladybug nos dejó juntos cuando empezó toda la locura de los animales. Realmente no sé cómo es que no me fijé antes en ella. Es genial.
-Eso es... asombroso...- dijo Adrien casi de forma robótica. De pronto vio a Marinette salir por la puerta trasera del edificio.- Oye, tengo que irme. ¿Hablamos luego?
-Clar...- No pudo siquiera esperar a escuchar la respuesta de su amigo para colgar y acercarse a la muchacha. Allí se dio cuenta de que el nuevo interés romántico de Nino y él se encargaban de contarle lo mismo a ella. ¿Así que estaba en la pastelería?
-... La parte más graciosa es que Nino recibió toda la ayuda de Adrien en el zoológico.- Las palabras de Alya le vinieron como un balde de agua fría.
-¿Ah? ¿Adrien estuvo ahí?
-¡Sí! Que gracioso, ¿no?- El rubio golpeó su cara con su mano. Necesitaría muchas explicaciones para salir de esa.
-Alya me dijo que te gusta cierto chico...- escuchó decir a Nino. Se acercó un poco más a ellos procurando no ser visto. ¿"Más competencia?" pensó con frustración.
-No sabe quien es. ¡Te lo juro! Por que yo no tomo decisiones por los demás.- Bueno, preguntarle a su amigo de quien se trataba el nuevo pretendiente no era una opción.
-Pero si quieres, puedo ayudarte. Cuenta conmigo.- No pudo negar que se sintió traicionado por un instante, pero con el pisotón que le proporcionó la chica ese sentimiento cambió a vengado.-Eso es si conozco a chico.
-¡Nino!
-Bien, finjamos que nunca dije nada. ¡Pero sí cuenta conmigo!
-¡Nino!
Finalmente Alya decidió que era mejor sacar al elocuente muchacho de allí, así que con la excusa de una "cita prometida" se despidió de su amiga. Ese era el momento. No podía esperar más. Se arriesgó al intentar "ayudar a su amigo" para hacer las cosas indirectas, pero ahora no tenía forma de controlar lo relacionado al interés romántico de Marinette.
Quiso salir de su "escondite" y pasar a su lado como si de algo casual se tratase, pero parecía que ya había agotado su buena suerte y en lugar de eso chocó con la ingenua muchacha cuando esta quiso regresar a su casa por la puerta trasera al local.
-¡Adrien!- Ahora era a Marinette a quien se le habían bajado los colores de su rostro.- ¿Q-Qué estás haciendo aquí? Es decir, ¿cuanto tiempo llevas ahí?
-¡Marinette! Yo... No, no estaba aquí. Bueno, es decir, si estaba aquí, pero acabo de estar aquí. Es decir, sólo pasaba.- Finalmente Adrien decidió cerrar la boca cuando sus palabras comenzaban a perder sentido.
-Oh...- suspiró aliviada.- Bueno, buen trabajo hoy.- añadió con un golpe en su hombro antes de seguir avanzando. Aquel gesto le dolió más emocional que físicamente y le trajo a la realidad de lo que debía hacer.
-¡Espera!- exclamó tomando su mano para detenerla.- En realidad yo... pasaba por aquí por que venía... a buscarte.
-¿A mí? ¿Para qué?
-Quería verte.
-Pero si pasamos toda la tarde juntos gatito.- rió Marinette.
-Sí, siendo perseguidos por una pantera hambrienta.- respondió él con una expresión de sarcasmo.- Mira, yo... Tú... De verdad me asustaste, Bugaboo. Verte siendo tragada por un dinosaurio es el tipo de experiencia que realmente te hace ver las cosas diferentes.- La expresión de ella comenzó a suavizarse. ¿Realmente le importaba tanto?
-No pretendía asustarte.
-Te odiaría en serio si ese hubiera sido el caso.- afirmó él entre risas.- Yo... creo que no sé a dónde quiero llegar con esto...- Marinette sonrió, sujetó con fuerza la mano con la que él la detuvo y tomó la otra también.
-¿Quieres unos pastelillos?- preguntó con ternura.
-¿Qué?- exclamó él por la pregunta un poco sacada de la nada.
-Bueno, cierto gato me dio hoy con sus comentarios la impresión de que estaba hambriento...- rió. Adrien le sonrió de vuelta.
-Aún lo está.- respondió con algo de pena, antes de ser guiado por ella a la parte frontal del establecimiento. Tal vez eran algunas golosinas y un ambiente más tranquilo el que necesitaba pata sentirse en confianza para hacerle algunas preguntas respecto a este nuevo chico...
Wow, creo que este es el capítulo más largo hasta la fecha de este fic.
Ok, ahora quiero que alguien me responda esto: Al final de "Animan", Marinette fue a su habitación. Allí recibió la llamada de Alya y se encontró con ella abajo junto a Nino. ¿En dónde rayos estaba Adrien y por qué ninguno de ellos tres se molestó en saber qué pasó con él después de todo el desmadre en el zoológico? Digo, ellos no saben que él es Cat Noir. Bien lo pudo haber hecho mierda un elefante y a ellos parece no preocuparles...
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¿Te he visto antes?
FanfictionUn giro distinto a la historia que todos conocemos del dúo heroico de París. Su más grande dilema es que uno desconoce la identidad secreta del otro. Pero, ¿y si la hubieran sabido desde el primer momento?