-¡Que loco! Lo que tenemos aquí no es un libro común. Es un libro de historia de primer grado, y yo lo sé por que yo tengo este mismo libro. ¿Acaso nuestra querida Ladybug esuna estudiante de preparatoria en la vida real?
-Oh, cielos...- dijo Adrien mirando con horror su pantalla.
-Tu novia sí que metió la pata esta vez.-comentó Plagg.
-Ni me lo digas. ¿Que probabilidad hay de que tengamos todos el mismo libro? Alya no es tonta y lo descubrirá en un momento. ¡Ambos podríamos ser descubiertos!
-Será mejor que lo recuperen pronto. Sólo será cuestión de tiempo antes de que esa chica reconozca la letra de Marinette en sus apuntes.
-No es tanto la letra lo que me preocupa.
-¿De qué estás hablando?- preguntó Plagg. Mas en un momento lo comprendió.- No....
-Sí...
-¿Cuantas veces te he dicho que debes dejar de escribirle notas con chistes malos sobre gatos en sus cosas? ¡Ahora sí que tienen que recuperar ese libro!
.
-¿Cinco mil años atrás?- exclamó Alya con sorpresa al escuchar el comentario del villano.
-Todos tienen un pasado del que pueden aprender.- comentó para sí misma la heroína.
-Bueno, la verdad no pareces de más de tres mil años.- se burló Cat Noir.
-Ahora ya sabes por qué soy más inteligente que tú.- corrigió con arrogancia para callar las risas de su compañero.
-¿Llamas inteligente dejar tu libro de historia en manos de la persona que no descansará hasta descubrir quien eres?- preguntó él alzando una ceja. Ladybug gruñó.
-¡Fue un accidente!
-Un accidente que puede resultarnos muy caro a los dos. Apenas terminemos con este sujeto hay que recuperar ese libro.
.
-No entiendo. Yo sé que no tengo cinco mil años de edad.- comentó Marinette a su kwami.
-Fiuf...- dramatizó Adrien a través de la pantalla de su celular, sacando una risa en la chica.
-Entonces, ¿quién era exactamente esa Ladybug el papiro?
-Los kwamis como Plagg y yo y los super héroes como ustedes siempre han existido.- respondió Tikki.
-Entonces, ¿no eres tú la del papiro tampoco?
-¿Tú qué crees?
-Pues tampoco te vez de cinco mil años.
-Que no te engañen nuestras adorables apariencias, niña. ¡Tenemos muchos más!- exclamó Plagg acercándose a la cámara.- Ambos somos los kwamis que han cuidado de Ladybug y Cat Noir desde el principio.
-Debes haber conocido Ladybugs menos torpes que yo, ¿cierto?
-Cada Ladybug es diferente.
-Sí, eso pensé.- dijo Marinette cabizbaja.
-Marinette, tú eres diferente, pero en el sentido de sorprendente, impredecible y entrañable.
-Y ni se diga de ti.- dijo Plagg mirando a su portador.- Creo que nunca había tenido un Cat Noir tan testarudo.
-Auch...- rió el chico.
-No te preocupes, Adrien. "Testarudo" quiere decir "valiente" en su idioma.- añadió Tikki mientras ambas reían. Adrien miró a su kwami y acarició sus orejas mientras este le veía divertido.
-Será mejor que ambos se duerman ya.- comentó Plagg.- Tienen examen de historia mañana.
-Claro.- respondió Marinette.- ¡Descansa, gatito!
-¡Descansa!- respondieron ambos al tiempo, mirándose al instante con rivalidad.
-No creo que tenga que aclarar a quién se refería...- dijo Adrien con una sonrisa retadora.
-Si eso te hace sentir mejor, puedes pensar lo que quieras...- dijo Plagg encogiéndose de hombros retirándose a dormir. Marinette apenas podía contener la risa.
-No le encuentro la gracia... pero me hablabas a mí, ¿verdad?- confirmó el rubio.
-Si eso te hace sentir mejor, puedes pensar lo que quieras.- repitió ella con una sonrisa. Adrien negó con la cabeza dejando salir un suspiro.
-Descansa, Marinette. Y por lo que más quieras, procura mantener tus libros en tu mochila.
-Bien, lo haré por tí.
-Gracias. Espera, ¿por mí?
-¡Descansa, Adrien!- exclamó rápidamente la chica antes de cortar la llamada.
Me pasé de cursi con este, lo admito. Pero realmente no creo que le importe a nadie aquí, ¿o sí?
Me da pena con la gente que me han mandado mensajes disculpándose y deseándome un feliz cumpleaños atrasado. ¡Que mi cumpleaños es hasta mañana siete! ¡No se martiricen!
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¿Te he visto antes?
Fiksi PenggemarUn giro distinto a la historia que todos conocemos del dúo heroico de París. Su más grande dilema es que uno desconoce la identidad secreta del otro. Pero, ¿y si la hubieran sabido desde el primer momento?