¿Te he visto antes?

Antibug-parte única

-Tikki, tenemos que irnos de aquí...- murmuró Marinette a su kwami una vez que Chloe salió despavorida de la clase.

-Señora Mendeleiev, ¿puedo ir al baño?- pidió Adrien casi al momento que dejaba la clase.- ¡Gracias!

-¡Yo también, por favor!- exclamó Marinette imitándole.

Al igual que su compañero, no se lo pensó mucho para dejar el lugar antes de obtener una respuesta. Mas al cruzar la puerta, una mano tiró de ella a un lado. Al voltear molesta hacia el bromista, Adrien le indicó que guardara silencio.

-Discreción, mi lady.- susurró algo divertido.- ¿No podías esperar al menos un par de minutos después de que saliera?

-Ambos sabemos que Chloe no parece tener un par de minutos respondió ella. De pronto los teléfonos de ambos sonaron. Una serie de bizarras fotos de la mencionada aparecieron en sus pantallas.

-Algo muy extraño está sucediendo.- comentó el chico.

-¡Hora de transformarse!

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-¿Por qué no escuchaste a Chloe? Sólo quería ayudar...- preguntó Cat Noir en lugar de responder al saludo de su compañera.

-¿Me lo preguntas en serio? Tú mejor que nadie sabe cómo adora llamar la atención.- respondió la chica algo fastidiada.- Y no paraba de ponernos en peligro con todos sus juegos de "ser una heroína".

-Que no se lleven en clase no significa que debas actuar así con tu traje.- le reprochó él en un susurro.

-No sé de qué hablas.

-Aún así, tuvo razón con el broche.

-¿Y esperabas que le creyera a ciegas sobre eso? Nos dijo una mentira antes. ANo iba a escuchar a una mentirosa.

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-Adrien, tenemos problemas. Mi transformación no durará mucho más.- susurró Ladybug alertada a su compañero.

-Busca algo para Tikki en la cocina del hotel. Yo me encargaré de ella.- le aseguró él colocándose en frente con su vara en mano.

-Ten cuidado, ¿sí?

-Relájate. Tengo todo bajo control.

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Tras un movimiento brusco, Cat Noir comenzó a sentir cómo su vara era regresada lentamente al balcón.

-¿Ladybug...?- murmuró.

-Cerca.- escuchó responder a su compañera mientras esta con esfuerzos tiraba de su arma.-  Pensé que siendo modelo serías más ligero, ¿sabes?

-No es mi culpa que cierta mariquita traiga botanas a las patrulas.

-Claro, cúlpame a mí. ¿Y qué es esto?- respondió con mal humor actuado mientras soltaba sus tobillos.- "Relájate. Tengo todo bajo control".- canturreó burlona.

-Cállate, Marinette.

Con esta parte casi la ca... metí la pata...

Accidentalmente lo publiqué aún en su versión borrador. Por eso, niños, es que tomamos tanto café.

¡Muchas gracias a los que me han estado deseando un feliz cumpleaños... desde hace como tres días...!