El Cáliz de Fuego

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Una vez terminada la cena todos los alumnos comenzaron a retirarse a sus respectivos dormitorios, los de primero al igual que el grupo de semidioses fueron guiados por los prefectos de las casas.

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Pov. Selene

-Ven Nico- dije, después de todo Draco y yo somos los prefectos. Draco comenzó a guiar a los de primero al frente del grupo, mientras yo me quede al final junto a Nico, tanto para asegurarme que no se desviara como para intentar saber más de él y sus amigos.

Este chico lucía un rostro de indiferencia, solo mirando alrededor de vez en cuando, en mi opinión era una especie de mascara como la que Draco solía usar, claro que no la ha dejado por completo, pero ahora puede determinar cuándo es necesario usarla.

- Si necesitas cualquier cosa puedes pedírmela, por ejemplo, si no entiendes algo en las clases, algunas pueden ser muy confusas- esperaba recibir una respuesta más allá de un simple asentimiento, pero no hubo suerte. - Debes aprenderte el camino hasta las mazmorras y la contraseña para entrar, también debes tener cuidado con Peeves es el fantasma que normalmente les hace bromas pesadas a los estudiantes sobre todo a los nuevos.

Eso me hizo pensar que no había visto a los fantasmas desde que llegamos, eso era muy inusual, ¿Dónde podrían estar?, supongo que lo averiguaré después. El que Peeves no estuviera molestando era algo positivo.

Para cuando me di cuenta ya habíamos llegado a las mazmorras, entramos y junto con Draco les indicamos a todos los estudiantes las típicas instrucciones de la sala común y la división de los dormitorios, al terminar nuestro discurso me di a la libertad de pedirle a Draco que Nico se acomodará cerca de ellos y que intentará ganarse su confianza.

-Descansen chicos. Draco pórtate bien, de acuerdo- él me respondió girándome los ojos antes de asentir, yo me encamine a mi dormitorio con toda la intención de acostarme de una vez.

A la mañana siguiente, nos arreglamos tan pulcramente como siempre antes de salir, había mucho barullo en los pasillos. Nico había dejado muy en claro que quería volver con sus amigos, así que ahora teníamos que buscar al trío dorado porque lo más seguro es que los nuevos estuvieran con ellos.

Los encontramos hasta el comedor y Nico se alejó silenciosamente de nosotros yéndose a sentar junto a Jason. Sus amigos lo saludaron al igual que el trío dorado.
Hermione y Ronald estaban sentados uno al lado del otro, y junto a ellos estaba Percy y Jason. Al frente de la mesa estaba Harry con espacios vacíos a los lados.

- Quieres ir, ¿verdad? - me preguntó Draco, aunque solo estaba expresando su propio deseo, como de costumbre.

-Vamos Draco, conoces la respuesta. - le jale del brazo- practiquemos el dulce arte de "socialización".

Draco sonrió ante la perspectiva de molestar a los chicos, y una de mis prioridades es cumplir con todos sus caprichos.

- ¿De qué están hablando? - en cuanto llegamos hice que Draco se sentara a la derecha de Harry mientras que yo me senté del lado contrario.

-Hola Selene, Draco – mi pobre dragón seguía acostumbrándose a la nueva dinámica con Potter, tragando – lo que solo puedo pensar era su orgullo – correspondió al saludo con un débil y adorable "Hola Potter", chasque la lengua discretamente al escuchar el apellido de Harry, pero este pareció conformarse con ese saludo y siguió sonriendo.

-Hablábamos sobre los aspirantes al torneo, muchos ya han puesto su nombre en el Cáliz, aunque creo que ninguno de Hogwarts - como siempre Hermione era la primera en aclarar las dudas y/o dar información que nadie ha preguntado realmente.

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