Erik Lehnsherr

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-¿Qué te sucedió? - la ola de personas que odiaba a los mutantes era cada vez más grande y cada vez eramos más atacados, solo que simplemente no podía usar mis poderes en su contra, les daría desventaja - La misma desventaja que tu tenías al no usarlos, no piensas tampoco en ti - Erik estaba furioso, tenia rasguños en toda la cara, el ojo casi azul, el cabello alborotado y la ropa rasgada - ¿Qué más te hicieron? - agaché la cabeza y negué - ¡Dime! - se escuchaba furioso - Maldita sea t/n ya me cansaste, no me obligues a traer a Charles -


-No no ya ya te digo - me acerqué y le dije al oído lo que me habían hecho, me persiguieron, me golpearon, querían quitarme la ropa, sabía a donde llevaría todo eso así que los golpeé y desaparecí, pero otros me lanzaron piedras - No hagas nada malo Erik, no quiero que te busquen de nuevo - su cara estaba roja y hervía en cólera, se notaba muy molesto, gritó y pataleo -


-No, lo lamento t/n tu no puedes dejar que ellos te traten así, ellos nos atacan nos matan somos motivo de burlas, nosotros tenemos ventaja sobre ellos, y no pienso dejar esto así - me había asustado la forma en que se salió de quicio, no me gustaba verlo así y el lo sabía, suavizó su mal humor y se acercó a mi, sujetó mis manos y les depositó un beso - Mi deber es defenderte, sobre todo, eres lo único en esta vida que me importa y si algo te pasa no habría más razones para vivir - acarició mi mejilla y acomodó mi enmarañado cabello - Y por que te amo no puedo dejar las cosas así, solo pienso que habría pasado si hubieran llegado más lejos - me soltó y se hizo aun lado mio - Quédate aquí cielo, no tardaré -


POV Erik

¡¿Cómo se atrevían a tocarla de esa manera contra su voluntad?! Eran unos malditos hijos de perra, se que ella tiene un corazón noble, que yo soy el ogro algunas veces, pero si no puedes usar tus poderes en tu defensa, estas frito. Soy quizá un matón, pero estoy a salvo, y puedo decir casi con seguridad que ella lo está, que Charles lo está, que la escuela lo está. Sabía perfectamente quiénes eran esos pedazos de basura, t/n debe cruzar la misma calle después de ir a comprar la comida de los estudiantes, esos malditos se aprovechan de una mujer indefensa.

Detrás del lugar está ese asqueroso lugar Aspartina donde hombres asquerosos y alcohólicos pasan sus miserables días bebiendo. Entré al lugar casi desértico, tendría que volver después por los otros, pero no tengo prisa, solo habían dos hombres algo mayores bebiendo y jugando naipes. Me miraron con molestia al verme entrar.


-Está prohibido el paso a personas como tu - volvió a sus cartas ignorando me mientras el otro reía de un chiste que no entendí -


-Pero ustedes pueden atacar a los de mi especie - me acerqué y me senté justo aún lado suyo, tomé su alargada copa y bebí de ella, mientras el sujeto me miraba con asco - Vine solo por saldrá cuentas, y después de eso, tu no te meterás con nosotros ni nosotros contigo -


-¿Es por esa chica no es así? - río sonoramente - La amas y es tu debilidad, quizá deba desaparecer antes de que procreen más engendros como tu - sacó de debajo de la mesa una daga de metal, ingenuo, se la arrebaté de las manos y el me miró asustado -


-Nosotros seremos los únicos de pie cuando los de tu especie se aniquilen los unos a los otros, y si es o no mi debilidad yo lo decido - estába tan cerca mio que podía apostar a que le estaba escupiendo en la cara - Solo te advierto, que si la vuelves a tocar, si tocas a uno de los nuestros, si le haces daño, no vas a vivir para contarlo, y primero voy a jugar contigo, te haré sufrir, voy a quebrar tu huesos uno a uno, iré por los que amas, y después de que veas como acabé con todo, te asesinaré - me alejé de él y acomodé mi cabello, tomé la daga y se la enterré en la mano, el sujeto gritó y se retorció del dolor, otro hombre que salió de detrás de alguna puerta se acercó apuntandome con una arma -

Imaginas Marvel-DCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora