Imaginas Marvel-DC

Thanos

No soy el monstruo que toda creen. No ha visto al futuro con mis ojos, la destrucción, el hambre. La muerte es la solución para un mejor inicio. Donde la selección sea por igual, justa, ricos y pobres. E estado planeando cada movimiento desde hace cientos de años. El único problema fue al atacar ese planeta donde encontré a aquella niñita. La hice mirar a otro lado mientras jugaba con la navaja que me dio un hombre a cambio de no matarlo. Ella fue el alba en el ocaso, la entrené para ser como yo y jamás mentir. Pero ese era el problema, tenía un alma que jamás creí poseer, ella y su hermana peleaban siempre, a Nebula solo la traje a casa para que Gamora se entretuviera. Luego ambas me traicionaron y se volvieron en mi contra, forjaron un lazo no sanguíneo. Y luego sucedió, Gamora siguió su camino, como una usurera, la asesina más despiadada de la galaxia, junto con un montón de charlatanes haciéndome llamar Guardianes.

La conocía bien y jugué con ello. La hice venir hasta mi junto con el grupo de tontos que se rodea, y para mi sorpresa alguien llenaba su corazón de una manera que yo jamás haría, aún siendo su padre.

-No tienes el valor - la acerqué a el y jaló del gatillo mientras la miraba a los ojos prometiendo, jurando, que lo hacía por que la amaba - Lo sabía - volví burbujas a las balas y desaparecí con Gamora -

Me reclamó, como todos los días, la cruel forma en que la separé de su madre, ella no podía entender lo que yo hacía y solo juzgaba, hacía unos años esta guerra la hubiese emocionado, llenado de dicha y ahora, quería ser parte de un cambio absurdo. Así que la obligué a servirme, torturando a su hermana. Me llevó a ese desolado y obscuro planeta polvoriento, olvidado entre los años en medio de la nada.

-Más te vale que este aquí - había quemado el mapa para así jamás nadie pudiese encontrar, subimos hasta la punta de la colosal montaña donde un espectro de acabada túnica, se nos acercó - ¿Cómo podemos llegar a la gema? -

-Thanos y Gamora - me sorprendía que supiera nuestros nombres - Estoy condenado a saber cada nombre de quien viene aquí - caminó y le seguimos hasta la paralela de dos inmensas rocas sobre nuestras cabezas - Guió a otros a un tesoro que no puedo poseer - había un enorme risco, de miles de metros de altura - La gema pide un precio a cambio, algo amado -

-Ese el el problema - Ella río detrás mío, se que me miraba, sentía sus ojos clavados en mi espalda, me juzgaba duramente, creía que no amaba nada, pero se equivocó, ella siempre fue mi todo - Por que tu no amas a nadie - unas lágrimas corrieron por mis mejillas - ¿Por qué lloras? Tu no tienes sentimientos -

-No llora por él - respondió el guardián de la gema, volteé hacia ella y la sujeté de la muñeca para jalar la contra su voluntad hacía el risco -

-Esto no es amor - forcejeo contra mi, como si su fuerza fuese algo comparada con la mia, no era fácil renunciar a eso que amas, siendo yo alguien que no a amado a nadie jamás, solo la sensación del poder, y con mi pequeña la sonrisa todos los días cuando practicaba como yo le decía -

Hubo un brillo, y luego estaba sobre el agua, ante la imponente belleza del lugar, y en mi mano estaba la gema, que dirigí al guante de inmediato, era un sacrificio que jamás creí hacer, sabía que ella tendría que irse algún día, pero creí estar más preparado, y no pensé ser yo quien diera muerte a su pequeño cuerpo. Fui por todas y cada una de las gemas, era dueño del tiempo, y de todo su poder, y de todos las gemas, siendo el hombre mas poderoso de la galaxia. Troné los dedos y todo cambió, huí a un mejor lugar, a eso que soñé desde hace miles de años, en un lugar tranquilo y prospero y ahí estaba ella, cuando era una niña, justo como la recordaba, risueña, con sus coletitas.

-¿Lo hiciste? - dijo con dulzura, justo como recuerdo esa voz que taladraba mi cerebro, Si, respondí sin más - ¿A qué costo? - habían lágrimas en sus ojos, y yo era culpable de acabar con el mundo como lo conocía, acabé con un planeta y su gente, pero ellos perdieron sus mundos, esa gente que amaban, como yo perdí mi mundo-