Imaginas Marvel-DC

Steve Rogers

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-Steve, te prohíbo que hagas eso - estaba conduciendo la nave lejos de la tierra, Tony lo hizo una vez, conduciendo el misil a la nave chitauri y ahora era mi turno, este era un punto sin retorno, yo no tenía un super traje-  Tienes que volver, el equipo te necesita - la señal se estába cortando - Wanda te necesita, Bucky te necesita, no pasaste tanto para defenderlo no puedes hacer esto, Nat te necesita, Bruce, Thor, Clint, yo te necesito -

-No se canjean vidas - suspiré mientras ya no tenía forma de salir de ahí, sabia que el traje de Tony estaba hecho trizas, que falcón no tenía alas, y que Carol estaba dándole batalla a eso que nosotros no, que visión apenas podía moverse con su nuevo motor, y que Wanda estaba herida - Estaba equivocado Tony, aveces hay que lanzarse para que el otro salga - veía la nave tan cerca -

-Steve, da la vuelta pensaremos en algo llevamos horas pelando estas exhausto no sabes que haces - se escuchaba desesperado - Haremos un nuevo plan, si te vas nadie sabrá que hacer, eres quién dirige el equipo - iba a convencerme en cualquier momento -

-Esta bien Tony, sabíamos que no todos íbamos a volver - sonreí viendo la muerte cerca - No tengo miedo, no lo tuve hace casi ochenta años, o hace unas horas - solté el mando, no hacía falta sostenerlo - No busques valor en otros, busca el valor dentro de ti, es más grande que el de aquellos que admiras, eres más fuerte que el mismo sol, y más brillante que las estrellas - sonreí era como si viera una luz familiar - Esta vez llegaré a tiempo a ese baile - la nave se estrelló en la colosal nodriza de Thanos, haciendo polvo a todo su ejército, como aquella vez en Nueva York -

Hubo obscuridad por un instante y luego, una luz cegadora, parpadee varias veces intentando calmar mis pupilas, abrí los ojos al escuchar una voz familiar que me llamaba, se escuchaba tan lejana al principio, era la misma voz de mis sueños, estaba ahí, llamándome, y ahora se escuchaba acercandose a mi, como a solo un par de pasos entaconados y el olor de perfume y polvo.

-Llegas tarde - estaba como la recuerdo, el vestido rojo escotado y largo tapando sus rodillas, sus zapatos rojos altos, su cabello bien peinado y a la época, sus labios rojos, sus mejillas rosadas, y su sonrisa única, feliz de verme como la primera vez que se burló de mi -

-No podía dejar a mi chica especial - extendió su mano y la tomé, noté que llevaba mi antiguo traje verde militar, con las medallas en el pecho, zapatos cafés bien boleados y todo a nuestro al rededor era música y gente que hacía tantos años no veía, bebiendo y riendo, con los flashes de cámaras en todos lados -

-Este es nuestro baile ¿Recuerdas? - me guió hasta la pista donde estábamos rodeados de parejas que bailaban al ritmo de la más linda melodía, se detuvo frente mio, parecía un sueño - No te preocupes, tendremos un baile por cada vez que el mundo quiso separarnos - sonrió y mi vida tuvo sentido, tome su cintura y ella enrolló sus brazos en mi cuello - Ya no se te hará tarde jamás -

-Te debo más de un baile Peggy - comenzamos a mesernos al ritmo de la música, lenta y perfecta, ya había tiempo para bailar hasta no sentir los pies - Llegué demasido tiempo - me miró fijamente y detuvo sus pasos - Lamento no despertar antes para mirarte - acaricié su rostro, su piel estaba como la recordaba -

-Estabas haciendo lo correcto, yo perdí un baile, pero el mundo ganó un héroe - una lagrima rodó en su mejilla - Solo mira a tu al rededor - la música sonaba fuerte, las risas me ensordecian, y el brillo era hermoso - Valió la pena por tenerte aquí -

-No quiero irme nunca, ya no, ya salvé a la tierra, ahora, hay tantos como yo, está a salvo ahora - de nuevo río irónica - Ya es tiempo de no irme, de no pelear por primera vez desde que tengo seis años, ya es hora de sentirme a salvo, es hora de, solo ser Steve Rogers, el debilucho de Queens -