Imaginas Marvel-DC

Charles Xavier

-Debemos estar orgullosos de lo que somos, no todos tiene el privilegio de tener una habilidad como la nuestra, no solo es leer mentes, controlar el metal, cambiar de forma, o volverte una bestia - me reí grasiosa por como se refirió a Hank - Esto es un enorme  paso a la evolución - acomodó un mechón de cabello detras de mi oreja y eso me hizo sonrojar -

-Tienes la mejor habilidad de todas Erik - a el le gustaba que le hiciera cumplidos algunas veces - Podrías armar un edificio en segundos, o hacer joyas - el sonrió de lado, extendió la mano hacia arriba y jaló el metal de un par de cables, mientras se acercaban a nosotros el metal comenzó a tomar forma pude notar como había hecho un lindo collar con muy lindos detalles -

-¿Puedo? - asentí muy nerviosa y me giré, sostuve mi cabello y así Erik pudo ponerlo sobre mi cuello, era imposible creer que hacía solo unos segundos había estado en los cables que colgaban - Jamas se me hubiese ocurrido, gracias por darme ideas t/n - debíamos volver a la fiesta, después de todo era vendría un buen amigo a la mansión, nos adentramos en lugar, y abrazando a Hank estaba un joven alto, de cabello rubio y ojos azules, de perfectos dientes blancos -

-T/n, Erik, vengan quiero presentarles a mi compañero de laboratorio - Hank estaba emocionado, al parecer eran muy amigos - El es mi amigo de la escuela, Scott - el sujeto estrechó la mano de Erik y me deposito un beso en la mejilla, Erik apretó los dientes algo molesto, podía notarse en su cara - El me ayudará solo un par de semanas hasta que regrese el señor de extracción -

-Es un gusto Scott, espero tu estadía sea grata con nosotros - al parecer el no sabia mucho sobre los poderes que todos los presentes poseían -

-El gusto es mio t/n, es un muy lindo nombre - me sonrió de manera dulce y eso hizo molestar más a Erik, cosa me extrañaba por que solo eran amigos -

Erik estuvo distante todo el tiempos que duró la fiesta, fui a dormir sin escuchar un adiós de parte de el. El amigo de Hank, siguió ayudando en el laboratorio, pero no era raro verlo rondar los pasillos de vez en cuando. Una tarde mientras pasaba por la oficina de Charles escuché la voz molesta de Erik, gritando.

-¡¿Qué se supone que haga Charles?! No podré jamás regresar el tiempo, es culpa mía - se deshacía en llanto, Charles se acercó para consolarlo pero el lo apartó con molestia - Fue mi culpa, no debí dejarlas, estaba como un tonto, ciego, enamorado de t/n, y ahora mírame - se desvanecía cada vez más en llanto, y yo por dentro, de ser nombrada de aquella forma - Ella era la mujer que más me amó en este mundo, y mi hija Dios... - por fin aceptó el brazo de Charles para llorar con amargura y pesadez - ¡Y ahora están muertas! Yo no debí quedarme aquí yo debí estar con ellas, abandoné lo que más amaba por algo que me ilusionó un momento - algo en mi se quebró, me ponía a mi como la culpable, como lo que lo distrajo para no ir con su verdadero amor, como eso que solo fue una distracción, lo que no valía la pena, como aquello por lo que no recuperaría su verdadero amor -

-Erik basta - Charles sentía el dolor de su amigo en lo las profundo - Ya no te culpes, ni culpes a nadie por tus decisiones, ellas querían verte entero, sonriendo, y viviendo por salvar a aquellos que te necesitan -

Me alejé de ahí a paso rápido, con mil sentimientos e ideas en mi interior, como no sentirme mal, jamás había encajado no sólo como mutante, no lo había hecho en la escuela de Charles, y el tenia la razón de estar del lado de su amigo, después de todo yo ahí era un extra. Debía irme de ahí, por fin buscar algo deferente a todo eso que me había tocado vivir, algo que por primera vez no me rompa el corazón, no se cuantos pedazos queden de él como para seguir parchando. Metí todo en mis maletas y las llevé al auto donde había llegado a la escuela. Charles salió al patio por el ruido estruendo del radiador y las balatas, era un auto demasiado viejo, Erik no saldría y tampoco podría pedir que el hiciera.