Pietro Maximoff

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-Eres la chica más hermosa de todo el lugar - Pietro era de los nuevos en el lugar, venía con su hermana Wanda y un par de personas como el - ¿Cuál es tu nombre? - *inserte te acento sokoviano*-

-T/n - dije nerviosa, todos se reían de lo que estaba pasando, no conocía bien a Pietro pero todo parecía uno de esos planes solo pata fastidiarme  - Un gusto, eres Pietro, te e visto antes - me miró sin entender - Hace días cuando llegaron con Stark -

-Claro entonces me has visto - mis mejillas de volvieron rojas - Me preguntaba si tu - acto seguido Barry vino a tomarme de la mano para intentar jalar me de ahí - ¿Quién es él? - iba a responder pero Barry respondió cortante -

-No te importa - y me jaló para seguirlo, me habría encantado que me hubiera invitado a salir pero Barry se molestaba con Pietro por que creía que era un engreido farsante -


-No se que le vez a ese sujeto t/n, es un idiota de cabello platinado, apuesto que podría ganarle en una competencia iría tan rápido que lo desapareciera si fuera al pasado, solo a el su hermana es linda y sexy - le aventé una almohada a la cara - Oye alguien debía decirlo -

-Pues a mi me parece muy guapo y siempre estás haciendo que se moleste por que vas por mi como si fuera niña puedo cuidarme sola de el, la próxima iré por ti cuando hables con su gemela - frunció el ceño -

-No estoy tratando de molestarte - me crucé de brazos - Estoy hablando en serio, solo quiero fastidiarlo a el no a ti, además no hice gran cosa, solo un par de miradas asesinas y nada - lo mire seria -

-Barry esa solo te la crees tu por que sabes que no es verdad, que tal hace una semana cuando me invitó un helado y llegaste a decir que se nos hacía tarde para el masaje, o antier cuando hablaba con el la banca del pasillo y dijiste que me veía sexy, quizá hoy cuando dijiste que no te dejé dormir anoche, puede que todo eso sea motivo, sabes que ya olvídalo Barry no lo hagas más por que no quiero que piense que salimos  - tomé mi mochila para salir - Por favor no lo hagas más -

Pero sabía bien que eso solo era motivo para Barry de seguir con sus bromitas. Esa semana nos enviaron a una mision al pueblo natal de los hermanos Maximoff, otro contrabandista de metal robado de Wakanda, al primero lo había matado Killmonger pero este, buscaba con algo más que lucrar con las ganancias. La misión: detenerlo, tomar el metal y llevárselo al rey T'Challa. Nada complicado, hasta que lo complicaron todo. Y en dos segundos estábamos rodeados de androides o algo con cables, tratamos de evacuar la ciudad sin no morir en el intento. Pietro iba a salvarme y Barry no desaprovechaba cada instante para molestarlo. Hasta que ambos me dejaron sola, ambos intentando probar quien era mejor. Y ahora esta sola con cuatro raras criaturas atacandome, y cuando atacaba a una y la destruía llegaban dos más. Estaba más que perdida, acorralada, me apuntaban, iban a matarme, necesitaba ayuda pronto, Pietro llego en una ráfaga de viento tan rápido como un rayo, iba a salvarme de esas cosas cuando Barry se adelantó y me tomó en sus brazos para salvarme en una lluvia de balas. Me bajó de sus brazos y me abrazó con fuerza.


-Maldita sea t/n, pensé que te iba a perder ¿Como sucedió? No debí dejarte sola - lo abracé con fuerza, jama me había sentido a nada de morir como Antes de que me salvara, tenia miedo mucho -

-A la nave ahora - Pietro solo nos dijo que hacer, se escuchaba molesto, por alguna razón, no podía entender que lo había molestado - El jefe quiere vernos en dos horas - los cargamentos del metal ya estaban en la nave, así que fuimos tan rápido como pudimos, y todo el camino Pietro se la pasó serio y a mitad de camino cambió de lugar para ir cerca de los controles -


Barry había logrado su cometido desde que Pietro me intentó hablar, y Pietro me gustaba me encantaba, desde su cabello patinado y sus ojos azules que hacían juego con su traje y su sensual acento raro. Así que esperé a llegar para hablar con el pero corrió, literal de mi. Y todo el día estuve tratando de atraparlo, y solo había un lugar del que no podría escapar y que seguro iría, el refrigerador. Y lo hizo, el hambre lo traicionó.

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