Título: Demasiado Tarde
Personajes: Polo y Christian.
Tipo: Celos
Ac: -banshxx—Gracias, no sé qué haría sin ti.— le dijo Carla a Christian mientras entrelazaba sus brazos en su cuello.
Éste sonrió para luego besarla por un corto periodo de tiempo.
—Para que luego digáis que somos unos pobres de mierda.— ambos rieron ligeramente.
—Polo, ¿Qué sacaste en el... ¿Qué miras tío?— preguntó Guzmán, el mejor amigo de Polo, al darse cuenta de qué éste estaba más pendiente de otra conversación.
Guzmán chasqueó la lengua.
—Te la ha quitado.— dijo refiriéndose a Carla y a Christian que no estaban muy lejos de ellos— Te dije que esa gente nunca trae nada bueno.
—Tampoco es que hiciéramos nada.— contestó Polo molesto.
—¿Hiciéramos?— repitió Guzmán.— Yo no me hubiera dejado manipular así, perdona que te diga. Además, yo ya tengo bastante con mis problemas
—Vete a la mierda Guzmán.— Polo, indignado, se dirigió a paso decidido a los baños.
—«Esto me pasa por cobarde»— se dijo así mismo mientras se lavaba la cara y se miraba en el espejo.
—¿Por qué me da la sensación de que tengo la culpa de algo?— preguntó Christian, a lo que Polo se sobresaltó al oír su voz.
—Si dejaras de meterte en medio de nuestra relación todo iría mejor.— se quejó Polo mientras se giraba en la dirección de Christian.
—Cuando me chupaste la polla no pensabas lo mismo.— le espetó el castaño.
—Era diferente, ¿V-vale?— contestó Polo, nervioso.
—Ya, claro.— dijo Christian.
[. . .]
—Ahora llora, pareces gilipollas.— dijo Guzmán al ver a su amigo cabizbajo y con varias lágrimas en sus ojos por ver cómo Carla y Christian se besaban no muy lejos de allí.
—¿Puedes irte, Guzmán?— pidió limpiándose las lágrimas con la manga del uniforme.
—Está bien, como quieras.— dijo el rubio retirándose de allí.
El timbre comenzó a sonar, así que Polo se puso en pie y se dispuso a dirigirse hacia clase.
—¿Podemos hablar un momento?— era Christian, quién al parecer, se había percatado del estado de Polo.
—Tenemos que ir a clase.— le contestó Polo sin mirarle si quiera.
—Vamos un momento a los baños, tampoco va a pasar nada.
Finalmente, Polo aceptó, y los dos se dirigieron hacia los baños.
Una vez dentro, Christian, que fue el último en entrar, cerro la puerta con ellos dentro para que nadie pudiera oírles.
—¿Qué quieres, Christian?— ahora parecía más seguro que antes, pero su cruce de brazos y su ceño semi-fruncido solo resultaban adorables, o por lo menos para Christian.
—¿Se puede saber qué te pasa?
—¿Perdona?
—Ayer te fuiste corriendo a los baños, y hoy andas lloriqueando por los sofás.
—Te aseguro que no es tu problema.— Polo hizo ademán de salir de allí, pero Christian le detuvo.— Sueltame, Christian.
—Dime la verdad.
—No te mereces mis explicaciones.
—Ni ti miricis mis expliquicinis. Venga ya, no me vengas con eso ahora, Polo.
—¿Por qué te preocupas tanto?
—Me importas Polo.— dijo Christian cómo si fuera obvio.
—Pues bien qué prefieres a Carla.— contestó molesto.
Christian rió irónico.
—¡Estás celoso!
—¿Celoso? ¿Yo? ¡No digas esas g-gilipolleces, por favor!
—Al parecer los ricos tenéis más sentimientos que el placer.
—¡Basta Christian! Deja de decir burradas.
—¿Vas a negarme que te da igual que bese a tu propia novia en tu cara?
—No me da igual, claro que me molesta, pero...
—¡Lo ves! Mira que lo sabía.
—¿Tú no te molestarías si besara a tu novia en tus propias narices?
—Ah, ¿que todo esto era por Carla?
—¿Cómo?
—Pensaba que estabas enamorado de mi, y estabas celoso de que prefierera a Carla antes que a ti.
—¿Tú te oyes! Eres gilipollas, de verdad...— Polo negó con la cabeza.
—El otro día no parecías pensar igual.
—¿Puedes olvidar ya lo del otro día? Fue un error, Christian. Ol-vi-da-lo.
—Ojalá, pero no puedo.
Polo abrió sus ojos como platos para luego ser él quien reía irónicamente.
—Osea, que con la tontería, te has acabado enamorando tú de mí. ¿No? ¡Claro! Por eso no me dejas ni respirar en paz.
—Bueno vale si, tienes razón.— admitió Christian finalmente.— Me he acabado enamorando de ti, ¿Qué pasa?
Polo comenzó a sonreír.
—¿Qué pasa?— volvió a preguntar Christian.— A veces de la pasión surge el amor.
Polo volvió a reír.
—Por fin te das cuenta de que Carla sobra en esta relación.
—¡Toma ya! ¡Tenía razón!
—¿Solo te alegras por eso?
—Bueno... Por eso... Y porque esta noche...— decía Christian de forma pícara— Hay postre especial en tu casa, vamos.
Polo rió.
—Eres gilipollas.
—Pero has acabado enamorandote de mi.
—No debí hacerlo
—Demasiado tarde.
Fin
![](https://img.wattpad.com/cover/109928317-288-k257949.jpg)