NO me pidan más One Shots de Guzmán, tengo como once encargados, solo que no dispongo de mucho tiempo para escribir, espero que lo puedan entender ❤
Título: No me importa
Personajes: Guzmán & Ana
Tipo: Nueva integrante 🔥
Ac: Nixzasad—Hoy.— informaba Martín antes de empezar con la clase.— Tenemos a una nueva integrante en las encinas.
De repente, a todos pareció interesarles mucho la conversación.
—Pasa, por favor.
Ana, mientras todos la analizaban con sus fulminantes miradas, se paró al lado de la mesa del profesor.
—Can you do a description of yourself? For the others students
(¿Puedes hacer una descripción de ti misma? Para que los otros alumnos puedan conocerte)
—Oh, of course.— Ana asintió.— Hello, my name is Ana and...— hice una pausa para observar a todos mis compañeros.— And I want this course to be unforgettable.
(Oh, por supuesto. Hola, me llamo Ana y...
Y quiero que esté curso sea inolvidable)Todos la miraron con desprecio, pero ella visualizó cierta sonrisa entre los chicos.
—Okay, very well. Siéntate al lado de Christian.— le instruccionó Martín.
—Vamos a ver.— le comenzó a susurrar Christian.— ¿Tú eres rica?
—No, cariño.— le dije sincera.— Becada.
—Pues si no te lo preguntan no lo vayas diciendo por ahí, nos tienen fichados.
—¿Tú también lo eres?
—Si.— me contestó.— Del instituto derruido.
—Vais a tener que hacer un trabajo en parejas.— comenzó a explicar Martín.— Es sobre el perfil que queráis que tengan de vosotros, intentad dar vuestra mejor versión él uno del otro y por favor... Ser originales.
Dicho esto, Christian, hizo ademán para preguntarle a Ana si quería hacer el trabajo con ella, pero cierto rubio se le adelantó.
—Guzmán.— se presentó.
Ana le devolvió la sonrisa.
—¿Hacemos el trabajo juntos?
—Está bien.— respondió la chica sonriente.
—Esta tarde, en mi casa.
—Vale.
[. . .]
—Wow, tú casa es enorme.— le contesté asombrada una vez subimos a la piscina.
Guzmán sonrió.
—Si, bueno... Cosas de mis padres. Bueno, cuéntame cosas sobre ti, cuales crees que son tus puntos fuertes.
—Mi sonrisa.
—¿Y eso?— el chico alzó una ceja
—A parte de porque llevé brackets durante dos años, porque por mucho que me tiren, ella siempre estará ahí.
—Pero eso es muy profundo, tienes que buscar algo entremedias.
—Pues comienza tú.— le propuse.
—Me gusta mucho nadar, de hecho espero ser algún día nadador profesional.— Ana rió fuertemente.
—Perdona, Mireia Belmonte, te tenía menospreciado.
Guzmán rió ligeramente.
—Eres gilipollas.— bromeó.—¿Qué quieres ser tú de mayor, venga?
—No lo sé, pero... Tengo claro que quiero cambiar el mundo.
—¿Y eso no es patético?— preguntó el rubio riendo.
—Yo no he dicho que ser nadador sea ridículo, solo...
—Si lo has dicho.
—No, que va.
—Si.
—No
—Si.
Y se repente sus labios quedaron impactados en los de Ana de forma suave y momentánea.
Ella le sonrió para luego corresponderle, pero decidió detenerle.
—Yo no soy quien tú crees.
—Ana González, pacifista y soñadora.
—No, Guzmán.— repitió ahora sería.— Te lo digo de verdad.
Ana respiró hondo y cogió todas su cosas, para luego marcharse apresuradamente.
—¡Joder!— exclamó Guzmán arrepentido por haberme ido demasiado rápido.
[. . .]
—Oye, ¿que le has hecho a Señorito Nunier?— le preguntó Christian a Ana nada más verla
—¿Por?
—No quiere hablar con nadie, y dice Marina que lleva toda la semana igual.— dijo Christian para luego reírse.
—No tiene gracia.— le dijo la chica seria para luego marcharse a clase.
—Los trabajos en la mesa.
Todos se levantaron, todos menos Ana y Guzmán.
—¿Ana? ¿Guz...— pero antes de que pudiera pronunciar su nombre, este se marchó del aula.
Y Ana, culpable, decidió seguirle.
—¡Hey, Guzmán!— consiguió pararle en los vestuarios.—¿Qué te pasa?
—No hemos entregado el trabajo.
—¡Venga ya! Sé que no es por eso.
—¿Y qué quieres que te diga, Ana? Me siento un estúpido por haber ido demasiado rápido, ni siquiera nos conocemos lo suficiente bien, lo de González me lo inventé.— se excusó el chico.
—Yo no dije que fueras demasiado rápido, de hecho, si hubiera sido por eso te lo habría dicho.
—¿Entonces?
—Te dije que era porque yo no era lo que tú creías.
—¿Eres delincuente? ¿Has matado a alguien? Venga ya, joder...
—¡Soy pobre! ¡Vine becada, y pensé que si te lo decía me harías la vida imposible!
—¿Cómo? ¿Era por eso?
—¡Si! Ahora ya lo sabes, ya se lo puedes decir a todos...
—¡Ana!— la detuvo.— Es que eso no me importa.
—¿Y lo que pensarían los demás?
—No me importa.— repitió.
—¿Y cómo puedo creerte?
Él chico la besó sin pensárselo.
—Porque me vuelves loco.
La agarró del trasero, y la subió a la altura de su cadera, a lo que ella, sin parar de besarlo, entrelazó sus piernas en su cadera.
Una cosa llevó a la otra, y ya no tenían ropa por medio.
Guzmán comenzó a besarla por el cuello, deslizándose por medio de los beso hasta llegar a su abdomen, para finalmente llegar a su intimidad.
La cual comenzó a besar lentamente mientras ella gemía de placer.
—Guzmán.— gritaba ella.— ¿Seguro que no pueden entrar?
—Ni lo sé ni me importa.— dijo para luego embestirla hasta llegar al clímax.