X.com [YoonKook]

Una cita

Como bien dijo el rubio, conseguiría una novia a su amigo. Y así fue, Yoon Gi habló con una jovencita de su escuela a la que sabía que le gustaban los videojuegos y le contó maravillas de Jung Kook. Le dijo quién era y los juegos a los que se viciaba. La muchacha, algo tímida de actitud, sintió latir su corazón porque el chico de último año le estaba hablando. Se emocionó por lo de Kook, sí, pero en la escuela todas suspiraban por Min Yoon Gi y, claro, no faltó un "oppa" tan sonoro y horrendo para el mayor que tuvo que arrugar su cara del disgusto.

La jovencita de cabello rubio y largo le mostró un gigantesca sonrisa. Aceptó salir con él y ese tal Jung Kook del que le habló, sin ningún problema. Y como la cita debía ser para ambos, Yoon Gi salió más tarde en busca de otra presa. Era realmente fácil para él convencer a las chicas, a pesar de que era conocido como un friki sin vida, su atractivo y apariencia de modelo lo ayudaban bastante.

Buscó al azar entre todas las chicas que tenía a su alrededor y dejó que su dedo decidiera a quién apuntar. Entonces, allí, sentada en un banco del patio con las piernas medio abiertas (demasiado como para una señorita), Yoon Gi se acercó a la joven de cabello castaño con corte carré. Se sentó a su lado, asustándola y haciendo que pegara un brinco.

—Ey, tranquila, preciosa.

—Iugh...—ella arrugó su frente y lo miró de arriba hacia abajo—Si vuelves a decir eso juro que te golpeo.

—¿Qué?—el rubio chasqueó su lengua, parecía que había tenido mala suerte al señalar a aquella chica, la cual, siempre estaba en silencio en su aula— Mejor me busco otra que acepte salir conmigo.

—Ey, ey, alto ahí —la castaña se levantó del banco, sosteniendo su teléfono y deteniendo el juego en el que estuvo concentrada—¿Tú no eres gay?

—¿Cómo sabes eso?

—Es que lo huelo, amigo mío— olisqueó cual perrito y se acercó al rubio de brazos cruzados—¿Estás intentando conquistar a alguien? Te puedo ayudar, vi mucho por... Digo, series y cosas...

Yoon Gi no entendía como nunca antes cruzó palabras con ella. La veía en sus clases, en ocasiones que su mirada se desviaba porque se aburría de la lección. La gran parte del tiempo se reía sola mientras estaba con sus auriculares mirando quién sabía qué y, otras, tecleaba en su teléfono sin parar como si fuera Flash.

Quizás Yoon Gi había encontrado la solución a su problema y la compinche perfecta para ayudarlo en su cita.

🎮

Eran las cinco de la tarde y Jung Kook se sentía ansioso por saber qué clase de chica le presentarían. Si bien en su fracasado intento por tener una relación terminó por tener un trauma hacia las mujeres, se dio el valor para superarlo y así darse cuenta de que no todo giraba en torno a una vida virtual en la que lo que le gustaría tener estaba dentro de una pantalla de alta resolución.

Era la primera vez que Jung Kook tendría una cita con alguien, y por ende había sacado su mejor camisa, al menos la que no tenía tantas arrugas.

Antes de salir, Yoon Gi le envió un mensaje diciéndole que llegarían los tres juntos al punto de encuentro. Ese lugar en el que se encontrarían todos era precisamente uno de los salones de juegos más grandes de la ciudad. Y la verdad es que Kook tenía muchas más ganas de entrar que de seguir esperando como un monigote.

Después de haber mirado su reloj digital, alzó la vista y vio que a lo lejos se acercaba Yoon Gi con dos muchachas. Una de ellas vestía como si hubiera salido de un anime y la otra bastante casual con un estilo algo masculino.

—Hola, Kook, te presento a Gina—señaló a la castaña— y ella es Park Jun Ah, tu cita.

—Hola...

Los nervios comenzaron a idiotizarlo. Le dio la mano a la muchacha rubia que se le hacia muy parecía a Misa Amane y, en cuanto la soltó, empezó a hiperventilar.

"Calma, calma, Kook... Respira hondo, expulsa lentamente..."

La mirada de la muchacha rubia no se veía muy atraída por él, ella prefería ser la cita de Yoon Gi.  Sentía envidia de esa chica que estaba a su lado, la cual le agarraba el brazo y apoyaba de forma descarada su cabeza sobre el hombro del rubio.

—Oppa, entremos de una vez—dijo con una voz aniñada que hasta a ella misma le dio asco.

Jung Kook quedó perplejo por la cercanía de aquella chica con Yoon Gi. No le gustó que nada más haber sido presentada, desviara su mirada con actitud grosera como si no le cayera bien.

—Vamos a divertirnos, chicos—Yoon Gi mostró una sonrisa confianzuda a su amigo y éste asintió sin ganas.

La pareja del rubio y la castaña entraron primeros al lugar, Jung Kook prefirió ir tras la chica rubia, quien no estaba muy interesada en hablar con él. Podría ser que aquel día fuera una maravilla o una pesadilla.

Tras los treinta minutos pasados entre juego y juego, Kook intentó entablar una conversación con Park Jun Ah, pero ésta estaba al pendiente de Yoon Gi y su compañía. Aquellos dos estaban inmersos en su propia burbuja de diversión, disparando a dinosaurios. A Jung Kook se le hacía que eran la pareja perfecta y, eso, le molestaba.

Él también quería pasarla bien, pero su cita no ayudaba. La rubia se alejó de él y fue en busca de un refresco, dejándolo solo.

—Esto es un asco—murmuró para sí mismo, dándole a los botones de la máquina sin ganas.

Ya que todo parecía salirle mal, dejó de jugar y apoyó su mano bajo su mentón mirando hacia Yoon Gi. La pareja estaba sentada en la zona de cafetería mientras se cuchicheaban cosas al oído y reían. Gina, al mirar en otra dirección después de mostrar una amplia sonrisa, se dio cuenta de que Kook los miraba. Le mostró los dientes y alzó su mano para saludarlo, pero el pelinegro giró su rostro enfurecido.

No le gustaba esa chica. No le gustaba su cita. Y lo que menos le gustaba de todo, era admitir que estaba celoso.