X.com [YoonKook]

Una confusión

[Narra Jung Kook]

No, era imposible sentirme atraído hacia un chico, y mucho menos hacia el idiota de Yoon Gi. Claro que aquella muchacha me caía mal, pero eso no significaba nada, sólo que no me gustaba su forma de ser. Es decir, ¿quién se creía que era para decirme aquello? Yoon Gi era MÍ amigo y no podía alejarme de él. No, no estaba celoso. Eso no son celos, dejenme en paz, ¿está bien?

Cuando llegué a casa me senté en la cama, tomé mi laptop y puse música para distraerme, abrí todas mis redes sociales y me di cuenta de que tenía muchos más seguidores en instagram y en twitter. Lo curioso era que no publicaba hacía un tiempo, por lo que decidí ver quiénes eran esas nuevas personas.

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Así hasta el cincuenta. ¡Ese debía ser Yoon Gi! Lo tenia en claro, más claro que el formato PNG, ¿entienden? Por la transparencia... Bueno, en fin, la cosa es que ese estúpido rubio me estaba confundiendo. No me gustaba, pero no en el sentido físico; joder, es guapo, sé admitir la belleza en otra persona, pero no me gustaría salir con él por ejemplo. Eso sería irme hacia otro lado.

Mi madre se pensaba que me gustaban los hombres, vaya patrañas... En cambio mi padre decía que nunca me podría casar porque los personajes anime no eran reales. Yo no quería casarme con un personaje anime, joder. Bueno, quizás con Haruhi Suzumiya, pero ese no es el problema... Yoon Gi no era malo conmigo, sólo algo plasta.

Era la primera vez que tenia tantas cosas en común en cuanto a gustos con alguien; no es que desprecie a Tae, él es como mi hermano, pero tiene gustos pecualires que no están en mi onda.

Me aburrí de mirar las notificaciones y me tumbé un rato con los ojos cerrados, intentando irme a otro planeta. Pero al único planeta que iba era al de Min Yoon Gi y sus estúpidas encías que mostraba al sonreír... Algo estaba mal conmigo, mierda.

A veces desearía ser Teemo para volverme invisible.

Cuando dejé que mi cuerpo volviera a incorporarse para sentarme, miré mi teléfono y éste vibró. No tenia muchas ganas de mirar qué era, pero al saber que Yoon Gi me escribió no pude ignorarlo.

"Jung Kook, tengo algo que debes ver. Es asombroso, ¿quieres venir a casa?"

"Mmm... No sé 😐 No debería acercarme mucho porque quizás tu novia vaya a matarme"

"Pero que tonterías dices, Gina es un angelito. No seas así, ven a casa, te aseguro que te fascinará"

"¿De verdad quieres que vaya? 😳"

"Claro que sí. Eres mi amigo 😃👌"

"😧 Está bien..."

Derrotado tuve que ceder. Volví a colocarme mis zapatillas y, esperando que esa marimacha no estuviese por ahí, salí medio a escondidas.

Lo cierto es que la casa de Yoon Gi no era muy lejos de la mía, así que caminar no era un problema. Fui dando pasos lentos y desconfiados por miedo a que Gina saliera de una esquina con una navaja para asesinarme.

Mi trayecto fue seguro, nadie parecía acechar en las sombras.

Toqué timbre varias veces y Yoon Gi salió a toda prisa para tirar de mi brazo y meterse dentro de su casa. No dijo ni una palabra y sólo me llevó escaleras arriba hasta su cuarto. Una vez ahí, me empujó y cerró la puerta.

—¿Estás loco?—casi me tropecé con la alfombra debido a la fuerza que usó.

—Escucha una cosa niño playboy, no iba a decirte esto hasta que lo admitieras, pero me cansé— Yoon Gi me miró seriamente y se apoyó sobre la puerta—.Todo era una farsa, sí, Gina no es mi novia. Sólo quería ayudarme a que tuvieras celos, pero supongo que no funcionó.

La velocidad con la que habló me fascinó y al mismo tiempo me confundió. Pero terminé por entender todo; no era como si me sorprendiera, viniendo de él, algo así era predecible. Y yo aun sabiendo que podía ser probable, lo hice.

¡Sí, lo admito! Me puse celoso. Pero sólo lo admito porque él lo confesó.

—Yoon Gi, eres mi amigo y sabes que te dije que no soy...

—Sí, sí, no eres gay y blah, blah, blah...

Ante su estúpida interrupción, me sentí molesto. Iba a contestarle de la peor de las maneras, pero entonces se alejó de la puerta como impulsándose hacia mí y, cuando mis párpados se cerraron y abrieron, sentí algo en mi boca.

Sus labios tocaron los míos, haciendo presión. Me eché hacia atrás pero él me siguió, sin despegar su boca. No era una sensación desagradable como creí, más bien me sentí raro y con ganas de un poco más. Fue mi primer beso después de todo y, por lo que veia, Yoon Gi besaba muy bien.

Yo era un inexperto. Sólo me dejé llevar y Yoon Gi me agarró de la cintura. Ese descarado... aun era un menor y ya tenia intenciones de violarme.

Me separé de él y, con mi cara totalmente roja, miré hacia mis pies. Estaba avergonzado por eso y Yoon Gi lo único que hacia era seguir tocándome con sus manitos de porcelana.

—¿Eso te gustó?

—No—dije deprisa, negando con mi cabeza. Era un mentiroso.

—¿Lo dices enserio?—sus manos se alejaron de mi, al igual que su presencia— Estaba dispuesto a darte tu primer beso porque sabía que me volverías a rechazar. Me arriesgué pensando que no contestarías nada y, vaya... Eso me dolió.

Ese día herí sus sentimientos y me sentí muy mal. En realidad nunca quise lastimarlo aun sabiendo que yo le gustaba. Por eso, lo que hice, fue devolverle el beso. Lo agarré de sus mejillas y lo apreté contra mi cara como si fuera un sello.

Cuando me separé, me miró perplejo pero con una sonrisa en la boca.

Bueno, besé a un chico y pues no estuvo mal. Después de eso quise salir corriendo de allí porque me sentía como un imbécil hipócrita.

En realidad lo era.

Yoon Gi tocó sus labios, dibujando una sonrisa. Ni él se creía lo que hice, pues imagínese yo. En ese momento casi me desmayo, no era común en mi ser tan lanzado como lo fui. Y además, le dije que no me gustó su beso y yo se lo devolví. ¿Quién me entiende? No lo sé. Estaba muy confundido.

—¿Por qué me besas?

—Y yo que sé—contesté nervioso. Muy nervioso.

—¿Cómo no lo sabes?—Yoon Gi frunció el ceño —Me dijiste que no te gustó y te me lanzas de repente a hacer lo mismo. ¿Estás tonto o qué?

—¡Sí, estoy pendejo!—confesé—Me da miedo admitir que me gustó y que en realidad estaba celoso.

Después de que dije aquello me tapé la cara con ambas manos y salí corriendo. No me pregunten por qué hice eso, pero no tenía sentido y seguro me chocaba contra la pared. Y bueno, me choqué con Yoon Gi que estaba en la puerta. Vaya lógica la mía en ese momento.

Cosas que hacen los nervios.

—Jung Kook, eres la persona más tonta y bonita que conocí en mi vida.

Seguí cubriendo mi cara por la vergüenza y sentí las manos de Yoon Gi quitármelas para mirarme a los ojos. Sostenerle la mirada era difícil, iba a explotar en cualquier momento. Él era mucho más mayor que yo, tres años. Seguramente creía que era un tonto inmaduro por la manera en la que me comportaba, y aun así me trataba bien.

Tomé aire y cuando quise volver a escapar, él me puso contra la puerta y se acercó a mis labios otra vez para besarlos y no parar.