Un amigo

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Repetidas veces, Jung Kook , mandó mensajes a su nuevo amigo. Cada mañana se despertaba y le escribía un "Hola 😊" y Yoon Gi le respondía con un "Déjame dormir, bye".

Así eran sus conversaciones en la mañana. Jung Kook iba a clases con una sonrisa en la cara, sabiendo que se encontraría con él de camino. Iban a diferentes escuelas, pero el horario era el mismo, y aunque Yoon Gi quería seguir durmiendo, siempre iba un poco más temprano para encontrarse con su adorado chico, el cual lo seguía rechazando. Sí, era una amistad algo extraña.

—Hoy llegaste pronto, qué curioso—dijo Kook rascando su mentón—.En la tarde hay una feria de videojuegos, ¿quieres ir?

—Pues obvio, eso no se pregunta—Yoon Gi le dio una palmada en la mejilla y luego sacó algo de su mochila—.Mira, esto es para ti.

Jung Kook vio aquel envoltorio azul y se preguntó qué era aquello. Desde que comenzaron a ser amigos, nunca recibió nada por parte de él y se le hacía un poco extraño. Podía salirle con cualquier cosa.

—No es mi cumpleaños aun... Pero lo guardaré hasta que sea primero de septiembre.

—¿Eh? No, falta mucho para eso—se quejó Yoon Gi, haciendo un gesto desagradable con su rostro—Ábrelo cuando llegues a casa.

—Pero...

—Shh...—Yoon Gi posó un dedo sobre los labios del chico y le guiñó un ojo para luego dar media vuelta —Te veo más tarde.

El rubio despeinado se marchó caminando como si estuviese desfilando en la fashion week. Jung Kook rió por lo ridículo que se veía y guardó aquel paquete hasta que llegara a casa.

Pero como era ansioso y no le podía ganar a las ganas de saber qué era, lo abrió en medio de su recreo, junto con Tae. No fue muy buena idea.

—¿Qué wea es esa?—dijo Tae con acento medio chileno.

—¡Oh por Dios!—gritó Kook, al darse cuenta de qué era realmente aquello—¡Hijo de puta!

Lo que se encontró después de quitar el envoltorio era una collar de perro que ponía su nombre. Había una pequeña nota escrita a mano que no leyó en voz alta, sino en su mente.

"Algún día serás mi perrito y te pasearé. 🐶💕"

Yoon Gi y sus estupideces lo hacían rabiar, pero en el fondo sabía que sólo lo estaba molestando. Sus edades eran algo que los separa por lejos de lo que podía ser la estupidez y la madurez. Y lo gracioso era que él, siendo el menor, parecía ser más serio que Yoon Gi.

Jung Kook apenas tenía 15 y Yoon Gi ya estaba terminando la escuela. La verdad era que el rubio había sido un troll durante mucho tiempo en lo que tenía que ver con jugar online. Jung Kook fue su víctima en League of Legends y a partir del primer día que comenzó a molestarlo se volvió su rutina y, también, se convirtió así en su crush. Revisó todas sus redes sociales y lo siguió, incluso haciendo cuentas falsas. Yoon Gi estaba un poquito obsesionado con él.

En la tarde, Jung Kook se negó a ir a la feria de videojuegos. Estaba molesto por ese regalo y también ofendido. ¿Qué clase de amigo te regala a un collar para perros? Era absurdo.

Yoon Gi lo llamó, le exigió explicaciones de por qué lo había dejado plantado y, luego Kook no volvió a hablarle.

Estando en su casa, junto a Tae, éste se había colocado el collar sólo para ver cómo le quedaba. Se miró al espejo e hizo gestos imitando a un perro. Jung Kook lo miraba sin entender por qué tenia un amigo así, esta tan raro...

—Debe tener algún fetiche tu novio—le dijo mientras se lo quitaba y se lo devolvía.

—¡No es mi novio!

—¿Entonces me lo presentas?—le sonrió de forma cuadrada mostrando sus dientes —Me gustaría conocerlo, parece alguien cool.

—¿Qué? ¡No, nunca!

Jung Kook frunció el ceño y tomó el collar para volver a guardarlo. Tae lo miraba insistente, lo persiguió por todo el cuarto haciendo pucheros y ruidos de cachorro.

—Deja de hacer eso, no te lo presentaré...

—¡Por fis, no seas así! —se colgó de su cuello y dejó caer— Si no te gusta, dejamelo a mí.

—¡Que no, dije!

Ambos empezaron a pelear como unas nenas, sin apenas ganas de empujarse. A Jung Kook se le hacia una pesadilla tratar con Tae cuando se ponía pesado, era como el hermanito pequeño de la casa.

Su madre, quien estaba allí tras haber salido temprano del trabajo, subió al cuarto de su hijo al escuchar los ruidos y gritos. Abrió la puerta de golpe y se encontró con los dos tironeandose de los pelos.

—¿Qué hacen? Dejen de pelearse o no les traeré la merienda.

—¡La merienda! —Tar soltó el pelo de Kook y salió del cuarto para bajar hasta el comedor —Tía, dame la merienda, tengo hambre.

La señora Jeon rodó los ojos. Le dijo mil veces al chico que no la llamara tía. A pesar de que era cercano a ellos, tanta confianza daba asco y Tae era bastante desvergonzado en ocasiones.

Jung Kook ignoró a su madre y gruñó. Su teléfono volvió a sonar una vez más reciendo un mensaje de Yoon Gi.

"Te esperé, me dejaste solo... ¿Por qué eres así? >:'( Ahora te odio, no quiero volver a verte"

"No, espera, mentira.. No te odio, pero al menos contestame"

"Kook... Vamos, ¿no te habrá molestado mi regalo no? Era una broma, no te lo tomes así. Eres un amargado. ¿Tienes 80 años o qué?"

Los mensajes cayeron como lluvia de tormenta. Kook dudó en contestarle. Se sentía un poco mal por haberlo dejado solo, pero cuando se molestaba era bastante cabeza dura.

"Jung Kook, perdón"

Un suspiro largo salió de sus labios. Negó con la cabeza y movió sus dedos sobre el teclado del teléfono.

"Bueno, te perdono. (* ̄^ ̄*) Pero no seré tu perro"

" :') <3"

Después de ese último mensaje, Kook sonrió sin darse cuenta. Aquel chico era un gran tonto; no iba a negar que en el fondo le caía bien, pero las constantes insinuaciones podrían terminar por cansarlo.

🎮

Lo pensé bastante y, sí, haré más capítulos. ಥuಥ)9

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