Una negación

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El spam que Kook dejaba en el chat entre él y Yoon Gi, hizo que su teléfono se congelara. Mandó varias imágenes divertidas con chistes estúpidos de videojuegos. Y, cada vez que una imagen se cargaba, podía ver ese doble visto de color azul. Sí, Yoon Gi le clavó el visto a sus veinte imágenes llenas de memes.

Maldijo muchas veces mientras que iba escaleras abajo en dirección a la cocina. Allí se topó con su padre, quien rodó los ojos al ver que estaba con su teléfono en la mano.

—Hijo, te dije mil veces que si bajas las escaleras mientras estás con tus jueguitos te vas a romper la cabeza, y no pienso ir corriendo al hospital.

—Pero que hijo de puta— maldijo, sin prestar atención a su padre.

—Un mes castigado, dame la tablet.

—¿Qué?— el menor se dio la vuelta al darse cuenta de que su padre lo escuchó — No te lo dije a ti, papá. Estoy insultando a un amigo, lo de siempre.

—Me da igual, en esta casa se acabaron las malas palabras, carajo.

Kook, agachando la cabeza, tuvo que darle su preciada tablet a su padre. Aunque le resultó un alivio que le pidiera eso y no su teléfono.

Después de volver a su cuarto para entregarle el aparato a su padre, sacó una jarra con jugo de la nevera y se sirvió en una copa. Se sentó en una butaca de la cocina y siguió probando suerte a ver si el rubio contestaba algo.

"Jeje"

Aquello fue lo único que le contestó. Un seco, corto y estúpido "jeje". Kook quedó sin aliento de tantos insultos que soltó. Suponía que era una broma, era raro que fuera él quien mandaba spam para llamar la atención y no el otro.

"Yoon Gi, ¿qué haces? Me aburro, contesta algo más divertido 😧 Mi padre me quitó mi tablet, seguro es para jugar al poker online"

"Disculpa, estoy con Gina 😶"

"Ah... 😐"

"¿Quieres venir con nosotros? Estamos a punto a jugar una partida, hagamos equipo los tres 😆💪"

"Emmm... Debo sacar al perro, que lástima. Que se diviertan 😑"

Así, Jung Kook se fue. No tenía perro, por lo que salió solo con su mal humor y su teléfono, el cual le notificaba constantemente que su memoria estaba llena. No le dio importancia y sólo caminó sin rumbo hasta llegar a la plaza donde recordó la primera vez que se vio con Yoon Gi. Ese día había unos pocos niños por allí, unos saltaban y otros corrían. Le recordó a cuando era más pequeño y se quedaba horas en el columpio, adueñándose de él.

Se quedó en un banco por al menos media hora sin dejar de mirar a los niños jugar y pelearse. Uno de ellos se acercó a él, quería que jugaran a la pelota. Jung Kook aceptó, sorprendido y lleno de ternura porque el pequeño quisiera jugar con él. Pero después de un rato se dio cuenta de que sólo lo quería para molerlo a pelotazos. Y así, es como acabó con moretones en los brazos por culpa de un niño de seis años cabezón y con dientes torcidos.

Su salida solitaria le costó cara.

Retomó más tarde el camino a casa, pero se desvió al sentir su estómago vacío. Entró a una cafetería cercana y compró una bebida fresca. Siguió su camino por las tiendas de alrededor, observando la ropa de la nueva temporada.

—Que feo, ¿qué clase de ropa es esta?—cuestionó con su reflejo al ver que sus pantalones no le quedaban del todo bien.

—Pero si es muy de tu estilo.

Una voz de muchacha lo perturbó. Miró hacia su derecha y vio a quien era la ladrona de atención de su amigo. Gina, la castaña que vestía como hombre, se acercó a él y apoyó su mano sobre su cabeza.

—¿Qué, no estabas con Yoon Gi? —le dijo de mala gana, tomando de su bebida con el sorbete.

—Uy, que mala actitud—ella le revolvió el cabello mientras le sonreía —.No estés celoso, pequeño.

—No soy pequeño, tengo 15 años... Y no estoy celoso.

—Bueno, yo tengo 18, así que lo eres.

Los labios gruesos de Gina no dejaron de dibujar una sonrisa que parecía haber quedado sujeta por pinzas a los extremos. Ella sabia muy bien que a Yoon Gi le gustaba ese niño y, según le contó él, decía que no estaba interesado. A todo esto, Gina estaba dispuesta a hacer que Jung Kook se sintiera muy celoso hasta el punto de explotar y que admitiera que en realidad Yoon Gi le gustaba.

—Me tengo que ir a casa, adiós.

—Espera, no tan rápido Speedy Gonzalez—la castaña lo tomó del brazo y Kook sintió un horroroso escalofrío que le trajo malos recuerdos—. Yoon Gi me dijo que eres su mejor amigo, pero ahora que somos novios, no quiero que te acerques a él.

—¿Cómo dices?

—Pues eso, él habla demasiado de ti, dice tanta cosas, ugh... Es muy molesto. Jung Kook esto, Jung Kook lo otro—movió sus manos imitando unas bocas—.Parece hasta enamorado de ti, ja.

Jung Kook se quedó petrificado al escuchar lo último. Sus mejillas se sintieron calientes y sus latidos lo torturaron de tal modo que su reacción fue soltar la bebida dejándola caer al suelo. No le agradaba la forma de ser de la muchacha castaña, quería tirar de su pelo hasta hacerla llorar, pero con lo que le dijo no podía hacer otra cosa que sonrojarse y salir corriendo; porque no quería admitirlo,  sintiéndose como un tal Onodera de un manga que leyó hacia un tiempo. No, él no era gay.

No le gustaban los hombres.

No le gustaba Yoon Gi.

No quería nada con él.

Dio la vuelta para salir corriendo, empujando a la chica que se encontraba cruzada de brazos, esperando alguna respuesta de su parte. Y lo único que él hizo fue escapar gritando.

—¡No soy gay, joder!

X.com [YoonKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora