DESTINO O CASUALIDAD

1. Solo necesito tiempo..

Ignacio:

Sé que te sorprenderá esta carta así como te sorprenderás más cuando abras el armario y no encuentras nada mío, lo siento, pero ya no aguantaba más con este triste y aburrido matrimonio, la pareja perfecta, Don Ignacio del Junco y Doña Cayetana Belmonte, dueños de íntimas del Junco, con dos hijas completamente hermosas y herederas de una gran fortuna, una enorme etiqueta que no siento mía, una etiqueta que me hace sentir de todo menos mujer.

Por eso te abandono... no quiero seguir viviendo esta vida de aburrimiento, etiquetas y sin ninguna emoción, necesito sentir, vibrar, ser independiente, por eso y sintiéndolo en el alma es que me enamoré de José Antonio Gallardo... sí, tu mano derecha en la empresa, fue algo inevitable, algo que a toda costa tratamos de impedir pero que simplemente sucedió y ambos no nos podemos negar a ello, por eso me voy para irme con él, sé que en este momento me estás maldiciendo y que por mucho que me empeñe en explicártelo ni tu ni las niñas lo vais entender, de todas formas seguiré siendo su madre aunque mi vida ya no esté ligada con la tuya.

Cayetana Belmonte.

Ignacio arrugó aquella nota con lágrimas y rabia en sus ojos, respiraba confuso con todo lo que acababa de leer, no podía creer que la mujer de su vida, aquella con la que se juró amor eterno y con la que tenía dos hermosas hijas lo acababa de traicionar con el que era su mejor amigo.

Deslizó sus manos sobre el mueble de fotografías que tenía enfrente y tiró con dolor todo lo que había en él haciendo añicos el cristal de cada una de las fotografías, se arrodilló frente al caos y el dolor que estaba sintiendo en su corazón, la puerta de su habitación se abrió, levantó la mirada para cruzarse con la mirada de sus hijas y pronto volvió agacharla para derrumbarse frente a ellas.

Irina: ¿Papá?-Andrea e Irina se miraron.

Irina llegó hasta a él para tratar de descubrir que pasaba mientras Andrea cogió el blanco papel arrugado que su padre sostenía entre las manos, por minutos leyó callada hasta que sentenció con la mirada una de las fotografías de su madre y la pisoteó con rabia, se arrodilló frente a su padre y su hermana.

Andrea: no nos hace falta, ¿vale?-Irina miró a su hermana y esta le entregó la carta para que la leyera-va ser difícil pero juntos podemos con todo-Irina se levantó con el trozo de papel en la mano y comenzó a leer.

Ignacio: se ha ido con él-los ojos de Irina se aguaron ante la carta de su madre.

Irina: esto tiene que ser algún tipo de broma, ¿en qué momento paso todo esto?-se inclinó nuevamente mirando a su padre y las dos hermanas se abrazaron fuertemente a su padre para opacar su dolor.

•

Cayetana se situaba frente a una lujosa casa junto a tres maletas, la puerta de la casa se abrió para ser atravesada por José Antonio Gallardo, un hombre alto, fornido y de expresión oscura, ambos sonrieron al verse y él comenzó a caminar para acercarse a ella, la cogió en sus brazos y dio una vuelta sobre sí mismo mientras ella reía.

José Antonio: ¿por fin lo dejaste?-la posó en el suelo.

Cayetana: ¡Sí! Por fin lo hice, ya estaba cansada de él-suspiró-le dejé una nota de lo más sentimental, pero vamos, dudo que se lo trague, sinceramente sé que los tres me van a odiar.

José Antonio: que los tres te den igual, ahora solo queda que te divorcies de ese pusilánime para que seas completamente para mí solo, ¿Qué crees que hará con la sociedad? ¿Me venderá su parte?

Cayetana:-soltó una risa-ni lo sueñes-José Antonio abrió los ojos-no va dejar lo único que le queda para subsistir de la manera a la que está acostumbrado, pero sé que estará dispuesto a pagar cualquier cantidad estrepitosa por tu parte de la empresa, así que podemos pedir una cantidad bastante importante, más lo que saque de mi divorcio y montar tu propia empresa de ropa interior-se acercó a su oído-cuentas con toda la experiencia que tengo tras estar casada con él, se cómo le gustan los diseños y se cuáles son sus ideas, podemos crecer y a su vez arruinarlo.