DESTINO O CASUALIDAD

5. Nunca fui muy cuerda

Irina: por fin en casa-resopló apoyándose en la puerta.

Andrea: ¿madrugando un sábado?-Andrea bajaba por las escaleras

Irina: negocios.

Andrea: repito, ¿un sábado? No has venido ni siquiera a comer-le dio un beso en la mejilla mientras caminaron hasta el salón.

Irina: tenía que ocuparme de algo-dejo un sobre encima de la mesa-buenos días papá-ambas saludaron a su padre.

Ignacio: buenos días pequeñas ¿y eso?-Irina cogió aire mirando el sobre.

Irina: bueno, papá, esto iba llegar tarde o temprano así que, seré rápida-él la miró-ya estas legalmente separado de Cayetana, es el divorcio-Andrea se acercó a su padre.

Andrea: ahora ya puedes comenzar una nueva vida junto a nosotras... los tres juntos con nuestra empresa, seremos un gran equipo, ¿Verdad?-miró a Irina.

Irina: tengo grandes ideas que te gustaran-Ignacio tragó saliva.

Ignacio: seguro que sí, confío ciegamente en vosotras-tomó las mejillas de Irina-gracias por encargarte de todo cielo-besó su frente y se dirigió a Andrea-y tu pequeñaja, bienvenida a Intimas del Junco, felicidades por terminar la carrera

Andrea: gracias papá, haríamos cualquier cosa por ti-ambas se abrazaron a su padre.

Ignacio: empieza una nueva etapa para nosotros, el lunes os quiero con las pilas cargadas, tenemos que revisar esa colección-abandonó el salón dejando a sus hijas muy contentas.

Andrea: parece que se está animando.

Irina: si ¿verdad? Lo veo más liberado, le vino bien el divorcio...

Andrea:-miró su reloj-bueno... ¡me voy!

Irina: ¿A dónde?

Andrea: a encontrarme accidentalmente con el hombre de mi vida-soltó una risa.

Irina: ¡No! Espera-la seguía escaleras arriba-¡Andrea del Junco!-ambas entraron en la habitación de Andrea-es un hombre casado.

Andrea: no hace falta que me lo sigas recordando, con que lo haga él es suficiente.

Irina: pues déjale, tal vez sea feliz con su mujer, ¿nunca escuchaste que tres son multitud?-Andrea sacó un vestido azul bebé de su armario.

Andrea: aquí habláis de matrimonio y ya lo relacionáis con el amor, que esté casado no significa que obligatoriamente tenga que estar enamorado.

Irina: si no estuviese enamorado digo yo se divorciaría, ¡terca!-Andrea se puso el vestido azul con los hombros al descubierto y comenzó a hacerse una coleta.

Andrea: tal vez le falta un empujón para saberlo.

Irina: ahhhhh pues mírate, le quieres dar tú el empujón ¿no?

Andrea: ¿y por qué no? Tómame en serio Irina, sentí un flechazo con ese hombre, me apetece verle, saber millones de cosas de él y sentir esa mirada tan dulce-suspiro.

Irina: ¡Por el amor de dios Andrea! Estás loca-ella terminó de maquillarse.

Andrea: ya nunca fui muy cuerda-le lanzó un beso y se fue.

Salió de la casa sonriente recordaba a la perfección el lugar en el que había dejado a Samuel anoche, por lo que iría hasta allí y esperaría a que saliese para toparse con él accidentalmente. Tras conducir por la ciudad de Houston aparcó a cierta distancia, la suficiente para ver desde el coche el portal y el garaje del edificio.