Cuando Lucy despertó le molestaba un dolor punzante en su cabeza. Dio un vistazo alrededor, y, pasados unos minutos, captó que aquella no era su habitación. Era la habitación de Ann.
No recordaba absolutamente nada, y se llenó de frustración al reconocer que había bebido la noche anterior, aun cuando se había prometido no hacerlo.
Avergonzada, trató de sentarse al borde de la cama. Siguió observando el dormitorio de Ann, en todo el tiempo que habían estado separadas, nada de la estancia había cambiado. Las misma sábanas blancas, el mismo escritorio de madera, la misma lámpara de pared, todo era lo mismo.
-Despertaste.
La voz de la castaña sobresaltó a Lucy. No tenía idea de que decir, el ambiente era silenciosamente incómodo. Además, no recordaba lo sucedido la noche anterior, quién sabe lo que Lucy pudiera haber dicho o hecho. Como no pensaba en otra cosa dijo:
-Emm...-empezó- Yo... ¿hice algo raro anoche?
-¿Solo eso te importa?- notaba algo de molestia en su tono de voz.
-N-no, es solo para c-confirmar algo -empezó a tartamudear sin razón.
-Eso depende de a que te refieras con raro, pero si es lo que creo, no hiciste nada de eso -Lucy se relajó-. Sin embargo, estabas muy interesada en hablar...y en abrazarme.
Se le hizo un nudo en el estómago. Se preguntaba qué clase de cosas le habría dicho. Y, ¿abrazar? ¿Qué tan ebria estaba aquella noche?
-Decías cosas interesantes -continuó Ann-, y también cosas estúpidas. Como tu obsesión con mis senos.
-¿Qué? -si hubiera sabido que beber le haría confesar cuanto le gustaban los senos de Ann, ni se le hubiera pasado por la cabeza ir a esa fiesta.
Ann se echó a reír con ganas. Le causaba gracia aquella escena. Lucy recostada sobre su cama sin tener idea de todo lo que había hecho la noche anterior. Lo mejor era ver la cara desconcertada y avergonzada de la rubia sin entender lo que había pasado. Extrañaba esas tiernas expresiones.
-Tu madre llamó -prosiguió cuando termino de reír-. Estaba preocupada por ti, y yo diría que hasta molesta. Le dije que te quedarías a dormir en mi casa porque se te había perdido el dinero del taxi y mi casa estaba cerca. Sonaba más aliviada cuando le dije -pausó un rato-. ¿Ella sabe que no hablamos desde poco más de un año?
-Mi madre no tiene por qué saberlo todo sobre mi -esto era mentira, desde la excursión del año pasado su madre había sido su apoyo moral y confidente, la consolaba en sus noches de tristeza y le daba muy buenos consejos. Lucy intuyó que el alivio de su madre debía de ser porque creía que ya las cosas entre ellas dos estaban solucionadas y pasarían una noche adolescente pasional o algo así...pero no-. ¿Por qué fuiste a la fiesta? Detestas los eventos donde hay muchas personas.
-Igual tú, y aun así estabas bebiendo y bailando muy divertida.
-Comprendo tu punto, pero tenía que ir por más que lo detestara. Estoy con Michael ahora, nos invitaron en conjunto así que no podía decir que no. Solo me deje llevar un poco.
-Así que Michael es tu novio -se recostó del marco de la puerta con los brazos cruzados-. Es curioso, porque lo vi besarse con Amanda en la fiesta, aun cuando dices que son pareja.
-Oh -trató de parecer alterada cómo cualquier otra pareja fiel haría, pero no le importaba ni lo más mínimo que Michael se besara con otra-, ya veo.
-No pareces enojada.
-Lo estoy -mintió-. Estoy muy indignada. Cuando vea a Michael, él...ah...lamentara haberla besado -Ann volvió a reír con fuerza-. ¿De qué te ríes? ¿No ves que estoy expresando mi ira?
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Ser como tú (Yuri)
Krótkie OpowiadaniaAnn no era aceptada por nadie. El único que realmente la quería era su padre, que desapareció sin dejar rastro. Ella siempre quiso ser como su padre: amable, inteligente, valiente... Hasta que un día Ann encontró a alguien, alguien que le enten...