no lo eran, ni lo son

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seguí el camino de las huellas de otros pies que se veían iguales a las mías pero que tras el paso de los días, las semanas, los meses y los años no supe donde estaba, ni si sabría llegar yo sola a casa sin saber por donde ir no lo eran, y me llevó tiempo ver con mis propios ojos que sí había pequeñas diferencias al fin y al cabo yendo atrás en el tiempo me conocí, supe quien era y qué quería en la vida porque aún seguía siendo mía, el aire no se sentía igual, el viento ya no me despeinaba las ideas y es que el frío era siempre, era de día y de noche, el calor hacía tanto que no se presentaba en mi vida que ni se asomaba a dar los buenos días, y sí que estaba allí arriba haciendo sentir cálidas a las personas que se dejaban tocar  y es que yo me negué a sus suaves caricias y rechacé su tímido contacto con mi piel una y otra y otra vez sin querer oír otra voz que no fuese la que hacía de mi vida un infierno, no otra que no me cortara la respiración ni me hiciera odiar a otra persona que no fuese yo sin descanso, constantemente, con toda la fuerza que sentía no tener para hacer cualquier otra cosa, el levantarme de la cama o el darme una ducha o el vestirme y más tarde el desvestirme o el salir de casa y el estar en la calle de odiarme se me fue la fuerza, tanto que ni la encontré en las lágrimas, llegué a no llorar de tanto que me acostumbré a hacerlo, antes no hubiese pensado mucho menos creído que el infierno podía verse tan normal en los ojos de quien lo vive, llegué a olvidar quien era yo antes de dejarles entrar, abriéndoles las puertas de lo que me había hecho sentir segura y me aparté de ese camino de esas huellas de esos pies que se veían iguales a los míos pero que no lo eran y aún, hay veces, en que el camino que ahora sigo yo, que ahora elijo yo, en el que ahora se ven mis huellas si bajo la mirada, se siente mucho más largo que el otro y, hay veces, en que ese camino de esas huellas de esos pies que se veían iguales a los míos pero que no lo eran se entrecruza con el mío y lo veo tan cercano y tan corto en comparación con el que yo misma he tomado pero en algún momento aparece la verdad que marca la diferencia, y es que uno me guía a la muerte y otro me hace apreciar la y mi vida así que respiro hondo antes de seguir caminando, alejándome de ese camino de esas huellas de esos pies que se ven iguales a los míos pero que no lo son





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la verdad es que he empezado a escribir sin tener nada en mente y ha sido tras unas lineas que me he dado cuenta que he estado escribiendo sobre la depresión y la anorexia al entrar a mi vida... es tan solo una pequeña parte, una muy pequeña, de todos los males que me trajeron y todo el daño que me hicieron y de como, sin haber sido consciente en un principio, va a afectarme durante toda la vida


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⏰ Última actualización: Sep 08, 2017 ⏰

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