1995

j

sigo levantándome tarde los sábados y los domingos, y sigo queriéndome quedar más tiempo entre las sábanas

dime si tú sigues siendo tan despistado por las mañanas como solías ser cuando abrías los ojos pero aún soñabas despierto, y si poco a poco aparece entre tus labios esa sonrisa perezosa y tan dulce que era, tanto como el sabor del algodón de azúcar

me gustaría preguntarte ideas fugaces a las tantas horas de la madrugada y me gustaría escucharte decir a voz rasgada a oscuras y teniéndote en frente para sentir tus caricias en esos ojos marrones tan bonitos que tienes

yo sigo siendo, día tras día, un poco más que ayer y a veces un poco menos de lo que fui

y tú,

   dime,

      ¿sigues siendo lluvia?