-Disculpe la demora su majestad -dijo el chico licántropo, miro a el príncipe dandole una taza de té, la cual había probado primero Jimin, en el caso fuera envenenada, y como nada pasaba se la paso a Taehyung.
El joven miraba la actitud del chico que hasta ahora no había dejado su apreciado tridente. La escena en un cierto sentido se le hacía muy cómica.
Taehyung miro sonriendo a aquel chico, tomando la taza entre sus manos.
Paso más o menos hace una hora atrás su encuentro con aquella graciosa chica, la cual sonreía inocente por la torpeza de las dos criaturas tratando de abrir la puerta. El no dejaba de sonríe tanto que parecía ser debajo de un hechizo.- ¿Bueno usted majestad y tu -dijo refiriéndose a Jimin- son amigos de Hoseok no es así? -dijo. Jimin asintió con algo de molestia, como siempre. Taehyung ni siquiera le presto atención.- okay... Yo me llamo Jackson, Wang Jackson un placer -dijo haciendo una reverencia en forma de respeto.
- Mi nombre es Jimin y su majestad -señalo a el chico en ese momento encantado -es el príncipe Taehyung -dijo con su tridente en mano. Aún no se confiaba de aquel ser. Afilo sus ojos.- ¿y tu que raza de criatura eres? - dijo, como era de esperarse las criaturas de mar y tierra no tienen un buen contexto. Pero eso paso mucho tiempo atrás, con el tiempo la manera de pensar evoluciono. No para todas obviamente.
- Yo soy un licántropo -dijo sonriendo, tenía que ser gentil con sus huésped, aunque si no parecían ser tan malos como los habían descrito los ancianos de su manada.
Los licántropos en realidad sueles ser territoriales y la mayoría están en grupos familiares. Pero este no es el caso de Jackson.- ....¿Licántropo? -dijo murmurando más para sí mismo.- ¿te trasformas no es así? -pregunto Jimin curioso. Jackson asintió.- en un.....-dijo, tratando de recordar las palabra que había leído tiempo atrás, en los viejos libros de la biblioteca- en un...¿lobo? -dijo, no muy seguro. Jackson asintió una vez más, sonriéndole. Jimin guardo su tridente haciendo desaparecer como solía hacer. El cual sorprendió al joven Jackson.
Los dos comenzaron a hablar amigablemente. Contando del porque se encontraban ahí y del porque esta misión era tan importante.
El chico alfa escuchaba con atención todas las cosas que decía Jimin, entendiendo del porque el joven príncipe se precipitó hacia el mundo de los humanos . El también lo había hecho, hasta ahora no se había arrepentido de haber dejado su manada años atrás.
Taehyung por otro lado no escuchaba nada de lo estaban diciendo los dos. Se encontraba en su mundo pensando en que hacer ahora que se encontraban en la ciudad.
Y fue hay que le vino en mente su próximo paso. El paso principal de su misión y del porque estaban hay.
Tenía que probar la amabilidad de un ser humano haciéndose obsequiar el objeto más preciado de la persona.
Y eso haría, le demostraría a su padre lo que es capaz de hacer. Y si el mundo de la superficie es como lo espera. Se quedaría a vivir para siempre ahí. Cediéndole el puesto a su hermano mayor.-Ella es la indicada -dijo. Los dos jóvenes dejaron de hablar y miraron curioso al joven.- Es ella...
- ¿ella quien su majestad? -dijo Jimin. No entendía que quería decir.-
- La chica de primero -dijo Taehyung mirando al wallano- ella nos ayudara a completar nuestra misión. -dijo alzándose determinado. Jimin entendió y recordó aquella chica que les sonreía tan gentil.
- ¿Esta seguro su majestad?- dijo. El asintió decidido.
- Si es ella, sólo tengo que convencerla -dijo sonriendo. Estaba decidido a llegar hasta el final.
Pero no sabía que en ese momento había alguien que quería impedírselo.
- Perfecto, haré que eso no se cumpla -dijo, la criatura que los espiaba fuera de la ventana, en la obscuridad de la noche- haré que esta misión no se cumpla. Yo Jongin saboteare toda esta payasada -dijo riendo de manera malvada.
Tan tan taaaaaan ¿no se lo esperaban verdad?
¡Ja!
-Yoongina✨
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Un principe tritón
ПриключенияEs una historia un poco loca pero... espero les guste: Las criaturas mitológicas se quedaron en el olvido con el pasar de los años. Los niños del siglo XXI no creen más en las fábulas y las leyendas, como lo hacían los niños de los siglos pasados...